No hay año en que uno no empieza con buenos propósitos, los mejores. en ocasiones se cumplen, pero muchas veces se quedan en el intento, en las buenas intenciones, pero sólo en eso. Lógicamente mis actuales propósitos nada o poco tienen que ver con lo que uno se planteaba cuando tenía 28, 25, 35 o 45, aunque algunos aparecen en unas listas y en otras.
Hace años, en el 2011, me propuse iniciar un blog y ya llevo una buena cantidad de entradas en un buen número de ellos. Este , por ejemplo, se inicio tal día como hoy hace ya un año y, si bien es cierto, que ha vivido su crisis no quiero que quede en el olvido.
Entre los muchos y diversos propósitos de mejora hoy señalare al menos unos cuantos. De entre los confesables públicamente dejaré por escrito por par de muestras.La primera, es hacer algo más de deporte, pues el tiempo pasa y no sólo es que te hagas viejo, sino que tendré que confesar que me da miedo que el óxido pueda con todo. Para ello no sólo me dedicaré a financiar el gimnasio, sino que igual voy regularmente. Con esto llego a mi segundo propósito: controlar no peso. Bueno he preferido usar un eufemismo para decir que quiero perder peso, pues estoy experimentando últimamente y peligrosamente con los limites de la flexibilidad de la piel y creó que ésta puede llegar a ser o finita si así me lo propongo.
Por ultimo, y como propósito o intención de buena voluntad, intentare ser más sistemático con este blog. Pero bueno como no soy el único que se hace buenos propósitos os dejo dos enlaces para que reflexionéis sobre los propósitos de enmienda y que he localizado en el diario "El País". El primer enlace con sus propuestas yo creo que todos lo podríamos firmar, muy similar a otro que toma este diario de un artículo del "The Guardian", mientras que el segundo enlace está especialmente dirigido hacia las mujeres y es primorosamente tórrido. Un saludo.
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