miércoles, 8 de octubre de 2014

La metamorfosis Kafkiana


No es la de Ovidio, ni de Apuleyo, sino la de Frank Kafka. Se trata de un clásico, casi una novela corta que , indudablemente, responde a la tipología sobre el existencialismo. De Kafka había leído hace muchísimos años un libro que me gustó, América, y del que impresionó la descripción que hacia el escritor del inmenso hotel al que llega el emigrante protagonista. Sin embargo el protagonista de esta obra es Gregor Sansa, un chico, un comerciante de telas que vive con su familia a la que él mantiene con su sueldo, que un día se despierta convertido, sin explicación alguna, en un repugnante insecto.

Me ha impresionado la descripción detallada que hace Gregor sobre su propio aspecto, sus pequeñas patas, sus mandíbulas, su color. Impresiona y angustia. 
La obra de Kafka, publicada en 1915, logró desde el principio un éxito importante al centrar su temas el tema de la alienación de un hombre convertido inexplicablemente en un repugnante insecto, lo que lleva a su familia a esconderlo por la sensación de vergüenza y molestia que le causa. 
Lo curioso , y tal como publica el diario ecuatoriano El comercio.com en su edición de hoy, es que esta obra acaba de ser adaptada en Japón en una original pieza teatral cuyo protagonista es un alto y desgarbado robot, por el famoso director Oriza Hirata en colaboración con el experto en robótica Hiroshi Ishiguro. 

La obra, para mí, habla del egoísmo humano ante el bienestar de los demás, especialmente visible en el papel de Gregor, ya que sobre él recaía todo el peso de mantener económicamente a su familia. Sin embargo cuando la situación cambia, la familia, en la que Grete, su hermana, es la que se muestra más comprensiva frente al padre, y es, junto con un padre seco y una madre con poco espíritu, son los que tienen que hacerse cargo de Gregor, sintiendo desde vergüenza, hasta miedo, y sobre todo, incomprensión. Al final a Gregor, además de agredirlo con una manzana, razón por la que cae enfermo, y , finalmente le dejan morir, pues lo ven como un insecto y no como un miembro de la familia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario