Nos levantamos temprano y desayunamos en el hotel. Había bocadillos de tortilla y también gofres, aunque en realidad eran tortitas o pancakes. Nos pusimos en marcha en dirección Grán Cañón. Lógicamente optamos , como la mayor parte de los visitantes , por entrar por el lado sur, accediendo por Tusayan. Las oficinas centrales del parque se encuentran en Grand Canyon Village, cerca de la entrada sur. Unas treinta millas del lado sur son accesibles por carretera, ya caminando- como hemos hecho para ir gran parte del south rim, ya en autobús para ir a lugares como el Hopi point, Hermits Rest, el Grandview Point...
Grand Canyon o el Gran Cañón del Colorado o simplemente Cañón del Colorado, es una escarpada garganta excavada por el río Colorado en el norte de Arizona. Está situado en su mayor parte dentro del Parque Nacional del Gran Cañón, uno de los primeros parques naturales de los Estados Unidos, que fue promovido por el presidente Theodore "Teddy" Roosevelt lugar que visitó en numerosas ocasiones para cazar pumas o para disfrutar del impresionante paisaje. La creación del parque fue un éxito de los movimientos conservacionistas, ya que ayudó a impedir la construcción de embalses en su interior. Los estratos relatan la historia del continente norteamericano, aunque no es el más profundo pues el Hells Canyon en Idaho tiene gargantas aún más profundas.
Llegamos temprano, aparcamos el coche y fuimos hasta el Mather Point a ver el Cañón, que es impresionante. Seguimos dando un paseo por el borde del acantilado, que no era peligroso pues estaba muy bien vallado. A lo largo del recorrido fuimos leyendo información sobre sus características y su origen, y que viene magníficamente en el folleto que nos han dado en la entrada al parque. Sabemos que todo es producto del río Colorado, cuyo cauce socavó el terreno durante millones de años. Tiene unos 446 km de longitud, y cuenta con cordilleras de entre 6 y 29 km de anchura y alcanza profundidades de más de 1600 m. Se ha ido desarrollando durante más de 2000 millones de años y los restos han quedado expuestos mientras el río Colorado y sus tributarios o afluentes cortaban capa tras capa, como si de un cuchillo se tratase, de sedimento al mismo tiempo que la meseta del Colorado se elevaba.
La mayor parte de las rocas sedimentarias que se pueden observar en el Gran Cañón van desde los 2000 millones de años de antigüedad de los esquistos situados en el fondo del Inner Gorge hasta los 230 millones de años de las viejas piedras calizas de 'lucass'. La mayor parte de los estratos fueron depositados en los fondos de los mares cálidos poco profundos en la zona cercana a la costa y en los pantanos costeros que formaba el mar en los repetidos avances y retiradas de la costa. La mayor excepción es la piedra arenisca de Coconino que fue depositada del mismo modo que las dunas en el desierto.
La gran profundidad del Gran Cañón y especialmente la altura de sus estratos (muchos de los cuales se formaron debajo del nivel del mar) se puede atribuir a los 1500-3000 m de elevación de la meseta del Colorado, elevación que comenzó a producirse hace cerca de 65 millones de años; esta elevación se produjo en diferentes etapas más que en un proceso continuo. El proceso de elevación aumentó el gradiente de la corriente del río Colorado y sus tributarios, aumentando así su velocidad y su capacidad para erosionar la roca.
Una vez informados del origen y longevidad de este territorio que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1979 por la UNESCO, cogimos uno de los múltiples shuttles que recorren el áreas haciendo por el camino tres paradas para hacer fotos y comer bocadillos.
En algunas de ellas vimos al gran protagonista de este territorio, el río Colorado. El área de drenaje del río Colorado se formó hace 40 millones de años, mientras que el Gran Cañón tiene probablemente menos de seis millones de años de antigüedad, teniendo lugar la mayor parte del proceso erosivo en los últimos dos millones de años. El resultado de esta erosión son unas de las más completas columnas geológicas del planeta. El río sigue en la actualidad erosionando activamente su cauce, sacando a la luz rocas cada vez más antiguas.
Las condiciones climatológicas también en ayudado , en ocasiones, a una mayor erosión, y en otroas, a menos. En los momentos de mayor humedad que se dieron durante las glaciaciones incrementaron la cantidad de agua recogida por el área de drenaje del río Colorado. La consecuencia fue que el río aumentó la velocidad y profundidad de su proceso erosivo durante estas épocas.
Hace 5,3 millones de años el nivel base o punto más bajo del río y el propio curso del río Colorado (o su ancestro geológico) cambiaron cuando se abrió el golfo de California y descendió el nivel base del río. Esto incrementó la velocidad de erosión de tal forma que casi la totalidad de la actual profundidad del Gran Cañón se alcanzó hace 1,2 millones de años. Las paredes colgantes del cañón fueron creadas por la erosión diferencial.
Con el actual gradiente de corriente, el río Colorado podría profundizar de 370 a 600 metros más en la roca antes de alcanzar el nivel base.
Luego cogimos otro shuttle para acabar de ver el otro lado. Nos encantó todo lo que vimos y tuvimos la suerte de no pasar nada de calor, pues era un día relativamente fresco (rondando los 28 o 30ºC).
Reflexionar sobre la vertiente humana de este río es importante. Casi al entrar vimos que era un lugar sagrado para muchas tribus de nativos americanos. Desde los anasazi hasta sus descendientes directos como los hohokam, los mogollón y los pataya, y las históricas tribus de los zuñi, los hualapai, los havasupai, los paiute y los hopi, junto a los apache y los navajo.
También, por estos lares, los españoles dejaron información sobre sus descubrimientos y quedaron, al igual que nosotros, impresionados por la magnitud de los visto. Protagonista fue la expedición de Francisco Vázquez de Coronado. El primer europeo que contempló el Gran Cañón del Colorado fue García López de Cárdenas, que al mando de un puñado de hombres partió desde la población indígena que los españoles llamaron Quivira, pueblo habitado por los indios Zuñi y supuestamente una de las siete ciudades de oro del reino de Cíbola. Algunos ubican Quivira en Nuevo México, en tanto otros en Kansas.
En Quivira se encontraba parte de la expedición comandada por Vázquez de Coronado con treinta hombres, y se comisionó a García López de Cárdenas junto con un puñado de hombres para encontrar un río del cual los indios Hopi les habían hablado, para lo cual se le concedieron 80 días para que fuera y regresara. Después de 20 días de viaje exploratorio encontraron el Gran Cañón del Colorado; sin embargo, no pudieron bajar hasta el río para abastecerse de agua, y después de varios intentos para descender empezaron a tener problemas de agua para beber, por lo cual decidieron regresar y renunciar a cruzarlo por no haber encontrado un paso entre las dos orillas.
Días después sería Fernando de Alarcón (quien participaba en el viaje de exploración pero por vía marítima) el primer europeo en tocar y navegar las aguas del río Colorado, pero a cientos de kilómetros del Gran Cañón. Fue Francisco de Ulloa en 1539, quien tomando posesión de la desembocadura del río la integró en beneficio de la Corona Española, sin navegar aguas arriba como lo hizo Fernando de Alarcón. Más tarde los españoles enviaron a misioneros con el fin de evangelizar a las poblaciones autóctonas.
La región permaneció ignorada hasta mediados del siglo XX. Pero la conquista del oeste y crecimiento demográfico impulsaron a los americanos a cartografiar el sector. En 1869, John Wesley Powell, un veterano de Guerra de Secesión. El relato de Powell despertó el interés de los geólogos y de los enamorados de la naturaleza.
Sobre las cinco nos fuimos del parque, una de las maravillas naturales del mundo, en dirección Flagstaff.
Hacemos balance de los visto y a pesar de que el Parque presenta una importante diversidad de ecosistemas- sus características dependen de numerosos factores: situación, exposición al sol, naturaleza del suelo, altitud, etc- no hemos visto gran parte de la fauna y la flora esperada, en parte, por la acción del hombre y la presión turística.Sabemos que son difíciles de observar , pero había pumas, linces, coyotes y cabras de las montañas rocosas entre las 89 de mamíferos, ni el Cóndor de California, reintroducido hace poco, ni el Wild turkey o el Pinyon jay y que forman parte de una de las 355 especies de aves. También hay 47 especies de reptiles como la cascabel, 9 de anfibios, 17 de peces, así como millares de especies de invertebradosque se mueven entre la vegatación rupícola, el desierto, el llamado Pinyon - Juniper, los Ponderosa Pines o el Mixed Conifer. Sí nos han acompañado las ardillas (Abert´s y Kaibab).
Visto ya el South Rim y, lógicamente descartado, el camino de excursión que conecta el labio norte con el sur cruzando el río Colorado desde Grand Canyon Village, y que las autoridades del parque desaconsejan descender al río y remontar el barranco en un único día, sobre todo porque la temperatura puede elevarse a 40 grados Celsius en verano, pensamos en el sitio en el que hemos estado, mientras vemos algunos ciervos - mule deer- por la carretera, guardaremos en nuestra memoria los cambiantes colores del Gran Cañón, con su juego de luces y sombras, con sus diferentes estratos polícromos de roca, en los que domina el rojo fuego, en las paredes del cañón. A medida que transcurre el día y avanza la tarde, las rocas multicolores van siendo cubiertas por las sombras y finalmente se cumple lo que relata el dicho de que estamos en "A land to inspire our spirit".
Para Flagstaff tomamos la 64 dirección Willians cruzando el Kaiban National Forest durante unas veinte millas, y luego tomamos la 180 dirección Flagstaff. Para llegar a esta ciudad de Arizona debeos por el Humphreys Park. ¿Tendrá que ver que allí en Flagstaff se rodó parte de Casablanca? Me imagino que no.
Cruzar la 180 una amplia carretera de dos 2 carriles, con amplias curvas, y que implica pasar por dos ecosistemas diferentes, una semiárido, pero conforme vas subiendo para por el Kachina Peaks Wilderness, vamos aproximándonos a su punto culminante, el pico Humphreys, el vértice más alto de Arizona, con 3.852 metros a tan sólo 16 km al norte de Flagstaff. En ese Humpheys Park vamos encontrando una área boscosa, la mayor área boscosa de pino ponderosa y de impresionante belleza.
Cruzamos entre las montañas de una altura considerable y por medio de valles, ideales para la cría de vacas y caballos. Ya cerca de la ciudad, ubicada en el condado de Coconino y cerca del borde suroccidental de la meseta del Colorado, me fijé que dos mofetas habían caído a los pies de las ruedas de los coches. La ciudad se encuentra a los pies del Monte Elden.
El nombre de la ciudad de Flagstaff hace referencia a un mástil de pino ponderosa erigido por una expedición de bostonianos (conocida como la «Second Boston Party») para celebrar el centenario de los Estados Unidos, el 4 de julio de 1876.
La economía de la zona de Flagstaff se basó en la industria maderera, el ferrocarril y los ranchos ganaderos. Hoy la ciudad sigue siendo un importante nudo de distribución para empresas, al fin y al cabo estamos en la avenida en la que empieza la ruta 66 a su paso por esta ciudad.
Aquí nos alojamos en nuestro motel, un Super 8, que a mi me parece supercaro visto lo visto en Willians.
Tras dejar el coche cerca de la recepción y las maletas en la habitación, salimos a dar un paseo y a buscar un lugar para cenar.
Estábamos también en la ruta 66, aunque bastante menos animado que Williams, porque estábamos en las afueras de Flagstaff. Tras ver varias opciones y comprar algunas cosas para el día siguiente, cenamos en un mexicano de comida rápida (Tacos Los Altos), en el que nos habíamos fijado previamente que tenía una importante cola. Una vez pedida nuestra comida mexicana, nos fuimos a acostar en seguida. Buenas noches.
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