Intento que mayo sea un mes de relax en la medida de lo posible. Y coincidiendo con la feria de Córdoba, y al arrullo del mar, me gusta leer algo ligero y amable. El año pasado no lo conseguí, pues fueron dos libros brutales y dramáticos los que concluí y empecé en Chiclana. El que acabé fue el Sangre de Mayo de Arturo Pérez Reverte, mientras que empecé al abrigo de las olas fue el Arca de Schindler de Thomas Keneally. Este año llegué a la playa con un libro recién empezado. La autora desconocida para mí una inglesa, y sin embargo, la novela, o mejor dicho, el protagonista, no. Hace unos años, uno de mis cuñados me habló de una colección en la que el protagonista era un investigador romano. Hoy sé que el investigador es Marco Didio Falco, y que u primera aventura llevaba como nombre la Plata de Britania.
El libro ameno donde los haya es una novela de la escritora británica Lindsey Davis. E como he dicho un libro del género de ficción histórica policial. Está ambientada en Roma y Britania en el año 70, durante el mandato del Emperador Vespasiano.
Esta es la primera novela de la serie de libros dedicado al informante, más bien, detective privado Marco Didio Falco. En ella, al parecer, se introducen a los principales personajes y se establecen las primeras relaciones entre los mismos que se irán desarrollando a lo largo de toda la serie.
En Roma, en el año 70 d.C., Marco Didio Falco es un cínico y jeta informante de ideas republicanas que un día observa a una joven de apariencia patricia: Sosia Camiliana. Tras salvarla se entera que ella está envuelta en una conspiración para derrocar a Vespasiano relacionada con el tráfico de lingotes de plata comúnmente conocidos como cerdos de Britania. Pero Falco no consigue salvarla y acepta ser contratado por el tío de la chica, el senador Décimo Camilo Vero, y por el emperador Vespasiano, para embarcar hacia Britania, destapar la conspiración y resolver el asesinato.
Una vez allí, Falco conoce a una mujer de clase alta, Helena Justina, hija del Senador que le contrató. Ambos se profesan una mutua aversión desde el primer momento: él odia su clase y ella odia sus prejuicios. Para acometer su misión Falco se infiltrará en una mina de plata como un esclavo, donde conocerá el significado de las palabras "odio", "miedo" y "abuso" y en la que iniciará una intensa investigación de una posible traición relacionada con las minas de plata imperiales. En su viaje de vuelta a Roma comenzará una atracción entre el protagonista y Helena Justina que tendrá el puerto de la vieja Massalia como entorno. Finalmente Didio Falco logrará deshacer el embrollado ovillo oculto entre las relaciones familiares de su amada en asuntos de alta política y míseros negocios.
La recreación histórica de Roma como de los oficios o la vida cotidiana es grandiosa. El estilo es directo y ágil. Un libro que me ha encantado y muy recomendable.