martes, 27 de diciembre de 2016

El ojo del faraón


Si quieres conocer aspectos claves del Antiguo Egipto éste es tu libro. Y   te recomiendo que leas El ojo del faraón , una novela escrita por un egiptólogo y un poeta que colaboraron en el mismo. Boris de Rachewiltz, mejor dicho el príncipe Boris de Rachewiltz o Boris Baratti (1926-1997) era un egiptólogo y escritor ruso-italiano especialista en el mundo antiguoy en el continente africano que estudió Egiptología en el Instituto Bíblico Pontificio (1951-1955). 

Vinculado por matrimonio con Ezra Pound, el poeta y crítico estadounidense expatriado y una de las personalidades más peculiares del siglo XX, una figura importante en el movimiento modernista temprano y que ayudó a descubrir y dar forma al trabajo de contemporáneos como TS Eliot , James Joyce , Robert Frost y Ernest Hemingway , habiendo casado con una de las hija de Pound, Olga Rudge , de nombre Mary. 

Junto a ella y a Boris dio cobijo al escritor quien se retiró a la propiedad de ambos en Brunnenburg en el Tirol italiano, vinculada con la familia de Rachewiltz desde 1927 y propiedad de Boris y Mary, después de su salir de la cárcel y del psiquiátrico en Estados Unidos y ser liberado de 1958 . Boris de Rachewiltz estudió en el Instituto Pontificio Bíblico de Roma y la Universidad de El Cairo. A lo largo de su carrera ejerció la docencia en Jordania y Roma. Su labor divulgativa sobre egiptología es asumida por su hijo Siegfried de Rachewiltz, nieto de Ezra Pound. 

En 1996 se unió al poeta y escritor Valentí Gómez i Oiver , profesor jubilado (2003) de Lingua e Letteratura Spagnola en la Università degli Studi Roma III en el Departamento de literatura compañarada de esa Universidad romana , crítico literario y traductor, tras haber publicada años antes una serie de cuentos infantiles titualdo Sherit en el país de los faraones. 

Boris como buen conocedor del mundo de la egiptología, nos hace una narración transversal del reinadi de Neferkara Pepi o Pepi II- Neferkara en la Lista Real de Abidos y en la Lista Real de Saqqara- , el faraón de más larga duración de la IV dinastía y de la historia del Egipto faraónico, y con cuyo mandato acaba el Imperio Antiguo y se llega al llamado primer Periodo Intermedio. El Canon de Turín le asigna 90 años de reinado. Manetón, según Julio Africano, comenta que Fiops comenzó a reinar a la edad de seis años y continuó haciéndolo hasta los cien años. 

El protagonista de la historia es Ipuwer, un hombre de corazón honesto que nos acerca al presente de este crítico reinado en su parte final, al momento lúcido y esplendoroso de los inicios y a la decadencia absoluta de la que es protagonista y notario indirecto. El es único hombre capaz de decirle la verdad al anciano monarca que muere casi de inmediato, pero también atestigua el glorioso pasado. Durante su largo reinando que se inicia tras la muerte de su hermanastro y antecesor en el trono, Merenre I, se fue deteriorando el poder central menfita y acrecentándose el de los nomarcas, o gobernadores locales. 

Durante los primeros años se realizaron expediciones a Nubia. Aún se conserva un papiro que describe el interés de un faraón, todavía niño, por los pigmeos como se narra en el libro en la figura de Deneg que se traían desde el sur para ser empleados como bailarines o su enorme interés por los mau o gatos, el levantamiento de su pirámide en Saqqara, la descripción del primer y segundo festival Sed del rey, sus relaciones con varias como su madre Anjesenpepi II o Anjnesmeryra II, esposa de Pepy I o sus relaciones afectivas con otras mujeres como su esposa Iput, Al final de su vida su salud se deterioró y los nomarcas terminaron convirtiéndose en virtuales soberanos de sus provincias. Pepi II no tuvo los medios necesarios para poder abolir las inmunidades concedidas a dignatarios de provincias y a los sacerdotes por lo que los altos funcionarios de la Administración local se convirtieron en "principes provinciales". 

Tras su muerte le sucedieron por un par de reyes de corto reinado y poca relevancia histórica, tras los cuales se desintegró definitivamente lo poco que quedaba del centralizado estado faraónico y Egipto se fraccionó en varias comarcas independientes, que en ocasiones luchaban entre sí, dando comienzo al Primer Periodo Intermedio de Egipto. 

El texto egipcio Las admoniciones del sabio, describe un estado de las cosas caótico y muestra nostalgia por el pasado; ha sido situado por algunos estudiosos durante su reinado, aunque otros afirman que se trata en realidad de una obra del primer periodo intermedio. 

La longevidad de Pepy II ha dado pie ha destacar como la vida media de los egipcios rondaría los cincuenta años, cuando en otras partes del mundo raramente sobrepasaban la treintena; esto se fundamenta en dataciones efectuadas de restos exhumados.

La novela fue publicada como El Occhio del Faraone y publicada por Newton Compton, en 1991 y traducida al castellano: El Ojo del Faraón, Edhasa, 1993, No es del todo fácil su lectura, pero insisto, si eres aficionado al Egipcio de su periodo Antiguo merece la pena leerla.

lunes, 26 de diciembre de 2016

Dirty Dancing


Dijo de ella The Observer que se trataba de " La mayor sensación en teatro de todos los tiempos". Dicen que los andaluces somos unos exagerados, pero quién escribió esto creo que o es un andaluz de pura cepa o es el culmen de los exagerados. Hablamos del musical Dirty Dancing. 

Reconozco que este musical que he podido ver en el Nuevo Teatro Alcalá, una sala de teatro de la ciudad española de Madrid, ubicada en la calle Jorge Juan, número 62 y que originalmente se llamó Coliseo Pardiñas y después Alcalá-Palace, ha satisfecho mi interés de ver un musical, otro, pues hace años pude ver el de Queen, en el Broadway español que está en los teatros de la capital de España. Pero simplemente se deja ver. 

Me explico;  está muy bien que los chicos y chicas , especialmente la que hace de Frances "Baby" Houseman, o sea, Amanda Digón, lo hace bastante bien, al igual que Jonnhy Castle, Christian Sánchez, pero claro todo queda lejos de los protagonistas de aquella película hoy mítica de los ochenta protagonizada por el ya desaparecido Patrick Swayze y Jennifer Grey en aquel infausto 1987. 

La historia es la misma y se centra en el mismo momento, principios de la década de los 60, en concreto el verano de 1963, con esas marcadas diferencias entre la clase trabajadora y la media-alta norteamericana, el comienzo de la ruptura de las «normas sociales» y el despertar de la libertad sexual auspiciada por una música más cálida e inspiradora. La lucha de ella por lo que es justo -que le causa varias dificultades- encarna la inocencia americana del momento, inocencia que termina cuando descubre que no siempre lo que triunfa es lo justo, sino la realidad, que suele ser bastante cutre. 

Y volvemos a ver la historia entre Johnny Castle (Patrick Swayze) ese experto profesor de baile y un amante consumado y la idealista e inocente adolescente Baby Houseman (Jennifer Grey) de 17 años en un hotel durante las vacaciones de verano junto a sus padres y su hermana mayor : ella como huésped del lujoso Hotel Kellerman´s en los Catskill, en las montañas interiores del Estado de Mueva York. Él cómo profesor y bailarín del centro. Cuando la joven, que inicialmente ignora las actividades recreativas del lugar, pero todo cambia cuando ve al bailarín en una desenfrenada fiesta llena de baile y música en la que participan los empleados del hotel. 

Ella queda prendada de él , de sus pasos de baile y los hipnóticos ritmos musicales , a pesar de las diferencias sociales entre ambos. Ella, por circunstancia, se transforma en la compañera de Jonnhy tanto en el escenario como fuera de él, y se forma entre los dos una atmósfera cómplice a través del baile. Cuando una situación comprometida le aleja de su padre, Baby y Johnny inician un camino juntos en el que ella descubre el sexo y él el amor y la confianza el , como dice , el prospecto el "más desafiante verano de sus vidas". 



Para empezar comenzaré que lo que realmente me dejó prendado fue la sala que se abrió el 20 de febrero de 1926, según el proyecto de Luis Ferrero; en aquel entonces su nombre era «Coliseo Pardiñas». 

Entre 1991 y 2001 permaneció cerrado y se temió su desaparición. El empresario argentino Alejandro Romay lo adquirió ese año, encargando su recuperación al estudio de arquitectura DAU, con Margarita Massó como arquitecta principal. El 29 de enero de 2003 volvió a levantar el telón con el espectáculo Tanguera. Actualmente tiene capacidad para más de 1.300 espectadores. Con la reforma se ganó una segunda sala, situada en el sótano y bautizada con el nombre de la actriz Margarita Xirgu. 

El musical llevaba en cartelera desde el 1 de diciembre y , vamos , se deja ver no tanto por la historia en sí, sino por su música, la que fue elegida por el supervisor musical de la película: Jimmy Ienner. Lenner, y que optó por adoptar gran parte de la música ya elaborada por lo que fue necesario obtener los derechos de autor de las canciones que habían sido elegidas por la guionista de la película, Eleanor Bergstein.

Además, Ienner convenció a Patrick Swayze para que interpretara la canción «She's like the Wind». Swayze la había compuesto, junto a Stacy Widelitz, algunos años antes para que esta apareciera en la película Grandview, U.S.A. (1984).

El coreógrafo Kenny Ortega y su ayudante Miranda Garrison se encargaron de escoger la canción de la escena final, para ello tuvieron que escuchar una por una todas las cintas de casete de una caja. Según Ortega, en el último casete había una canción titulada «The Time of My Life» —perteneciente a un álbum de Franke Previte publicado en 1981— canción que enseguida vieron como la opción definitiva. Una vez escogido el tema, Ienner insistió en que fuera interpretado a dúo por Bill Medley y Jennifer Warnes. En 1988, la canción ganaría el premio Grammy a la mejor actuación pop vocal de grupo o dúo, así como el premio Óscar y el Globo de oro a la mejor canción original.

La banda sonora de Dirty Dancing permenció durante dieciocho semanas en el número uno de Billboard 200 y fue disco de platino once veces, tras vender más de cuarenta millones de copias en todo el mundo.

Y sus veinte canciones que aparecen en la película y , más o menos, en el musical son
 «Be My Baby» – The Ronettes
«Big Girls Don't Cry» – Frankie Valli y The Four Seasons
«Where Are You Tonight?» – Tom Johnston
«Do You Love Me» – The Contours
«Love Man» – Otis Redding
«Stay» – Maurice Williams and the Zodiacs
«Hungry Eyes» – Eric Carmen
«Overload» – Zappacosta
«Hey! Baby» – Bruce Channel
«De Todo Un Poco» – Melon
«Some Kind of Wonderful» – The Drifters
«These Arms Of Mine» – Otis Redding
«Cry to Me» – Solomon Burke
«Will You Love Me Tomorrow» – The Shirelles
«Love Is Strange» – Mickey & Sylvia
«You Don't Own Me» – The Blow Monkeys
«Yes» – Merry Clayton
«In the Still of the Night» – The Five Satins
«She's Like the Wind» – Patrick Swayze
«(I've Had) The Time of My Life» – Bill Medley y Jennifer Warnes.

Esta ha sido para mí el mayor pero a la obra. Ellos bailan, y lo hacen magníficamente pero apenas cantan. Y eso, en un musical, lastra un pelín el mismo. Pues sabes que la música, magnífica, está enlatada, pero no es en directo, algo que cabría esperar de un musical. Pero , bueno, que se le va a hacer.

Tras un buen día con los amigos, una cena frugal en un Subways cercano , y un espectáculo calificado como "Sexy, sensual , atrevido" en  The indepent , con "Escenas de baile que vibran con color y energía " como declaró ¿Metro? , o siendo - como dijo - una crónica en Birmingham Mail "La versión en vivo de la película es electrizante" hemos disfrutado de la misma. Eso sí, no hemos alucinado.