domingo, 6 de septiembre de 2020

Humor gráfico español del siglo XX



Todos aquellos que tenemos cierta edad, recordaréis como en casi todas las casas en las que se leía, había una colección de libros. Eran libros con tapa semidura, con lomos naranjas, hoy amarillos casi marrones y con pórtada bastante simple y geométrica, era un cuadrado, en color verde. La sería era los lirbos RTV de la Biblioteca básica de Salvat. Libros que , según mi padre, costaban 100 pesetas. Hoy apenas serian 0,60 céntimos de euro. 

La primera entrega La tía Tula de Miguel de Unamuno. El que yo acabo de leer era la entrega 46, sin autor aparente, pero ya que el prólogo es de Álvaro de Laiglesia, casi a él se le podria atribuir. 


El libro es un homenaje a aquellos ilustradores que superaron el momento decimonónico para adentrarse en el siglo XX hasta la cotaneidad del momento de la publicacíón, año 1970. Como ya he señalado el libro se inicia con un prólogo en dos parte de de laiglesia y un recorrido por cuatro etapas más del humor gráfico empezando por la Prehistoria con autores como Asirio, Baldrich, A. Casero, Cisneros, Apeles Mestres, Mecachis, Mihura, Opisso o Ramón Gómez de la Serna, algunos correspondientes a la acidez de "Madrid Cómico" o Gedeón, otros a "Gutiérrez" o "Buen Humor. 

La segunda etapa nos lleva a las Revistas juveniles entre las que se encontraban el mítio TBO , Jaimito o Patufet con firmas que van desde Ayné , Carbó, Castillo pasando por Coll, Salvador Mestres, Nin, Palop, Sanchis o los enormes que han llegado hasta nuestros días Escobar o Ibáñez. 



Un tercer capítulo se centra en La Cordoniz y lo que supuso la revista más audaz para el lector más inteligente que fue y es la decana de la prensa humosrística con firmas como Abelenda, Chumy Chúmez, Eduardo, Forges, Garmedia, Munoa o Serafín. 


El cuarto y último está dedicado a las grandes promesas que eran ya realidades para 1970 Castanys, Cesc, Chuchi, Galindo, Kalikatres, Mingote, Orbegozo, Peñarroya, Quesada , Ricardo o Summers. Detodos ellos y de muchos más hay muestras o ejemplos así como un brevísima reseña sobre quiénes eran. Un libro que recuerdo haber visto una y mil veces de pequeño y que he disfrutado , obviamente, nuevamente de mayor, muy mayor. En las viñetas he visto las cargas de profundidad que en su momento podían haberme pasado por alto y que eran cuchillos afilados. Un buen recuerdo.



domingo, 30 de agosto de 2020

La Segunda Guerra Mundial contada para escépticos


Dos de las virtudes de los libros de Juan Eslava Galán se encuentran en la amenidad y en el didactismo. Así que historias que pueden ser de interés mínimo para unos, no es mi caso, se convierten en una delicia. 

Este es el caso de sus libros de historia escritos para escépticos, que , al final. somos todos. Tras haber leído hace años su Historia de España dedicada a los mismos hoy he concluido con la que intentó relatarnos la segunda gran contienda mundial del pasado siglo XX.

Se remonta a los orígenes que no pueden ser otros que el fin de la Primera Guerra Mundial. Yo soy, como el mismo escritor afirma, de los que defiendo que en el fondo hubo una única guerra, no dos, aunque tuvo dos fases. La primera entre 1914 y 1918, y al cerrarse en falto, dio lugar a una segunda, la que narra de forma entretenida en este libro, desde 1939 hasta 1945. 

La historia está escrita con trazo fácil, como he dicho ameno, y está salpicada de historias conocidas por todos , pero trufada de anécdotas y de puntualizaciones y escritos al margen que le dan empaque intelectual, especialmente estas últimas. Como ha dicho en alguna entrevista «Las notas permiten una lectura no tan ligera como parece por arriba, de modo que el libro permite dos lecturas».

Indudablemente encuentro en el escritor de Arjona (Jaén) un gusto por recrear lo que ya nos ha mostrado el cine, pues son muchas y muy buenas las referencias cinematográficas que inspiradas en el conflicto nos han permitido retener aspectos, hechos o batallas que ha sido recreado en el cine. Eso es siempre de agradecer. De hecho, me he apuntado algún que otro título que desconocía. Y con respecto a las anécdotas lo bueno es que sabe elegir algunas muy significativas que contextualizan perfectamente la narración histórica. A esto se suma una buena colección de imágenes, pero también de folletos, cartelería y memorabilia que aparecen reproducida en el libro editado por Planeta.

Otro aspecto a recalcar, el carácter humanista del jienense. Se ve, cuando individualiza la historia y la convierte en algo cercana como esa tertulia en la peluquería El Siglo, cercana a la catedral de Jaén, o en esos personajes que crea él dando nombres propios, un Karl Moritz y una Úrsula. O esa gran virtud, que creo es todo un acierto, de enmarcar la guerra y se desarrollo con lo que estaba ocurriendo en España, y los vericuetos de la política exterior española durante el conflicto. 

Ese carácter humanista se refleja en uno de sus últimos capítulos cuando hace un breve biografía final de alguno de los protagonistas, principalmente menores que han salido en el relato.    

¿Qué deja cabos sueltos? No importa.  No sabemos nada ni sobre el final del soldado Karl ni de su novia Úrsula. Posiblemente lo peor, visto lo visto. También vemos que desde los reveses alemanes en África y en Stalingrado o el japonés en Midway, la historia y la narración se acorta. Pero creo que un aficionado a la historia es lo que agradece de este libro. ¿Qué tampoco aparece la rendición como tal de las autoridades alemanas ante los aliados? ¿Es importante? Sí, pero no para ese carácter didáctica que prefiere el profesor. ¿Qué no habla de China o los Balcanes? Cierto, pero no se puede abarcar una historia larga y compleja como esta en un único volumen.  

Por otro lado, habrá que agradecer a Eslava su capacidad de síntesis con las que simultánea frentes e historias. En definitiva, una gran obra, muy apropiada para leer con poca ropa y sentado cercano a una piscina. Muy recomendable.  


miércoles, 19 de agosto de 2020

Brasil


Novela circular que he leído con mucho más interés al principio que al final. Novela que trata de un país inmenso pero desvertebrado por la pobreza, por la escala del color, por la imposición de los nuevos tiempos que supone el fin de un mundo y la llegada de otro. Novela que habla de un momento histórico de cambio, de la dictadura de los generales, del suelo roto de un nuevo país, pero también del marxismo de salón y del sexo. Un sexo que es bien traído y mejor llevado, bien descrito y mejor relatado. Una obra soberbia de John Updike, bien escrita a lo largo de sus treinta capítulos, que nacen y mueren en la playa de Ipanema, que dura lo que dura dura, como la vida misma. 

Updike, un escritor estadounidense fallecido en 2009 , cuyas historias, reportajes y poemas han ido apareciendo regularmente en el semanario The New Yorker desde 1950 siendo uno de los más ácidos cronistas de la sociedad estadounidense de la segunda mitad del siglo XX es el responsable de este viaje, toda una odisea lo que viven estos cariocas, que pasa igualmente por el sueño de Kubitschek, Brasilia. 

Updike, nacido para dar vida a un Conejo, realmente a Harry Conejo Angstrom, con los que ganó un par de premios Pulitzer y alguna de sus obras han sido llevadas al cine como Las brujas de Eastwick. Un hombre que llevó a la pluma temas como el sexo, la fe, la razón última de la existencia, la infidelidad, la muerte, los abismos del alma y hasta qué lugar te puede llevar la miseria o los conflictos generacionales y las relaciones interpersonales en esta obra que tiene mucho de realismo mágico en esta obra que tiene como protagonistas a Tristao Raposo e Isabel Leme, un hombre negro y una chica blanca, en una transposición de la aventuras o historias míticas como Tristán e Isolda en Brasil que huyen de los dem´s, especialmente de la familia de Isabel, aunque a su desgracia contribuye la traición y la miseria de la fmilia de Tristao, por medio de junglas urbanas y naturales. 

La obra publicada en 1994 no es la Aquarela do Brasil, escrita por el compositor Ary Barroso en 1939 ni el ensueño de Terry Gilliam que yo esperaba , aunque comparte elementos imaginativos, especialmente ese encuentro con el chamán por parte de Isabel o la presencia sacada de la historia de los bandeirantes. 

En definitiva, una obra más brillante al inicio que al final, excitante, y mucho,  por momentos con fuerte carga erótica, a veces incluso pornográfica, y que finalmente cierra tristemente el círculo en la playa de Ipanema, mientras casi amanece. El lugar donde nació todo, es el punto de destino final de su protagonistas. Un buen libro, espectacular por momentos.

lunes, 12 de agosto de 2019

Mensajeros de la oscuridad


¿Quién es Petra Delicado? Pues un personaje creado por la manchega , al fin y al cabo es manchega, de Almansa, Alicia Giménez Bartlett , una escritora es tras formarse en la la Universidad de Valencia- estudió filología española - y se doctoró en Literatura Española en la Universidad de Barcelona, supo combinar su formación - en 1981 publicó un estudio sobre Gonzalo Torrente Ballester- con la creación literaria . Su centro se localiza ciudad en la que reside desde 1975. 

Su primera obra, Exit, fue editada en el año 1984, pero fue en los noventa cuando creó en su novela Ritos de muerte, 1996) un famoso personaje : la inspectora de la Policía Nacional, Petra Delicado, que se convertiría en protagonista de sus siguientes novelas - unas 11, que yo sepa-  y en palabra de la escritora una mujer contra los estereotipos - “Los estereotipos de mujeres en la novela negra son terribles: prostitutas redimidas, mujeres fatales, incitadoras al crimen, víctimas, esposas de policías... una galería bastante funesta. Quería una mujer que estuviera en el centro de la historia, que no fuera secundaria y que cargara con toda la imagen un tanto tenebrosa y horrible que tiene un policía. Petra no es precisamente angelical”- y que llegará "hasta que vea que me repito, cuando eso pase, la jubilaremos con honores” dijo una vez , y que incluso fue a la pequeña pantalla en 1999 con un papel que asume una actriz que fue - pero cada día en menos- como Ana Belén junto a Santiago Segura. ¡Ay, Zampo! 

En 1997 fue galardonada con el Premio Femenino Lumen por Una habitación ajena. Este tercer libro de la saga de Petra Delicado en 2008 recibió el prestigioso Premio Raymond Chandler. En 2011 ganó el Premio Nadal con su novela Donde nadie te encuentre. En 2015 ha sido galardonada con el Premio Pepe Carvalho de Novela negra y con el Premio Planeta, por su novela Nubes de Tormenta. 

Todo comienza cuando Petra Delicado, una inspectora divorciada que bebe chinchón, cerveza o whisky en el sofá, es elegida, por ser mujer y “quedar mejor en pantalla” para hablar en un programa de televisión sobre la labor de la policía. A partir de esa aparición Petra recibirá cartas de admiradores, ancianitas y un pene amputado... tras otros. Ese alguien que envía a la inspectora Delicado unos paquetes con ese peculiar contenido la llevan a ella y al subinspector Fermín Garzón, un hombre chapado a la antigua, buenazo, comilón y bigotudo, un tipo sincero y guasón, más no poder , le obliga a sumergirse en el mundo de los sectas religiosas impenetrable, peligrosa y fundamentalista y de la Mafia rusa. 

Entre cancioncillas que interpreta un pillo como Garzón, cogorzas incluídas, un curilla cañón, un policía ruso que va con Garzón y Alexander que satisface las necesidades de una Petra Delicado, delicada en las formas, intensa en el fondo. La novela es de lectura y entretenida

lunes, 24 de junio de 2019

Las cinco esquinas


Lo mucho que me gusta la literatura que sale de la mente y de la pluma de Mario Vargas Llosa (Arequipa, Perú, 1936). La historia de una investigación periodística pero también de la corrupción de un régimen político, el de Fujimori, con un factotum que lo controlaba todo, Vladimiro Montesinos. 

Como siempre con elementos de la realidad pasada, la histórica, la presente , el papel de una prensa comprada y corrupta interesada más por el escándalo que por la verdad, y la futura, desgraciadamente también pasada y presente, la corrupción política. 

De eso va Cinco esquinas, un libro publicado en 2016. La que fue calificada por algún periodista como Javier Rodríguez Marcos como "su obra más improvisada, lo cual es decir mucho en un autor que lo tiene todo pensado antes de sentarse a escribir". La historia va de todo eso de como "Alberto Fujimori y el hombre fuerte de su dictadura, Vladimiro Montesinos, utilizaban la prensa para intimidar a sus opositores. “Los desacreditaban con escándalos de cama publicados en pasquines a los que el propio Montesinos les ponía los titulares”. 

Cinco esquinas va de lo que le gusta a Don Mario, al que todavía recuerdo cuando me presenté ante él en el aeropuerto de Madrid Barajas, en la primera semana de octubre de 1992. Tiene ingredientes como sexo, - lo hay, mucho, y muy bueno, fenomenalmente descrito- de la traición entre amigos, de la deslealtad, del dinero, más miseria que pobreza, de Sendero Luminoso - poco, pero ahí está que obligó al toque de queda y que dejó a 70.000 asesinados sobre todo campesinos-, de la matanza, la tortura, pero sobre todo de lo ya señalado: de la historia, de la prensa comprada y corrupta - joder, muy presente- y de la corrupción política sobre todo desde el poder. 

Cinco esquinas se abre y se cierra con una escena erótica que marca y condiciona el desarrollo de la novela. El sexo lleva al hilo de la traición entre la pareja, lleva a una relación lésbica, lleva al manejo periodístico con fines políticos.

Pero también desarrolla un tema actual, un tema a la altura del "Sálvame" y otros muchos programas que dedican horas y horas a hablar de otros, el amarillismo periodístico,  asumido aquí por el director de un semanario sensacionalista (Rolando Garro), que intenta destruir la reputación de un exitoso ingeniero de minas con unas fotos en las que aparece en una situación comprometida y que , finalmente, su "Retaquita" resuelve con inteligencia. 

Es una historia en la que está presente el abuso de poder de un liberticida en este caso Montesinos , un hombre que llegó a acumular tanto poder que asustó al propio Fujimori. Un hombre que no dudada en grabar las corrupciones que el mismo propiciaba entre periodistas, empresarios y políticos y que incluso grabó a su superior, el Presidente Fujimori. Un momento de la historia del Perú en el que la violencia de Estado fue tan atroz como la terrorista. 

El nombre Cinco esquinas hace referencia a un barrio limeño del mismo nombre, en la zona de Barrios Altos, a dos cuadras de la Quinta Heeren, la que en el pasado fue un área elegante y acomodada de la ciudad en la que se enclavaban las embajadas de Australia, Bélgica, Japón, Francia y Estados Unidos.

Para terminar esto dicho por el escritor peruano, verdad verdadera: "Un escritor vive todas las experiencias que describe, se convierte en asesino, en víctima, en amante. Al mismo tiempo tiene que prevalecer cierto control intelectual porque el lenguaje es una materia que debes utilizar muy conscientemente. Con pura emotividad no escribes una buena novela jamás; sin el sentimiento de estar tú adentro, tampoco".

martes, 4 de junio de 2019

El amante de la China del Norte


Cuando un libro presenta indicaciones sobre cómo ha de llevarse a la gran pantalla determinada escena te planteas que ha escrito el libro para eso, para ser llevada al cine. En este caso era normal, la autora Marguerite Duras lo cierto es que escribe pensando en cine. Es lógico ella era integrante de la Rivière gauche, la margen izquierda, la otra corriente paralela a la Nouvelle Vague pero que contaba con grandes escritores guionistas, críticos y directores que respondían a la izquierda ideológica. 

Del libro del que hablo en cuestión, El amante de la China del norte responde a la misma historia que ya contara Marguerite Duras en El amante, una obra que fue premio Goncourt en 1984. Una obra que fue un auténtico best seller mundial con más de 1,6 millones de ejemplares vendidos sólo en Francia. 

Octavi Martí en El País dice sobre la presencia de los dos libros "Entre los dos Amantes de Duras existe una relación que nunca se había dado públicamente en la obra de un autor: el segundo libro existe por razones estrictamente literarias, para desafiar el tabú de la repetición, porque la escritora desea transgredir esa norma no escrita que prohibe que ese mismo libro del que hablábamos antes realmente sea el mismo, con las pequeñas variaciones de un estilo que se complace precisamente en la repetición, en ir descosiendo las costuras de las frases y del sentido, en convertirse en un texto de apariencia errática y distraída". 

Y le doy la razón en esta segundo entrega la redacción y el lenguaje parece errático e ido. En este caso de hecho justifica el por qué volver con una historia de amantes: "Cuando, en 1990, supe que el amante chino de El amante había muerto hacía ya muchos años abandoné el trabajo que estaba haciendo. Escribí la historia del amante de la China del Norte y de la niña. (…) Escribí este libro en la enloquecida felicidad de escribirlo. Permanecí un año en esta novela, encerrada en aquel año de amor entre el chino y la niña" 

El amante de la China del Norte fue publicada en España a finales de octubre de 1991 por Tusquets, aunque la versión que he leído es la de , publicada por RBA en la colección narrativa actual en 1992. 

La obra ha sido fue traducida por la propia editora, Beatriz de Moura. Ella fue la que señaló "Me llegó el original este verano y me entusiasmó tanto que decidí traducirla. Me animé a ello porque me encantó. Fue una de las maneras más agradables de pasar unas vacaciones de lluvia". 

La historia que nos cuenta es terrible. Es una historia de pederastia en la que está presente la pobreza, casi la prostitución, las diferencias culturales entre el mundo asiático y el occidental, la necesidad y la admiración de una adolescente, una quinceañera, ante su amante. Pero es más que eso es una descripción de una compleja familia: la de Thanh, el honrado y honesto huérfano de las montañas de Siam al que le da dinero del chico para que busque su familia, o del adorado hermano pequeño, Paulo, el niño «diferente» al que protege de su hermano y con el que tiene finalmente una relación incestuosa, o de una madre, ligeramente ida, o de Hélène Lagonelle, su compañera rica de la pensión Lyautey, con su amistad «rara»apunta cercana al deseo lésbico, o de Pierre, el terrible hermano mayor que tiene deudas por consumo de drogas (el opio). 

Un libro que se había prometido escribir desde el mismo momento en que su aventura estaba sucediendo en aquella “garconnier”. Nos habla de los que yo conocí, aunque no lo son "petits blancs", los blanco coloniales que fracasan y condenan al fracaso a sus descendientes. 

Es el casi de la madre de la protagonista, Anne-Marie Stretter, enloquecida, empobrecida, estafada que levanta su dique contra el océano, que condena a su pobre hija a un amor escandaloso. y que acepta el dinero que le ofrece el Chino, hijo de un comerciante y con un matrimonio de conveniencia, como si fuera algo natural comprar la deshonra de su hija. 

Duras nacida en Indochina en 1914, de padres franceses, quería imaginar y revivir su pasión de niña, su aventura terrible de escolar blanca y pobre, de 14 años, con un amante chino, millonario, de 27. Su relación con el Chino además de darle placer, le da poder Los recuerdos de ese amor o esa pasión desenfrenada son el motor de la novela. Es más la propia escritora dijo en alguna ocasión que "ser escritor es insostenible porque la vida está en otra parte. ¿Por qué empeñarse en ese doble de la vida que es la escritura?", le preguntaba Duras a Bernard Pivot-, de un motor que utiliza como combustible el deseo de venganza: "De entrada, se escribe para vengarse. Todo el mundo lo hace, aunque luego haya un proceso detrás que te aleja de ese objetivo. Pero el móvil más poderoso y habitual para escribir es el arreglo de cuentas". 

El amante puede leerse, pues, como el resultado de la ira de Duras contra su madre y contra su pasado, como esas ganas insostenibles de sacar a la luz unos trapos sucios. 

El Amante la China del norte, vuelve a ser un escrito contra la pobreza, contra su madre, contra su pasado , pero también para recrear lo que sintió y recordó de aquella relación con el asiático lleno de placer, amor, pleno de sentidos. En esta segunda historia del Amante Marguerite Duras, que murió en París en 1996, tiene como objetivo "el cine de los millones, esos señores para los que hice tres guiones de El amante". 

También fue un libro contra el realizador francés Jean-Jacques Annaud que hizo su adaptación de la novela El amante, una adaptación que no fue para nada del agrado de Marguerite Duras. Una obra que costó 150 millones de francos (casi 3.000 millones de pesetas) y cuya versión original está en inglés. 

Contra esa película, es contra lo que escribió El amante de la China del norte, un libro cuyo primer título era Le cinema de 'L'amant'. De hecho en muchas páginas hay directrices, instrucciones, de como presentar la escena: “Es un libro, es una película, es de noche.” o “En caso de película, este detalle se reproduciría cada noche cuando volviera la niña…” o “Es el inicio de la historia. La niña todavía no lo sabe”. Puede que por eso el libro está lleno de frases cortas, descriptivas, reiterativas, poco desarrolladas. 

A Marguerite Duras el éxito le llegó como escritora, pero en esta obra da directrices cinematográficas para envolver una historia de sexo, escandalosa por el carácter pederasta que describe, de una niña tratando de escapar de su destino, pobre , pero carnal y no tanto por la la tristeza y a la rabia que sintió hacia su madre. 

Y todo ello tras retornar a su Francia de origen en 1932 instalándose en la Rivière Gauche de su París, para estudiar derecho, matemáticas y ciencias políticas. En 1943 publicará su primera obra, La impudicia, a la que seguirían mientras aumenta su capacidad con la bebida más de veinte novelas, guiones cinematográficos y textos dramáticos. Entre ellos, Moderato cantabile, El vicecónsul, El arrebato de Lol V. Stein, Los ojos azules pelo negro, Emily L., Los caballitos de Tarquinia, El amor, El hombre sentado en el pasillo, El mal de la muerte y El amante Destruir, dice, El amante de la China del Norte y Un dique contra el Pacífico.

Un libro muy duro, pero muy recomendable. 

domingo, 21 de abril de 2019

Cine o Sardina


Soy de una generación que fue creciendo en el cine clásico. Desde mi más tierna infancia pasaron ante mi los comediantes más importantes de la historia del cine ( Chaplin, Buster Keaton , Harold Lloyd) que me acompañaban cuanto tenía una decena de años aquellos viernes por las tardes tan poco productivos en lo material y llenos de felicidad inmaterial.

Al día siguiente, los sábados después de comer, veíamos sin saberlo el inicio del anime infantil (kodomo) del que era responsable uno de los más importantes directores de cine de animación japonés de todos los tiempos, Isao Takahata, cofundador de los míticos Studio Ghibli. 

Tras estos comenzaba los ciclos de películas que más me fascinaban que podían ser de John Ford, Anthony Mann, Raoul Walsh , Richard Thorpe o Henry Hathaway que se combinaban con películas de Alexander Korda o Zoltan Korda,... Estábamos sin saber educándonos en el cine clásico, algo que siguió ocurriendo en nuestra adolescencia mientras veíamos ciclos de películas programadas para dar a conocer a grandes directores de siempre como Alfred Hitchcock, Fritz Lang, Howard Hawks, George Cukor, William Welhman, Michael Curtiz, Frank Capra y tanto otros, y  que se combinaban con ciclos de actores digamos por ejemplo James Stewart o Montgomery Cliff , o actrices como Susan Hayward, Barbara Stanwyck, Greta Garbo o Marlene Dietrich , por decir unas cuantas. En fin, crecí viendo películas.

En eso llegó la consolidación de la transición hacia la democracia y a finales de los ochenta y principios de los noventa y con ella una apuesta por la cultura trasmitida por la televisión , entendida como vehículo cultural. Llegaron así programas culturales , eso sí, en horarios intempestivos, casi siempre ocultos en una programación nocturna que comenzó a emitirse a partir de enero de 1989 y que tenía como coherente título el de La Noche.  Consistía en una tertulia diaria con un debate sobre cultura y espectáculos, todo ello en la primera cadena de TVE.

Era , en la noche de los jueves, responsabilidad de dirigir por parte de Fernando Sánchez Dragó con el subtítulo El mundo por montera. Al programa invitaba a escritores como y filósofos como Salvador Pániker, Luis Racionero y Fernando Savater, a Raúl Morodo y Enrique Múgica, al catedrático Victoriano Polo, y a viejos anarquistas que acababan de retornar del exilio como Antonio López Campillo. Este programa duró hasta 1993. 

A este programa le siguió años después en 1997 también dirigido por Sánchez Dragó . Se llamaba Negro sobre blanco y consistirá fundamentalmente en un debate entre tres personas. Fue en ese programa en el que conocí al escritor cubano Guillermo Cabrera Infante (Gibara, Cuba, 22 de abril de 1929 - Londres, 21 de febrero de 2005) y el libro que aquí presento: Cine o Sardina.

Era escritor, periodista , poeta , pero sobre todo me interesó saber que había trabajado como guionista en Hollywood y como crítico de cine.

La trayectoria vitad de este escritor es muy interesante. En 1941 se traslada con su familia a lo que el mismo definió el "centro de su Universo" y allí empezó a a escribir, abandonando los estudios de Medicina comenzando a trabajar en diversos oficios, ingresando en 1950 en la Escuela de Periodismo de Cuba. 

Al año siguiente, en 1951, funda la Cinemateca de Cuba junto a Néstor Almendros y Tomás Gutiérrez Alea, y lo dirige hasta 1956. También trabaja como crítico de cine con el seudónimo de G. Caín desde 1954, en el semanario Carteles, del que tres años más tarde será redactor-jefe. 

En 1959, tras el cambio político en Cuba, se le nombra director del Consejo Nacional de Cultura y, a la vez, subdirector del diario Revolución. Poco después es director del magazine cultural cubano Lunes de revolución, desde su fundación hasta su clausura en 1961 y a la vez hacía guardias revolucionarias. Para aquel entonces era comunista por formación —“yo crecí en lo más parecido a un régimen stalinista”, solía decir en referencia a la feroz militancia de sus padres—, así que no dudó en dar su apoyo a los rebeldes disfrutando de las prerrogativas y cargos públicos durante algún tiempo. 

Pero en 1961, su hermano Saba y Orlando Jiménez Leal filmaron un documental, un corto de 12 minutos, titulado PM. Durante 12 minutos . En el mismo se presentaba que algunos que habían hecho la revolución estaban siguiendo o practicando los mismos males que se criticaba al régimen anterior . Fue entonces cuando Fidel Castro pronunció su famosa frase: “Con la Revolución todo, contra la Revolución nada”, que inauguraba la persecución de cualquier creación artística más allá de su contenido político. Estas palabras de Cabrera Infante resume lo ocurrido, Fidel puso “ los cojones sobre la mesa, es decir, su pistola” como diría Guillermo años después.

El durante este periodo había sido enviado por Fidel Castro (1962-1965) enviado como agregado cultural a Bruselas y también como encargado de negocios, pero sus discordancias con el nuevo gobierno llegan a su punto máximo cuando en 1968 concede una entrevista a la revista argentina Primera Plana criticando al régimen cubano; esto provoca una fuerte reacción en Cuba que le lleva a abandonar su cargo diplomático. 

Así que pasa de una Guatemala a otra Guatemala en lo político y viaja de La Habana a Madrid aterrizando en la España gris de los primeros sesenta, donde, junto a su mujer, la actriz Miriam Gómez, espera acontecimientos. Entre acontecimiento y cuartilla se dedica a devorar tres películas al día.

Una vez pasado 1965 decide pedir asilo político en Inglaterra donde más tarde se nacionaliza, fijando su residencia en Londres,  una ciudad demasiado oscura , pero , al menos, donde los policías no iban armados. Allí entró en contacto con la obra de Borges y descubrió o redescubrió a William Faulkner.  En Londres es el cine lo que le atrae y tras un intenso impulso combinada con una potente  actividad cultural y periodística marcha a la meca del cine, a Hollywood . Allí se convierte en el primer escritor latinoamericano guionista, con títulos como Punto de fuga y Wonderwall. 

Desde entonces combina su estancia en Londres con el oficio de profesor en las universidades de Virginia y de West Virginia así como conferenciante en otras universidades americanas, como la de Oklahoma. 

Ya para esos años Cabrera Infante presentaba un curriculum interesante como escritor de cierto renombre . Su obra de referencia Tres Tristes Tigres (TTT), escrita en 1964 , pero publicada en 1967 tras superar una censura que dijo de ella “El contenido es pornográfico a veces, irrespetuoso otras, procaz siempre”, dijo el censor José Vila Selma. “Irreligiosidad, antimilitarismo, grosería... La novela es realmente ileíble [sic]”, incidían luego los censores.

Después vinieron otras como  La Habana para un Infante difunto que comienza haciendo referencia a un clásico del cine King Kong y a las mujeres "Parece que las rubias escasean por estos pagos"   Sexo y cine y amor a la ciudad es que en ella se ve. La Habana es su musa . Solía decir que volvería a Cuba muerto Castro o muerto él, lo que ocurriera primero. Ganó Fidel.

Y, ya en Londres, puso en orden (y en desorden) toda su abundante producción como escritor cinematográfico ya fuese como crítico, articulista, o escritor en un par de libros: Un oficio del siglo XX, Arcadia todas las noches. A este siguió Cine y Sardina. 

En este intento de desordenar lo que había ordenado en sus escritos es lo que encontramos en Cine o Sardina. Aquel libro fue el que presentó en uno de aquellos programas. Y lo hizo a través de una anécdota.

Me lo encontré en la feria del libro de Madrid de 1999, dos años después de ganar el Premio Cervantes 1997, el más importante de las letras españolas o como él dijo su "encuentro con la gran literatura española".

Yo al verlo en el stand no dude en ir y comprar aquel libro del que había hablado en televisión. La costumbre en esos eventos , cuando hay compra de por medio, es que te lo firme el autor. Me preguntó si quería una dedicatoria concreta. Yo le di una. Se lo dediqué a mi musa, mi mujer. Pero el cubano no me hizo ni caso y escribió lo que todavía es claramente legible " Para F. y E. , con gracias del autor". Y firmó.

Decir , para centranos ya en el libro, que está dedicado a José Luis Guarner, amigo personal del escritor, y según algunos , el mejor crítico cinematográfico  que nunca haya tenido este país. 

El libro tiene una estructura extraña, alternativa , diferente. Se inicia con un capítulo extenso sobre aspectos generales del cine enla que mezcla historia,  directores , actrices o géneros. Por sus páginas - y en el mismo- pasan desde George Méliès hasta actrices como su adoraba belleza María Félix, habla de los inicios del cine hasta la llegada del sonoro, desde una alabanza a las películas "B", a los vínculos de Literatura y Cine y al Cine y a la Literatura. 

Tras esto viene una sección dedicada a aproximaciones o biografías, sui generis,  de actrices como K. Hepburn o Marlene Dietrich hasta directores como Georges Cukor o el canario cojo ( relación de Vicent Minnelli y Judy Garland).  

El libro continúa con difuntos. Con dos capítulos dedicados, el primero  a sus amigos, vinculados con el cine fallecidos (José Luis Guarner, Néstor Almendros, el coleccionista John Kobal ) a los que le dedica un poema de Martí titulado " Yo tuve un amigo muerto que suele venirme a ver"; y otro dedicado a estrellas de Hollywood fallecidas antes de su publicación como James Mason, William Holden, Cantinflas, , Chaplin, Orson Welles, Lawrence Olivier, Minnelli, François Truffautt, Gloria Grahame, Gloria Swanson, Barbara Stanwyck, Bette Davis, Ava Gadner, Rita Hayward, Mae West, Marilyn Monroe,... Es una mirada al pasado. 

Otro "capítulo" por llamarlo de alguna manera a actrices vivas, "bien vivas" como Melanie Griffith o Sharon Stone.

Otro a la Cinemateca de todos con artículos destinados a valorar la coloriación del cine, personajes desconocidos de la historia del cine, Groucho, Samuel Fuller, Brian De Palma, La otra "Caracortada" (Scarface) 

Y acaba el libro con otro capítulo titulado : La aventura va. Sobre el cine actual como Indiana Jones, King Kong, David Lynch, Katryn Bigelow, Quentin Tarantino, Abbas Kiarostami, Pedro Almodóvar .

Pero como toda obra, también hay un final , que pretende ser feliz : The End, así acaba este libro que no es fácil en su lectura ya que la única guía que lo inspira es el amor por el cine.

El libro es un "collage" sobre los aspectos que son más relevantes según él. En ese sentido sus dos grandes compromisos fueron con la La Habana, sobre todo la  prerrevolucionaria, y el cine.  Y lo hace como él sabe siendo un malabarista de la escritura, buscando siempre una carambola verbal y una acrobacia del ingenio , según lo describía Vargas Llosa.

Es una obra que no es fácil que abruma por la sabiduría que encierra y por el gusto por las  paronomasias ( consiste en emplear parónimos o palabras que tienen sonidos semejantes pero significados diferentes) y las aliteraciones  que entreveran el texto y que son visibles en los títulos de los artículos: Parodiando una parodia/ El juego es el jugo. El viejo y el mal / Trasvestidos tras vestidos/ Latinos y ladinos en Hollywood / Ave Felix / Cantinflas que te inflás / Ava se pronuncia Eva / Beldad y mentira de Marilyn Monroe/ Siglo y sigilo de Groucho/ El brillante Brian ( De Palma).

Fue un inventor de giros y frases como la "habanidad de habanidades y todo habanidad", ssu diagnóstico del mal cubano de la época , la "castro-entiritis aguda" , la enfermedad crónica que corroe Cuba, la isla más resistente de todas: su denuncia de la "Reichvolución" cubana. Por eso le dedicó al país y a la ciudad estas palabras: “Y ahí estará, esa triste, infeliz, y larga isla, estará ahí, después del último indio y después del último español y después del último americano y después del último ruso, y después del último de los cubanos, sobreviviendo a todos los naufragios: bella y verde, imperecedera, eterna”.

No se si todos  los libros de Guillermo Cabrera Infante provocan la risa hasta  humedecen los ojos,se que en ellos hay toques de erotismo y  sobre todo irreverentes parodias. Su amigo Vargas Llosa escribió que “por un chiste, una parodia, un juego de palabras, una acrobacia de ingenio, una carambola verbal, Guillermo siempre estuvo dispuesto a perder amigos, a ganarse enemigos o incluso a que le arrebataran la vida”. Para él, decía el Nobel peruano, “el humor no es, como para el común de los mortales, un recreo del espíritu”, sino algo verdaderamente capital, “una compulsiva manera de retar al mundo tal como es y de desbaratar sus certidumbres y la racionalidad en que se sostiene”. 

Tras morir siguió editando este muerto tan vivo como son sus libros póstumos : Mapa dibujado por un espía o Cuerpos divinos”.

Pues solo queda despedirse. Lo dicho: The End.