La presente edición del festival de la guitarra de Córdoba siempre viene con buenos artistas y con algunas sorpresas. Unos años son excepcionales, ¡por Dios!, que vino Mark Knopfler en una noche tórrida y en el coso de Los Califas o , en dos ocasiones, Stanley Jordán, sí el del cameo en Cita a Ciegas. A estos se unen otros grandes que van desde Pat Metheny, pasando por flamencos y clásicos de enorme valor. Y otros años, sin ser tan gloriosos, no son ni tan buenos ni tan conocidos.
Todavía echo en falta a dos joyas que espero que antes o después vengan. Por un lado, a la mano lenta por antonomasia, hablo del gran Eric Clapton, que hace años que lo esperamos. Por otro, no pierdo la esperanza de ver al enorme y otrora salvaje guitarrista Pete Towshend, el guitarrista implacable de The Who. Algunos han venido y esperamos su retorno como es el caso de Carlos Santana. Y otros sabemos que, desgraciadamente, no volverán como esas leyendas que fueron Paco de Lucía, Gary Moore o el albino Johnny Winter.
Aparte de buenas actuaciones, hago esta entrada por la casualidad de haber tenido la ocasión de ver desde el balcón de mi casa la actuación del grupo de música celta, Brath, una banda que presentará su reciente trabajo discográfico Codex. El álbum es un compendio de músicas de diferentes lugares mezclados con música celta y tamizadas por la guitarra flamenca de Alberto Lucena. La banda encabezada por Eloi Caldeiro, quien es la voz, poeta,letrista, el batería y la percusión del grupo, que apuesta por la fusión y el mestizaje. Son ya 34 años de historia la de esta banda y 11 los LPs que han grabado. Junto a Caldeiro participaron en el mismo Alberto Lucena como Guitarra flamenca, Castor Montes como Guitarra Acústica y eléctrica, Alberto Sánchez con su Acordeón, Hugo Rodríguez que manejaba el Violín, David Cid con el Bajo y Carlos Lourenzo con la Gaita, wistle y flautas. Un buen balcón para un buen concierto en una noche de brisa agradable, cercana a la gallega.
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