Mi madre era no solo mi querida madre, era - además de eso, que es importantísimo- una persona sabia. En ocasiones me soltaba un refrán que más o menos decía así: "Cuando el diablo se aburre mata moscas con el rabo". Lo cierto es que yo no me siento diablo, ni tan siquiera diablillo, pero esta mañana mientras redactaba mi nuevo blog de cine (espero que sea tan poderoso como el anterior) pensé - creo que estúpidamente- ¿Por qué no publico un blog de cocina?. Al regresar a la realidad y abandonar la ensoñación me dije a mi mismo que lo que me estaba planteando era una tontería . Pero conforme el día avanzaba, y mientras comía, comía y comía (el día ayudaba a ello), la idea se ha tornando en otro planteamiento: ¿por qué no escribo un blog de lo primero que se te pase por la cabeza?. Y lo cierto es que hace unos minutos me he decidido a escribir estas líneas y convertir esta plaza pública que es Internet en un relato misceláneo que creo que versará de lo divino y de lo humano, vamos, de lo que se ocurra en el campo de...todo. Hablaré de política local, nacional e internacional, del deporte, de la educación - bueno, de estos mejor no hablar-, de lo que sea, también de gastronomía. Y así será. Me voy, la cena de mis hijos me reclama. Un saludo.
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