La noticia ha pasado desapercibida para los diarios nacionales y , por supuesto, para las televisiones, sin embargo el Día de Córdoba, no confundir con ese panfleto que es el Diario Córdoba, deudor de su marca original del Periódico de Barcelona, y portavoz de su amo y señor, no ha querido silenciarlo.
La noticia tiene que ver con lo publicado por el Observatorio Económico de Andalucía (OEA) que , al parecer, se suma a una serie de analistas, organismos, universidades y entidades financieras que realizan previsiones sobre el futuro inmediato de la economía andaluza y ésta no puede estar más enferma.
Y es que parece ser que el 19 de noviembre la OEA presentó su primer informe, y no ha podido ser peor para las perspectivas de Andalucía en el que subrayó que la comunidad experimentará en 2015 un crecimiento "robusto y satisfactorio" del 3,1%, pese al "debilitamiento" de los dos últimos trimestres -con alzas del 0,8% y el 0,7%, respectivamente-, y apuntó a un menor avance, del 2,4%, para 2016. Siendo esto último bastante peor de lo que parece.
Y es que parece ser que el 19 de noviembre la OEA presentó su primer informe, y no ha podido ser peor para las perspectivas de Andalucía en el que subrayó que la comunidad experimentará en 2015 un crecimiento "robusto y satisfactorio" del 3,1%, pese al "debilitamiento" de los dos últimos trimestres -con alzas del 0,8% y el 0,7%, respectivamente-, y apuntó a un menor avance, del 2,4%, para 2016. Siendo esto último bastante peor de lo que parece.
Pero, sobre todo, lo que parece preocupar más a los expertos del OEA es que Andalucía parece alejarse en su convergencia con España. En palabras de Francisco Ferraro, catedrático de Economía Aplicada y presidente del OEA, el impacto de la crisis en la región ha sido mayor que a nivel nacional en pérdida de empleo, en desaparición de empresas, en caída del PIB (Producto Interior Bruto) y de PIB per cápita. Según, el catedrático "España se recupera, pero Andalucía no logra engancharse, pese a las cuantiosas ayudas y fondos que ha recibido en estos años".
De hecho, la comunidad ha perdido 3,5 puntos porcentuales de convergencia: en la actualidad sólo llega al 74% del PIB per cápita español frente al 77,5% del año 2006, un año antes de la crisis. Una brecha que es aún mayor con respecto a la Unión Europea, pues se ha incrementado hasta los once puntos.
Para la OEA las causas pueden estar - y sto es lo grave- en factores políticos tales como el mal funcionamiento de un Parlamento que según él "(...) no hace leyes muy buenas", por la incompetencia de la Junta que no opta por "políticas más eficaces". Para Francisco Ferraro hay "pocos estímulos a la innovación y la inversión". Pero que bien nos conoce este señor.
A esto se suma , según él, "los sistemas de control de la gestión pública que no son óptimos y que no han funcionado en la comunidad", así como a la existencia de "intereses", u otros aspectos como que en Andalucía "la picaresca esté bien valorada y la economía sumergida sea muy abundante".
Para frenar esto habría que apostar por una "política radical a favor de la competencia", de modo que se eliminasen los apoyos a la empresa "que hacen que sobrevivan aquéllas que no lo harían por sus propios medios".
Para el BBVA, cuyo informe me acabo de bajar de Internet, no hemos aprovechado en
este año ni los efectos europeos como son la política monetaria
expansiva , ni la depreciación del euro, o la brusca caída del precio
del petróleo, ni la coyuntura nacional vinculada con la mejora de la
confianza, el menor ajuste fiscal o la parcial recuperación del empleo
que han estimulado la demanda interna. Pero no parece que de esto nos hemos sido capaces de beneficiarnos.
El informe, elaborado por el OEA en colaboración con la Universidad Pablo de Olavide y la Fundación Cámara, aborda la evolución de la economía andaluza en 2015 y 2016.
Para el profesor de la UPO Manuel Alejandro Hidalgo se perciben "síntomas de debilitamiento" del PIB en la segunda mitad de este año y apuntó a crecimientos del 0,8% en el tercer trimestre -dos décimas menos que en el anterior- y del 0,7% en el cuarto -según su estimación en tiempo real del trimestre en curso-.
De cualquier manera para 2015 se calcula un crecimiento del 3,1%, basado en aspectos más individuales que públicos tales como el "consumo de las familias, la inversión de las empresas, el turismo, el sector exterior" y, junto a ello, "el gasto público animado por el maratón de elecciones. Los servicios y la industria tiran del carro".
La desaceleración de final del año y la prevista para 2016 -con un avance estimado para Andalucía del 2,4% frente al 2,7% de España- se debe, además a la bajada del precio del petróleo, la devaluación del euro y la relajación de la política monetaria. Y esto desaceleración afecta a tirios y a troyanos. Y si nosotros los troyanos, ya nos va mal en una buena coyuntura, ¿qué vamos a hacer?
También vincula la restricción con los "ajustes extra" que Andalucía deberá hacer para cumplir con las exigencias del Pacto de Estabilidad. En 2015 el gasto público deberá recortarse en seis décimas más, ya que nuestra déficit público llegará al 0'9 % frente al 0'3 % permitido. "El presupuesto para 2016 está muy forzado y posiblemente habrá sorpresas porque no se cumplirán las previsiones de ingresos y gastos", sentenció.
Y es a lo que voy. Llevamos 33 años de autogobierno. De un gobiermo monocolor o sostenido por grupos minoritarios, léase Partido Andalucista -al que yo di mi voto- , por Izquierda Unida - en la anterior legislatura- o , actualmente, Ciudadanos. Desde la preautonomía andaluza comandada por Fernández Viagas hasta la actual de Susana Díaz no ha cambiado nada. stábamos en la cola, seguimos en la cola. Perdíamos un tren y ahora también lo perdemos. Este falso discurso envuelto en progresismo, es realmente una realidad conservadora. Tristemente, el poder ha estado en manos siempre de los mismos, que parecen no haber dado con la tecla del progreso para nuestra tierra.
Como acabo de comentar en twitter a mis amigos de UPyD, hemos pasado de tener unos caciques, a tener otros. Pero nada ha cambiado. Se han recibido millones tanto de pesetas como de euros por parte del Gobierno central o de la Unión Europea. Pero nada ha cambiado. El régimen sigue siendo el mismo. Ahora con el agravante de haber podido salir, pues mucho ha sido el dinero que ha llegado a esta comunidad, pero se ha perdido como agua entre los dedos - o, lo que es peor, se ha podido ir a manos de algunos listos, los del régimen y sus acólitos- .
Por mucho que haya llegado el dinero se han perdido las oportunidades, cientos o miles de oportunidades, pues es más cómodo subvencionar que formar, gastar que invertir, queda las cosas queden como están, en vez de apostar por algo nuevo. Uno llega a la conclusión de que aquí nada cambia. Es el triunfo absoluto del conservadurismo más retrógrado.
La oportunidad de nuestra entrada en la Unión Europea ha sido una ocasión, la enésima, perdida. Ya no podemos criticar al pasado de nuestros males. Los responsables de nuestros males somos nosotros, hemos sido nosotros los que no hemos estado a la altura de las circunstancias. Por nuestra culpa, por la de nuestros dirigentes, estamos en el furgón de cola del país y de Europa. A algunos andaluces, parece que no a los que tienen resposabilidades en la gestión, esto nos duele. Y seamos claros, si eres mínimamente decente, estas cosas duelen. Y tanto.