Sábado, seis de la mañana. Nos levantamos mi mujer y yo para emprender un nuevo viaje, esta vez en dirección a la verde Irlanda y más concretamente a Dublín. El viaje, nada planificado, pues hace dos semanas no teníamos ni vuelo, ni hotel, ni intenciones de salir a ningún sitio. Pero nos dio el barrunto y acabamos comprando vuelo de ida y vuelta a Dublín con Ryan Air y salida desde Madrid.
Así que dejamos a los niños en casa de mis suegros y tomamos el cercanías hasta Atocha, para tomar otro cercanías hasta Recoletos, y aquí enlazar con el metro que se deja en la T1 de Barajas.
Llegamos alrededor de las 9 de la mañana y quedaban todavía hora y algo para salir rumbo Dublín. Una vez superado el trámite del control de pasajeros, previo a deshacernos de nuestro calzado. Y una vez pasado el control policial con el DNI, pues el pasaporte en casa estaba.
El aeropuerto estaba lleno. Está claro que tenemos un días más de la cuenta de descanso y tomamos dirección a cualquier parte del mundo.
Sin retraso el avión partió dirección Eire. Nada más salir notamos no pocas turbulencias que te hacen plantear que carajo haces a 10 metros de altura dejando la puerta abierta a dejar a tres hijos huérfanos por la tontería de irse un fin de semana a Dublín.
Por las ventanas veíamos que la nieve ocupaba gran parte del norte peninsular, aunque un nada de tiempo las nieves lo cubrían todo, así que me centré en las últimas páginas del libro que estaba leyendo, Wilt de Tom Sharpe.
Unas dos horas más tarde y tras un coscorrón que era más que necesario, el cielo todavía algo nebuloso se fue abriendo poquito a poco dejando entrever las parcelas en bocage de pequeñas propiedades cercanas a la capital irlandesa. Se cumplía una de las estampas típica de la verde Irlanda. Son setos los que marcan la línea de demarcación entre propiedad y propiedad y en gran parte de ellas, casas.
Poco a poco nos aproximamos al Dublín que empezaba a verse por la ventanilla de mi izquierda adivinándose el área metropolitana de la misma.
El aeropuerto Dublin Airport o , en irlandés, Aerfort Bhaile Átha Cliath es amplio como pocos y que es, lógicamente, el principal aeropuerto del país, y que recibe una cifra muy alta de pasajeros a lo largo del año y que supera los 23 millones de pasajeros es además centro de operaciones de las compañías irlandesas Aer Lingus y Ryanair, cuyos aviones ocupaban gran parte de las pistas como Hub de esas compañías.
El Aeropuerto de Dublín fue inaugurado el 19 de enero de 1940 bajo el nombre de Aeropuerto de Collinstown. Fue diseñado para poder dar servicio a 100.000 pasajeros al año y la única compañía que operaba en éste era Aer Lingus, realizando el trayecto Dublín-Liverpool dos veces por semana.
En 1947, la holandesa KLM comenzó a operar en Dublín y a realizar vuelos con la Europa continental. A partir de 1950, la capacidad del aeropuerto comenzó a ser ridícula, por lo que desde 1970 el tráfico aéreo se ha ido incrementando exponencialmente y el aeropuerto ha sido reformado y ampliado en múltiples ocasiones. A finales de 2010 fue inaugurada la Terminal 2 y el aeropuerto está preparado para dar servicio a 35 millones de pasajeros anuales.
Llegamos alrededor de las 9 de la mañana y quedaban todavía hora y algo para salir rumbo Dublín. Una vez superado el trámite del control de pasajeros, previo a deshacernos de nuestro calzado. Y una vez pasado el control policial con el DNI, pues el pasaporte en casa estaba.
El aeropuerto estaba lleno. Está claro que tenemos un días más de la cuenta de descanso y tomamos dirección a cualquier parte del mundo.
Sin retraso el avión partió dirección Eire. Nada más salir notamos no pocas turbulencias que te hacen plantear que carajo haces a 10 metros de altura dejando la puerta abierta a dejar a tres hijos huérfanos por la tontería de irse un fin de semana a Dublín.
Por las ventanas veíamos que la nieve ocupaba gran parte del norte peninsular, aunque un nada de tiempo las nieves lo cubrían todo, así que me centré en las últimas páginas del libro que estaba leyendo, Wilt de Tom Sharpe.
Unas dos horas más tarde y tras un coscorrón que era más que necesario, el cielo todavía algo nebuloso se fue abriendo poquito a poco dejando entrever las parcelas en bocage de pequeñas propiedades cercanas a la capital irlandesa. Se cumplía una de las estampas típica de la verde Irlanda. Son setos los que marcan la línea de demarcación entre propiedad y propiedad y en gran parte de ellas, casas.
Poco a poco nos aproximamos al Dublín que empezaba a verse por la ventanilla de mi izquierda adivinándose el área metropolitana de la misma.
El aeropuerto Dublin Airport o , en irlandés, Aerfort Bhaile Átha Cliath es amplio como pocos y que es, lógicamente, el principal aeropuerto del país, y que recibe una cifra muy alta de pasajeros a lo largo del año y que supera los 23 millones de pasajeros es además centro de operaciones de las compañías irlandesas Aer Lingus y Ryanair, cuyos aviones ocupaban gran parte de las pistas como Hub de esas compañías.
El Aeropuerto de Dublín fue inaugurado el 19 de enero de 1940 bajo el nombre de Aeropuerto de Collinstown. Fue diseñado para poder dar servicio a 100.000 pasajeros al año y la única compañía que operaba en éste era Aer Lingus, realizando el trayecto Dublín-Liverpool dos veces por semana.
En 1947, la holandesa KLM comenzó a operar en Dublín y a realizar vuelos con la Europa continental. A partir de 1950, la capacidad del aeropuerto comenzó a ser ridícula, por lo que desde 1970 el tráfico aéreo se ha ido incrementando exponencialmente y el aeropuerto ha sido reformado y ampliado en múltiples ocasiones. A finales de 2010 fue inaugurada la Terminal 2 y el aeropuerto está preparado para dar servicio a 35 millones de pasajeros anuales.
Un buen aterrizaje nos llevo hasta la pista por donde descendimos hasta entrar en las instalaciones aeroportuarias. Fuimos al servicio y aprovechamos para comernos nuestros respectivos sandwiches.
Un larguísimo e interminable pasillo nos fue llevando hasta el exterior cosa que hicimos algo así como diez minutos después. Antes de salir unos carteles son presentaban imágenes de Dublín y de otros rincones de Irlanda como Galway, la calzada de los gigantes o el puente del medio penique. El caso es que salimos al exterior y allí nos esperaban diversas opciones para ir a Dublín.
Un larguísimo e interminable pasillo nos fue llevando hasta el exterior cosa que hicimos algo así como diez minutos después. Antes de salir unos carteles son presentaban imágenes de Dublín y de otros rincones de Irlanda como Galway, la calzada de los gigantes o el puente del medio penique. El caso es que salimos al exterior y allí nos esperaban diversas opciones para ir a Dublín.
Ya en España, un nos habían ofrecido un billete ida y vuelta a la capital por un valor de 15 euros. Sin embargo, ahora veíamos dos opciones. La primera era por la compañía Aircoach que solo realiza tres paradas en el trayecto: Drumcondra, O´Connell Street - nuestro destino- y Grafton Street ,junto al Trinity College. El precio es de 7€ por trayecto o 12€ comprando ida y vuelta y opera durante las 24 horas del día.
La otra opción es Airlink 747, una compañía de autobuses que te acerca al , eso sí, realizando más paradas y que , previamente te lleva por la zona portuaria y la parte del nuevo Dublín de negocios. Su precio era de 6€ por trayecto o 10€ comprando ida y vuelta operaba igualmente todo el día y la vuelta te servía hasta tres meses. Optamos por esta última.
La otra opción es Airlink 747, una compañía de autobuses que te acerca al , eso sí, realizando más paradas y que , previamente te lleva por la zona portuaria y la parte del nuevo Dublín de negocios. Su precio era de 6€ por trayecto o 10€ comprando ida y vuelta operaba igualmente todo el día y la vuelta te servía hasta tres meses. Optamos por esta última.
El autobús tenía dos plantas. Mi mujer se quedó abajo y yo me subí a la parte superior , pues quería ver el paisaje. Nada más salir el autobús hicimos una primera parada en la otra terminal y de allí tomamos la autovía. Estábamos a unos quince kilómetros del centro.
El autobús nos llevaba por un enorno verde muy urbanizado. Tras ello ví que tomábamos una autopista que nos introducía por un larguísimo tunel que nos llevaba hasta la zona portuaria de Dublín, que se veía decadente y con mucha herrumbre. Había naves o depósitos que parecían haber vivido momentos de gloria en otro tiempo.
El autobús nos llevaba por un enorno verde muy urbanizado. Tras ello ví que tomábamos una autopista que nos introducía por un larguísimo tunel que nos llevaba hasta la zona portuaria de Dublín, que se veía decadente y con mucha herrumbre. Había naves o depósitos que parecían haber vivido momentos de gloria en otro tiempo.
Sin embargo, tomamos una enorme avenida que nos llevaba hacia el área financiera de Dublín, el llamado distrito financiero , el International Financial Service Center, IFSC, que corre paralelo al río de la ciudad, el río Liffey. al norte de la ciudad . Emplea a 35.500 personas en más de 500 empresas y genera alrededor del 2,1 millones de euros. La Ley de Finanzas de 1987 permitió la clasificación de una zona exenta de leyes de impuestos normales.
La IFSC comprende el área entre Memorial Road, Amiens Street , Lower Sheriff Street(incluyendo parte de Crinan Strand), Guild Street, y el río Liffey a lo largo de North Wall Quay y Custom House Quay. Distritos adyacentes incluyen East Wall al norte y Spencer Dock hacia el este, el Custom House ,el centro de la ciudad se encuentran al oeste a lo largo de la Store Street y la calle Abbey .
Desde el autocar se veían oficinas, instituciones educativas- el National College of Ireland-, viviendas, restaurantes y tiendas e instituciones financieras como Allied Irish Bank o el Citibank , Commerzbank y Sumitomo , así como las principales empresas de comercio internacional tales como SIG . La crisis financiera afectó a la posición de este distrito entre 2009 y 2014, pero ahora parecen haber salido de la crisis. De cualquier manera en esta época de excesos no hay ciudad que no se precie de tener una obra o un puente de Calatrava.
Desde el autobús que se desplazaba por North Wall Quay vi el Puente Samuel Beckett que une Macken Street en el lado sur del río Liffey, con Guild Street y North Wall Quay, en la zona de los Docklands de Dublín. El puente atirantado en blanco como casi todos, costó 60 millones de euros, y llamado Samuel Beckett en honor del escritor irlandés, fue abierto oficialmente a los peatones el 10 de diciembre de 2009 por el Lord Mayor de Dublín, Emer Costello. Tiene forma del mástil y sus cables se dice que evocan la imagen de un arpa acostada en la orilla (el arpa céltica símbolo nacional de Irlanda...y de la Guinness).
Después nos desviamos por Commons Street , Mayor Street Lower, Sheriff Street Lower, Talbot Street, Gardiner Street Como había calles cortadas por obras para llegar a O´Cornell Street pasamos por una animada calle , la Parnell Square hasta llegar al Gate Theater con su Teatro de la Rotonda. Llegamos a O´Connell Street Upper para bajarnos cerca de The Spire.
Bajamos por la calle principal - por lo comercial- de Dublín hasta localizar la Abbey Street Middle en donde estaba nuestro hotel, de nombre Abbey Hotel.
Curiosamente para acceder al hotel teníamos que entrar por un pub, The Jolly Monk. Con un fuerte acento nos comentaron que nos daban la habitación en un momento. Nos ofrecieron esperar , pues tenían que transformar tres camas en dos.
Mientras esperábamos el camarenos nos ofreció un café, no caí en ese momento que podía ser irlandés, pero chicos estábamos en Irlanda así que pedimos one Pint of Guinness. Magnífica, y un mapa de la ciudad para movernos libremente.
Al terminarla tenían nuestra habitación preparada. Subimos , deshicimos las maletas en nada de tiempo y optamos por hacer un planning para le día. Opciones varias, pero finalmente optamos por dos: o ir a la cárcel de Dublín que estaba a las afueras , o a Temple Bar, pues mañana recorreríamos el Trinity College.
Nos decantamos por la zona de Temple Bar , así que bajamos hasta llegar a Liffey Street , una calle bastante comercial con bares y restaurantes hasta desembocar en el río , y más concretamente en el Ha'penny Bridge o Puente del Medio Penique, un puente peatonal construido en 1816 sobre el río Liffey, en Dublín (Irlanda).
En origen se llamó "Wellington Bridge" (en honor a Arthur Wellesley, primer Duque de Wellington), pero acabó obteniendo su nombre actual de dos hechos. Su forma, similar al canto de una moneda de medio penique y el peaje, que en un principio bastante antiguo era de esa cantidad (y posteriormente de un penique entero).
Este peaje dejó de cobrarse en 1919. Fue construido en 1816, con un proyecto de John Winsor, J.C. Beresford y William Wals, que trazaban el primer puente de hierro de Irlanda con un estilo ecléctico y modernista, aprovechando las posibilidades expresivas del hierro. Su longitud es de 43 m y su gálibo máximo, de 3,35 m. El hierro fue forjado en Coalbrookdale, lugar mítico en su relación con los puentes de hierro al ser la ubicación del primer puente de hierro de la historia, el Ironbridge. Es uno de los rincones más pintorescos de la ciudad con sus barrotes de hierro pintados de blanco. Siempre ha sido considerado el gran punto de encuentro de las parejas de enamorados (tampoco este puente se ha librado de la moda de los candados).
Half Penny Bridge fue el primer puente de Dublín y el único hasta el año 2000, cuando fue inaugurado el Millenium Bridge. El tercer puente sobre el Liffey en Dublín es el moderno y vanguardista James Joyce Bridge, bautizado así en honor del autor de la mítica novela Ulisses, que fue diseñado por el arquitecto español Santiago Calatrava.
Un vez cruzado el puente pasamos hasta Merchant´s Arch una estrecha callejuela que te lleva al corazón del barrio de Temple Bar. Nada más llegar una actuación en directo en la esquina con Fleet Street, en la plaza de Crown Alley. Un grupo, unos futuros U2 que sonaban fenomenal.
Desde allí doblamos para Cope Street. Nos fijamos en las fachadas que invitaban a la música por doquier.
Bajamos hasta Fowner Street Upper o Cecilia Street,- no lo tengo muy claro, pero yo creo que era esta última- y bajando unos metros hasta que llegamos hasta la meca de los pubs irlandeses: The Temple Bar. ¡Ambientazo a tope!, Beer and live music. Fotos en la esquina del bar, ¡qué menos!. No había , eso sí, manera de entrar. ¡Sábado en la tarde!
Desde allí marchamos por Essex Street viendo a derecha e izquierda pubs y sitios para comer, así como alguna tienda de souvenirs. Nos desviamos antes de cruzarla al completo para llegar al museo de la música, en cuya placita había un mercado de comida orgánica en la que vendían comida étnica de México, Marruecos y otros lugares.
Tras dejar a un lado The Clarence Hotel, el hotel rehabilitado y propiedad de Bono hasta llegar a Essex Gate y derivar a uno de los mejores pub dublineses: The Porter House. Le echamos el ojo para ir a tomar esta tarde una "birrita".
Desde allí subimos por Parliament Street - por cuya calle bajo el mismísimo JFK en 1963- hasta llegar al Edificio del City Hall de estilo Georgiano, léase en Dublin el Neoclásico.
Tras ver la fachada, marchamos por Lord Edward Street y vimos alguna tienda de souvenir con camisetas de rugby hasta culminar en The Cathedral of the holy Trinity o Christ Church Cathedral, entrando por aquí en la zona vikinga originaria de la ciudad.
Desde el autocar se veían oficinas, instituciones educativas- el National College of Ireland-, viviendas, restaurantes y tiendas e instituciones financieras como Allied Irish Bank o el Citibank , Commerzbank y Sumitomo , así como las principales empresas de comercio internacional tales como SIG . La crisis financiera afectó a la posición de este distrito entre 2009 y 2014, pero ahora parecen haber salido de la crisis. De cualquier manera en esta época de excesos no hay ciudad que no se precie de tener una obra o un puente de Calatrava.
Después nos desviamos por Commons Street , Mayor Street Lower, Sheriff Street Lower, Talbot Street, Gardiner Street Como había calles cortadas por obras para llegar a O´Cornell Street pasamos por una animada calle , la Parnell Square hasta llegar al Gate Theater con su Teatro de la Rotonda. Llegamos a O´Connell Street Upper para bajarnos cerca de The Spire.
Bajamos por la calle principal - por lo comercial- de Dublín hasta localizar la Abbey Street Middle en donde estaba nuestro hotel, de nombre Abbey Hotel.
Curiosamente para acceder al hotel teníamos que entrar por un pub, The Jolly Monk. Con un fuerte acento nos comentaron que nos daban la habitación en un momento. Nos ofrecieron esperar , pues tenían que transformar tres camas en dos.
Mientras esperábamos el camarenos nos ofreció un café, no caí en ese momento que podía ser irlandés, pero chicos estábamos en Irlanda así que pedimos one Pint of Guinness. Magnífica, y un mapa de la ciudad para movernos libremente.
Al terminarla tenían nuestra habitación preparada. Subimos , deshicimos las maletas en nada de tiempo y optamos por hacer un planning para le día. Opciones varias, pero finalmente optamos por dos: o ir a la cárcel de Dublín que estaba a las afueras , o a Temple Bar, pues mañana recorreríamos el Trinity College.
Nos decantamos por la zona de Temple Bar , así que bajamos hasta llegar a Liffey Street , una calle bastante comercial con bares y restaurantes hasta desembocar en el río , y más concretamente en el Ha'penny Bridge o Puente del Medio Penique, un puente peatonal construido en 1816 sobre el río Liffey, en Dublín (Irlanda).
En origen se llamó "Wellington Bridge" (en honor a Arthur Wellesley, primer Duque de Wellington), pero acabó obteniendo su nombre actual de dos hechos. Su forma, similar al canto de una moneda de medio penique y el peaje, que en un principio bastante antiguo era de esa cantidad (y posteriormente de un penique entero).
Este peaje dejó de cobrarse en 1919. Fue construido en 1816, con un proyecto de John Winsor, J.C. Beresford y William Wals, que trazaban el primer puente de hierro de Irlanda con un estilo ecléctico y modernista, aprovechando las posibilidades expresivas del hierro. Su longitud es de 43 m y su gálibo máximo, de 3,35 m. El hierro fue forjado en Coalbrookdale, lugar mítico en su relación con los puentes de hierro al ser la ubicación del primer puente de hierro de la historia, el Ironbridge. Es uno de los rincones más pintorescos de la ciudad con sus barrotes de hierro pintados de blanco. Siempre ha sido considerado el gran punto de encuentro de las parejas de enamorados (tampoco este puente se ha librado de la moda de los candados).
Half Penny Bridge fue el primer puente de Dublín y el único hasta el año 2000, cuando fue inaugurado el Millenium Bridge. El tercer puente sobre el Liffey en Dublín es el moderno y vanguardista James Joyce Bridge, bautizado así en honor del autor de la mítica novela Ulisses, que fue diseñado por el arquitecto español Santiago Calatrava.
Un vez cruzado el puente pasamos hasta Merchant´s Arch una estrecha callejuela que te lleva al corazón del barrio de Temple Bar. Nada más llegar una actuación en directo en la esquina con Fleet Street, en la plaza de Crown Alley. Un grupo, unos futuros U2 que sonaban fenomenal.
Desde allí doblamos para Cope Street. Nos fijamos en las fachadas que invitaban a la música por doquier.
Bajamos hasta Fowner Street Upper o Cecilia Street,- no lo tengo muy claro, pero yo creo que era esta última- y bajando unos metros hasta que llegamos hasta la meca de los pubs irlandeses: The Temple Bar. ¡Ambientazo a tope!, Beer and live music. Fotos en la esquina del bar, ¡qué menos!. No había , eso sí, manera de entrar. ¡Sábado en la tarde!
Desde allí marchamos por Essex Street viendo a derecha e izquierda pubs y sitios para comer, así como alguna tienda de souvenirs. Nos desviamos antes de cruzarla al completo para llegar al museo de la música, en cuya placita había un mercado de comida orgánica en la que vendían comida étnica de México, Marruecos y otros lugares.
Tras dejar a un lado The Clarence Hotel, el hotel rehabilitado y propiedad de Bono hasta llegar a Essex Gate y derivar a uno de los mejores pub dublineses: The Porter House. Le echamos el ojo para ir a tomar esta tarde una "birrita".
Desde allí subimos por Parliament Street - por cuya calle bajo el mismísimo JFK en 1963- hasta llegar al Edificio del City Hall de estilo Georgiano, léase en Dublin el Neoclásico.
Tras ver la fachada, marchamos por Lord Edward Street y vimos alguna tienda de souvenir con camisetas de rugby hasta culminar en The Cathedral of the holy Trinity o Christ Church Cathedral, entrando por aquí en la zona vikinga originaria de la ciudad.
Es la más antigua de las dos catedrales medievales de la ciudad, siendo la otra la Catedral de San Patricio. Ha sido la sede del arzobispo de Dublín (actualmente parte de la Iglesia de Irlanda, de confesión anglicana) desde los tiempos medievales y está consagrada a la Trinidad.
La catedral fue construida en 1028 por el rey Sigtrygg Silkiskegg, rey vikingo que se enamoraró de una tal Lucyna Tramye, de Dublín. Probablemente era una especie de isla dependiente del arzobispado de Canterbury. Se situó en un terreno alto desde el que se observaba el asentamiento vikingo Wood Quay.
San Lorenzo O´Toole, que fue en 1152 el primer arzobispo irlandés, comenzó la ampliación y reconstrucción de la catedral nórdica. Cuando los normandos de Inglaterra se apoderaron de gran parte de Irlanda, la antigua catedral nórdica fue reemplazada por una anglonormanda por iniciativa del arzobispo John Cumin, que incluiría una mezcla de estilos románico y gótico. Esta catedral poseía una gran número de criptas utilizadas como cimientos, lo que implicó la inestabilidad del edificio y a la postre derrumbes, así como constantes reparaciones.
Durante la época victoriana, entre 1871 y 1878, el templo experimentó una restauración significativa coordinada por George Edmund Street, que evitó el derrumbe de algunas de sus partes pero a la vez representó un cambio drástico de la obra medieval, de modo que en la actualidad puede resultar difícil distinguir las decoraciones de las diferentes épocas.
La catedral fue utilizada en 1487 para la coronación de Lambert Simnel como "Eduardo VI", un pretendiente al trono británico que intentó, sin éxito, derrocar a Enrique VII de Inglaterra, aun que también se ha utilizado para grabar algunas escenas de la serie Los Tudor..
La catedral dice contener la tumba de Richard FitzGilbert de Clare, más conocido como Strongbow, uno de los príncipales líderes de la invasión normanda, que llegó a Irlanda a invitación del rey Dermot MacMurrough y cuya llegada marca el inicio de la intervención inglesa en Irlanda. Al igual que otros aspectos de esta catedral, la tumba de la nave no es realmente la de Strongbow: La tumba original fue destruida hace siglos y otra tumba medieval fue trasladada al poco tiempo desde Drogheda a la catedral, colocada en el sitio de la original e identificada como tal.
En la Edad Media se prestaba juramento ante la tumba de Strongbow, según indican los registros de la catedral. La capilla de San Lorenzo O´Toole contiene el corazón de este obispo, que ha sido robado en un extraño robo.
La catedral contiene la cripta catedralicia más grande de las Islas Británicas. Ha sido rehabilitada recientemente y se halla en la actualidad abierta al público. Contiene varios objetos históricos, una escultura que hasta finales del siglo XVIII se encontraba a las afueras del Tholsel (el ayuntamiento medieval de Dublín, que ya no existe) y un conjunto de círios que fueron utilizados en la última ocasión en que la Catedral fue usada bajo el rito Católico romano, cuando el rey Jacobo II de Inglaterra, tras huir de Inglaterra en 1690, se dirigió a Irlanda para luchar por el trono y acudió a una misa solemne en la Catedral.
En la actualidad, el Vaticano reconoce a la Catedral de la Santísima Trinidad como la catedral oficial de la ciudad, por lo que la sede de la Diócesis Católica de Dublín, la Iglesia de Santa María, es conocida como una Pro-catedral.
La Iglesia Catedral de Cristo es conocida por tener al menos una campana desde 1038. En 1440 se tiene constancia de que había tres grandes campanas en la torre, sin embargo en 1603 una explosión accidental de pólvora en uno de los muelles cercanos dañó la torre y provocó que las campanas se rompieran. Dicha explosión dañó también la torre de la cercana iglesia de San Audoen.
En 1670 se hicieron seis nuevas campanas para la torre fundiendo varios cañones. El número aumentó a ocho en 1738 y a doce en 1878. El incremento más reciente tuvo lugar en 1999 cuando se añadieron siete campanas, dando un total de 19 campanas. Este es el récord del mundo para el Guinness.
Tras pasear por el entorno y ver restos de sus antiguas construcciones sitas en los jardines externos tuvimos que decidir entre ir a la Catedral de San Patricio o a la Central de la Guinness y , bueno, pues optamos por la fábrica, no sin antes ver frente por frente el edifico de Dublinia , el Museo de Historia de la ciudad.
Marchamos por la calle alta o High Street o Thomas Street, dejando a un lado la St. Audoen´s Street que tiene en la misma la Iglesia de St Audoen´s, declarada monumento nacional, fue construida entre 1181 y 1212 y es una de las iglesias medievales más antiguas de Irlanda.
Dedicada a San Audoen, obispo de Rouen y patrón de Normandía en el siglo VII, hoy en día la iglesia continúa cumpliendo con sus funciones eclesiásticas a pesar del paso de los años.
Tras su muerte en el año 684, Audoen, obispo de Rouen, fue enterrado en el terreno que años más tarde ocuparía la iglesia que le fue dedicada. Tras su construcción en 1212, la iglesia comenzó a cobrar gran importancia en la vida eclesiástica y civil de la ciudad.
El siglo XIV fue una época de prosperidad para la iglesia que, al ver incrementado considerablemente el número de fieles de su parroquia, decidió aumentar el tamaño de la iglesia en el siglo XV. Se crearon entonces la Capilla de Santa Ana y la Capilla de la Bendita Virgen María.
En 1773, debido a la disminución de la congregación, decidieron quitar el techo de una de las zonas de la iglesia. Cincuenta años después le ocurrió lo mismo a la Capilla de Santa Ana, que también quedó a la intemperie.
Después de tantos años, hoy en día la Iglesia de San Audoen continúa siendo el lugar de recogimiento de los fieles de su parroquia y un importante templo medieval.
Marchando después al almacén de Guinness (Guinness Storehouse) fue construido en 1904 para ser utilizado como lugar de fermentación de la cerveza Guinness. El edificio cumplió con su cometido hasta 1988 y en el año 2000 abrió sus puertas al público para mostrar sus exposiciones.
Tras tener ciertas dudas sobre sí entrar esta tarde o mañana, optamos por esperar un cola en la calle y un gran cola en el interior. Pero bueno, 15 € por cabeza entramos.
Para comenzar bien la visita, en la planta baja del edificio principal (con forma de enorme pinta de cerveza) se puede ver una copia del contrato de arrendamiento de la cervecería por 9.000 años. Fue firmado por el fundador Arthur Guinness en 1759.
La cerveza Guinness es para los irlandeses todo un símbolo nacional. Es realmente rara la ocasión en la que una bebida alcohólica se identifica con una nación y este es un caso. Esta cerveza negra, de estilo Stout, lleva compartiendo vida y alegrías con Dublín desde 1725 y hoy forma parte imprescindible del paisaje urbano de la capital, pero no sólo: es también parte imprescindible en cualquier pub, aliño alimenticio y reunión familiar.
Avanzando hacia el interior del almacén puede contemplarse una llamativa exposición sobre los cuatro ingredientes que componen la cerveza. Simplemente agua, lúpulo, cebada y levadura combinados a la perfección son capaces de conseguir un sabor tan especial.
La catedral fue construida en 1028 por el rey Sigtrygg Silkiskegg, rey vikingo que se enamoraró de una tal Lucyna Tramye, de Dublín. Probablemente era una especie de isla dependiente del arzobispado de Canterbury. Se situó en un terreno alto desde el que se observaba el asentamiento vikingo Wood Quay.
San Lorenzo O´Toole, que fue en 1152 el primer arzobispo irlandés, comenzó la ampliación y reconstrucción de la catedral nórdica. Cuando los normandos de Inglaterra se apoderaron de gran parte de Irlanda, la antigua catedral nórdica fue reemplazada por una anglonormanda por iniciativa del arzobispo John Cumin, que incluiría una mezcla de estilos románico y gótico. Esta catedral poseía una gran número de criptas utilizadas como cimientos, lo que implicó la inestabilidad del edificio y a la postre derrumbes, así como constantes reparaciones.
Durante la época victoriana, entre 1871 y 1878, el templo experimentó una restauración significativa coordinada por George Edmund Street, que evitó el derrumbe de algunas de sus partes pero a la vez representó un cambio drástico de la obra medieval, de modo que en la actualidad puede resultar difícil distinguir las decoraciones de las diferentes épocas.
La catedral fue utilizada en 1487 para la coronación de Lambert Simnel como "Eduardo VI", un pretendiente al trono británico que intentó, sin éxito, derrocar a Enrique VII de Inglaterra, aun que también se ha utilizado para grabar algunas escenas de la serie Los Tudor..
La catedral dice contener la tumba de Richard FitzGilbert de Clare, más conocido como Strongbow, uno de los príncipales líderes de la invasión normanda, que llegó a Irlanda a invitación del rey Dermot MacMurrough y cuya llegada marca el inicio de la intervención inglesa en Irlanda. Al igual que otros aspectos de esta catedral, la tumba de la nave no es realmente la de Strongbow: La tumba original fue destruida hace siglos y otra tumba medieval fue trasladada al poco tiempo desde Drogheda a la catedral, colocada en el sitio de la original e identificada como tal.
En la Edad Media se prestaba juramento ante la tumba de Strongbow, según indican los registros de la catedral. La capilla de San Lorenzo O´Toole contiene el corazón de este obispo, que ha sido robado en un extraño robo.
La catedral contiene la cripta catedralicia más grande de las Islas Británicas. Ha sido rehabilitada recientemente y se halla en la actualidad abierta al público. Contiene varios objetos históricos, una escultura que hasta finales del siglo XVIII se encontraba a las afueras del Tholsel (el ayuntamiento medieval de Dublín, que ya no existe) y un conjunto de círios que fueron utilizados en la última ocasión en que la Catedral fue usada bajo el rito Católico romano, cuando el rey Jacobo II de Inglaterra, tras huir de Inglaterra en 1690, se dirigió a Irlanda para luchar por el trono y acudió a una misa solemne en la Catedral.
En la actualidad, el Vaticano reconoce a la Catedral de la Santísima Trinidad como la catedral oficial de la ciudad, por lo que la sede de la Diócesis Católica de Dublín, la Iglesia de Santa María, es conocida como una Pro-catedral.
La Iglesia Catedral de Cristo es conocida por tener al menos una campana desde 1038. En 1440 se tiene constancia de que había tres grandes campanas en la torre, sin embargo en 1603 una explosión accidental de pólvora en uno de los muelles cercanos dañó la torre y provocó que las campanas se rompieran. Dicha explosión dañó también la torre de la cercana iglesia de San Audoen.
En 1670 se hicieron seis nuevas campanas para la torre fundiendo varios cañones. El número aumentó a ocho en 1738 y a doce en 1878. El incremento más reciente tuvo lugar en 1999 cuando se añadieron siete campanas, dando un total de 19 campanas. Este es el récord del mundo para el Guinness.
Tras pasear por el entorno y ver restos de sus antiguas construcciones sitas en los jardines externos tuvimos que decidir entre ir a la Catedral de San Patricio o a la Central de la Guinness y , bueno, pues optamos por la fábrica, no sin antes ver frente por frente el edifico de Dublinia , el Museo de Historia de la ciudad.
Marchamos por la calle alta o High Street o Thomas Street, dejando a un lado la St. Audoen´s Street que tiene en la misma la Iglesia de St Audoen´s, declarada monumento nacional, fue construida entre 1181 y 1212 y es una de las iglesias medievales más antiguas de Irlanda.
Dedicada a San Audoen, obispo de Rouen y patrón de Normandía en el siglo VII, hoy en día la iglesia continúa cumpliendo con sus funciones eclesiásticas a pesar del paso de los años.
Tras su muerte en el año 684, Audoen, obispo de Rouen, fue enterrado en el terreno que años más tarde ocuparía la iglesia que le fue dedicada. Tras su construcción en 1212, la iglesia comenzó a cobrar gran importancia en la vida eclesiástica y civil de la ciudad.
El siglo XIV fue una época de prosperidad para la iglesia que, al ver incrementado considerablemente el número de fieles de su parroquia, decidió aumentar el tamaño de la iglesia en el siglo XV. Se crearon entonces la Capilla de Santa Ana y la Capilla de la Bendita Virgen María.
En 1773, debido a la disminución de la congregación, decidieron quitar el techo de una de las zonas de la iglesia. Cincuenta años después le ocurrió lo mismo a la Capilla de Santa Ana, que también quedó a la intemperie.
Después de tantos años, hoy en día la Iglesia de San Audoen continúa siendo el lugar de recogimiento de los fieles de su parroquia y un importante templo medieval.
Marchando después al almacén de Guinness (Guinness Storehouse) fue construido en 1904 para ser utilizado como lugar de fermentación de la cerveza Guinness. El edificio cumplió con su cometido hasta 1988 y en el año 2000 abrió sus puertas al público para mostrar sus exposiciones.
Tras tener ciertas dudas sobre sí entrar esta tarde o mañana, optamos por esperar un cola en la calle y un gran cola en el interior. Pero bueno, 15 € por cabeza entramos.
Para comenzar bien la visita, en la planta baja del edificio principal (con forma de enorme pinta de cerveza) se puede ver una copia del contrato de arrendamiento de la cervecería por 9.000 años. Fue firmado por el fundador Arthur Guinness en 1759.
La cerveza Guinness es para los irlandeses todo un símbolo nacional. Es realmente rara la ocasión en la que una bebida alcohólica se identifica con una nación y este es un caso. Esta cerveza negra, de estilo Stout, lleva compartiendo vida y alegrías con Dublín desde 1725 y hoy forma parte imprescindible del paisaje urbano de la capital, pero no sólo: es también parte imprescindible en cualquier pub, aliño alimenticio y reunión familiar.
Avanzando hacia el interior del almacén puede contemplarse una llamativa exposición sobre los cuatro ingredientes que componen la cerveza. Simplemente agua, lúpulo, cebada y levadura combinados a la perfección son capaces de conseguir un sabor tan especial.
En la primera planta la audio guía acompaña a los visitantes a través del proceso de elaboración de la cerveza. Una gran sala contiene la antigua maquinaria que se utilizaba en la fábrica: un molino, un tostadero, un alambique y barriles gigantes de madera.
También puede observarse el mundo del transporte que rodea a la cerveza Guinness desde el pasado, cuando los barriles eran transportados río arriba en barco. Una gran zona está destinada a los maestros toneleros, un oficio de gran importancia pero lleno de sacrificios.
También puede observarse el mundo del transporte que rodea a la cerveza Guinness desde el pasado, cuando los barriles eran transportados río arriba en barco. Una gran zona está destinada a los maestros toneleros, un oficio de gran importancia pero lleno de sacrificios.
La segunda planta invita a un recorrido por las campañas publicitarias de Guinness a lo largo de la historia. Una de las campañas más llamativas fue la realizada en 1916 en la que se arrojaron miles de botellas con sus respectivos mensajes en el mar. Decenas de años después, las botellas continuaban apareciendo para sorpresa de los que las encontraban.
En la tercera planta se ofrece la posibilidad de ver una enorme estatua y, como hicimos nosotros, entramos en una inmensa sala con su bar para tomarnos una Guinness viendo el Eire - England (10-21, final) del Seis naciones, posiblemente en el mismo sitio en el que Obama y su mujer se tomaron una pinta en enero de 2012. Todo un placer.
Avanzando una planta más, una exposición relata la historia del edificio desde el año 1904 hasta su conversión en un centro de visitantes en el año 2000.
En la quinta planta se brinda a los visitantes la posibilidad de tirar su propia pinta, haciéndoles entrega de un diploma que acredita su destreza. Un apartado dedicado a John Gilroy muestra las exitosas campañas publicitarias que creó desde 1930 hasta 1960.
La visita finaliza en la azotea del edificio, en el conocido como Gravity Bar, un agradable lugar desde el que se pueden admirar las vistas de la ciudad degustando una pinta, cortesía de la casa.
Dos curiosidades El arpa, actual símbolo de Irlanda, es una marca registrada de Guinness. Cuando el gobierno quiso utilizarla como símbolo nacional tuvo que hacerlo colocándola de forma invertida. El conocidísimo Libro Guinness de los Records también tiene relación con la compañía cervecera, tuvo sus inicios en una pequeña disputa sobre qué pájaro volaba más rápido.
Una vez terminado la visita y encontrar un símbolo "illuminati" a la que fotografiamos, marchamos a la city. Nuestra intención es llegar a la zona de Temple Bar para cenar. paramos antes en un Dealz para comprar unas patatas, que después de tanta cerveza venía bien.
Tras esto paramos en St Audoen en una iglesia católica situada en High Street en Cornmarket que ahora es el hogar de la capellanía de Polonia en Irlanda. Entramos en la iglesia fue construida entre 1841 y 1847 para el diseño de Patrick Byrne quien también diseñó la cercana Iglesia de San Pablo en Arran Quay y de la Iglesia de la Inmaculada Concepción (Adán y Eva) en Merchants Quay. Una cúpula central situada sobre el crucero de la nave era la principal característica externa de la iglesia hasta que se derrumbó en 1880 y fue sustituido por un techo plano. En 1898, el pórtico incluyendo la plaza al frente y rejas fue añadido por George Ashlin.
Frente a iglesia vimos los lienzos de las murallas medievales de la ciudad de Dublín. que se tirarían alrededor de la mitad del siglo XIX.
Optamos por recorrer por la Lord Edward Street para ir a la zona de Temple bar pero paramos en The Porter House.
El Porterhouse en Temple Bar abrió sus puertas en 1996 como la primera cervecería pub de Dublín. Se trata de una cervecería artesanal con varias plantas. Allí me pedí una blanca - por supuesto - una half pint. mientras veíamos los resultados electorales de los comicios del día anterior.
Se trata de un pub que reaccionó a la gran pérdida producida en el siglo XIX de cervecería artesanas, ante el empuje y casi monopolio de algunas marcas.
Lo cierto es que a principios de ese siglo había más de doscientas fábricas de cerveza en el país, que producían una amplia gama de cerveza irlandesa . Pero este número se redujo significativamente en el siglo XX debido a la posición poderosa de unas pocas cervecerías. Fue en este ambiente de recuperación lo que llevó en 1989 a Liam La Hart y Oliver Hughes ha comprar un edificio destartalado en Bray , County Wicklow , que se convirtió en la primera Porterhouse. En 1996, esos mismo hombres apostaron por la Porterhouse en el área del Temple Bar.
Tras esto paseamos por Temple Bar. El objetivo era localizar un sitio para cenar. Nos fijamos en precios, pero sobre too en que la ciudad estaba lena de gente por la calle, entre ellos muchos españoles. Todos los pub parecían a reventar.
Pasamos por varios pubs, muchos ellos con música en directo . Completo, completo, completo,...Una pena pues invitaban a entrar por su ambiente, su música. paramos a escuchar a músicos. la esquina seguía ocupada ahora por otra banda.
Hicimos ademán de entrar en algunos public house, o pubs, pero nada a tope. Le echamos el ojo a uno, pero nos daba cuarenta minutos. Fuimos a un Jazz Café, pero sin reserva no había sitio. I´m sorry, says. Optamos por cruzar el puente de medio penique y marchamos a nuestro barrio.
Por la Liffey Street no había lugar, así que llegamos a nuestra calle y descubrimos dos cosas. Por un lado, La Academy de Abbie era un centro de atracción de jóvenes. y un local para cenar que se llamaba The Oval Pub.
Leímos una placa que había en la puerta y que decía como el edificio desapareció durante la revolución independentista de Domingo de Pascua. Antes de entrar fuimos por la Cornnell arriba para localizar la Spina y frente al mismo descubrimos el edificio de Correos centro de la revuelta irlandesa en cuyos soportales unas voluntarios repartían comida a muchos homeless.
Tras valorar la situación fuimos a cenar al Oval. Mientras cenamos fish and Chips y el Traditional Irish Stew- el típico guiso de cordero con patatas y zanahoria - acompañado por una beer. Establecida en 1820, The Oval Bar es un auténtico pub irlandés situado en un lugar idílico en el corazón de la ciudad de Dublín. Ubicado en un hermoso edificio de estilo victoriano con la mayor parte de sus elementos originales todavía intacto, el óvalo es el lugar perfecto para escapar del ajetreo y el bullicio agitado de la ciudad fuera.
Ubicado en la calle Middle Abbey justo en el centro de la vida comercial de la ciudad. Presentaba más de 3 pisos y es que es el único establecimiento autorizado en la zona de Abbey Street que ha permanecido en el mismo lugar desde su primera licencia en 1822 cuando era la segunda ciudad del Imperio Británico. Más tarde se convirtió en el pub de los periodistas aprovechando la cercanía de la sede de los diarios dublineses como The Nation y The Independent o The Evening Telegraph, además del Sporting News y The Freeman's Journal . Durantela cena jugaban el Betis y el Rayo, y el partido pasó de 2 -0 a un 2-2, mientras el Osasuna metía un gol al Córdoba en el descuento.
Tras pasear un poco por la Cornnell Street y por la Abbey Street Lower pasando por el Peacock Theatre, una calle ancha , pero solitaria adecuada para bajar la comida llegamos hasta la cercanía de un edificio que yo pensaba inicialmente que era The Post. Craso error, pues era la Aduana.
Tras el paseíto nos marchamos al hotel, no sin antes descubrir que nuestro hotel estaba al lado de un espacio escénico muy importante para Dublín, The Academy en donde la compañía ICW: Insane Championship Wrestling con dos espectáculos, The Big Elbowski, y It's Just A Big Stereo Hangin' From A Tree. No se de que van. Mañana será otro día. Buenas noches.
Tras esto paramos en St Audoen en una iglesia católica situada en High Street en Cornmarket que ahora es el hogar de la capellanía de Polonia en Irlanda. Entramos en la iglesia fue construida entre 1841 y 1847 para el diseño de Patrick Byrne quien también diseñó la cercana Iglesia de San Pablo en Arran Quay y de la Iglesia de la Inmaculada Concepción (Adán y Eva) en Merchants Quay. Una cúpula central situada sobre el crucero de la nave era la principal característica externa de la iglesia hasta que se derrumbó en 1880 y fue sustituido por un techo plano. En 1898, el pórtico incluyendo la plaza al frente y rejas fue añadido por George Ashlin.
Frente a iglesia vimos los lienzos de las murallas medievales de la ciudad de Dublín. que se tirarían alrededor de la mitad del siglo XIX.
Optamos por recorrer por la Lord Edward Street para ir a la zona de Temple bar pero paramos en The Porter House.
El Porterhouse en Temple Bar abrió sus puertas en 1996 como la primera cervecería pub de Dublín. Se trata de una cervecería artesanal con varias plantas. Allí me pedí una blanca - por supuesto - una half pint. mientras veíamos los resultados electorales de los comicios del día anterior.
Se trata de un pub que reaccionó a la gran pérdida producida en el siglo XIX de cervecería artesanas, ante el empuje y casi monopolio de algunas marcas.
Lo cierto es que a principios de ese siglo había más de doscientas fábricas de cerveza en el país, que producían una amplia gama de cerveza irlandesa . Pero este número se redujo significativamente en el siglo XX debido a la posición poderosa de unas pocas cervecerías. Fue en este ambiente de recuperación lo que llevó en 1989 a Liam La Hart y Oliver Hughes ha comprar un edificio destartalado en Bray , County Wicklow , que se convirtió en la primera Porterhouse. En 1996, esos mismo hombres apostaron por la Porterhouse en el área del Temple Bar.
Tras esto paseamos por Temple Bar. El objetivo era localizar un sitio para cenar. Nos fijamos en precios, pero sobre too en que la ciudad estaba lena de gente por la calle, entre ellos muchos españoles. Todos los pub parecían a reventar.
Pasamos por varios pubs, muchos ellos con música en directo . Completo, completo, completo,...Una pena pues invitaban a entrar por su ambiente, su música. paramos a escuchar a músicos. la esquina seguía ocupada ahora por otra banda.
Hicimos ademán de entrar en algunos public house, o pubs, pero nada a tope. Le echamos el ojo a uno, pero nos daba cuarenta minutos. Fuimos a un Jazz Café, pero sin reserva no había sitio. I´m sorry, says. Optamos por cruzar el puente de medio penique y marchamos a nuestro barrio.
Por la Liffey Street no había lugar, así que llegamos a nuestra calle y descubrimos dos cosas. Por un lado, La Academy de Abbie era un centro de atracción de jóvenes. y un local para cenar que se llamaba The Oval Pub.
Leímos una placa que había en la puerta y que decía como el edificio desapareció durante la revolución independentista de Domingo de Pascua. Antes de entrar fuimos por la Cornnell arriba para localizar la Spina y frente al mismo descubrimos el edificio de Correos centro de la revuelta irlandesa en cuyos soportales unas voluntarios repartían comida a muchos homeless.
Tras valorar la situación fuimos a cenar al Oval. Mientras cenamos fish and Chips y el Traditional Irish Stew- el típico guiso de cordero con patatas y zanahoria - acompañado por una beer. Establecida en 1820, The Oval Bar es un auténtico pub irlandés situado en un lugar idílico en el corazón de la ciudad de Dublín. Ubicado en un hermoso edificio de estilo victoriano con la mayor parte de sus elementos originales todavía intacto, el óvalo es el lugar perfecto para escapar del ajetreo y el bullicio agitado de la ciudad fuera.
Ubicado en la calle Middle Abbey justo en el centro de la vida comercial de la ciudad. Presentaba más de 3 pisos y es que es el único establecimiento autorizado en la zona de Abbey Street que ha permanecido en el mismo lugar desde su primera licencia en 1822 cuando era la segunda ciudad del Imperio Británico. Más tarde se convirtió en el pub de los periodistas aprovechando la cercanía de la sede de los diarios dublineses como The Nation y The Independent o The Evening Telegraph, además del Sporting News y The Freeman's Journal . Durantela cena jugaban el Betis y el Rayo, y el partido pasó de 2 -0 a un 2-2, mientras el Osasuna metía un gol al Córdoba en el descuento.
Tras pasear un poco por la Cornnell Street y por la Abbey Street Lower pasando por el Peacock Theatre, una calle ancha , pero solitaria adecuada para bajar la comida llegamos hasta la cercanía de un edificio que yo pensaba inicialmente que era The Post. Craso error, pues era la Aduana.
Tras el paseíto nos marchamos al hotel, no sin antes descubrir que nuestro hotel estaba al lado de un espacio escénico muy importante para Dublín, The Academy en donde la compañía ICW: Insane Championship Wrestling con dos espectáculos, The Big Elbowski, y It's Just A Big Stereo Hangin' From A Tree. No se de que van. Mañana será otro día. Buenas noches.
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