jueves, 18 de julio de 2013

Noches de una ciudad eterna


Casi siempre cuando llega el verano intento darle una batida a mi colección de novela histórica que tanto me está condicionando la compra de un ebook. De hecho ya hay dos en casa, pero antes de centrarme en el electrónico creo que debo de dedicarle todavía un tiempo a esta literatura que tengo en soporte tradicional y que tanto espacio ocupa en casa. 
Hace un rato acabo de terminar la lectura de “Noches de Roma” de un desconocido para mí Ron Burns. Poco, poquísimo he encontrado sobre el escritor salvo lo que indica el libro: su nacimiento en Michigan, su formación en Georgetown en estudios de relaciones internacionales y en historia, y como ha trabajado para la prensa en una agencia de noticias (United Press International) y en The Los Angeles Herald Examiner – aquí sobre el crimen organizado- o en Philadelphia Bulletin y que – yo sepa he escrito dos novelas: Noches de Roma ( 1993) y Sombras de Roma (1995), siendo esta última una novela de intriga en época de Augusto.

En la primera, Ron Burns nos introduce en la Roma del año 180, a través de su protagonista, Livinio Severo, un romano acomodado y sobre todo acomodaticio, perteneciente a la clase patricia y agraria en decadencia por su pasado de delación, que sustenta su vida en un buen casamiento con Calpurnia, en la magnífica posición de su suegro, un honorable senador romano, y en la diosa fortuna, que vive con cierta comodidad en una de las colinas de una ciudad que transita por un momento apoteósico en lo político y en los cultural gracias a Marco Aurelio. 
Pero con Livinio Severo vamos descubriendo que no es oro todo lo que reluce. Que el encaje estoico que trasmite Marco Aurelio y su círculo es pura apariencia, puesto que debajo está la brutalidad, de depravación y, sobre todo, la ambición. En este caso todos estos males están asumidos por Cómodo, el hijo de Marco Aurelio. 
Livinio se ve involucrado en este lucha por el poder a través de la necesidad de descubrir unas falsas infidelidades, que lo llevan a su vez a intentar esclarecer el asesinato de un grupo de estoicos. Entre unos y otros, vive una crisis conyugal que lo encamina a las noches desenfrenadas de una Roma que avisa de su decadencia. 
Estamos ante un buen libro, bien documentado, que - a veces- se hace un pelín farragoso para la lectura, pero que entretiene y engancha por la historia, no así por el tratamiento de los personajes, especialmente el del protagonista, que oscila entre la heroicidad y lo patético. Es posible que esa oscilación entre lo uno y lo otro sea lo necesario para conseguir lo que tanto desea, que no es nada ni nada menos que su supervivencia.

jueves, 4 de julio de 2013

Un regalo de Navidad


En Navidad a uno siempre le toca algo, aunque sea por consorte. Este año nos regalaron este libro de John Verdon, su primer libro. Se trata de una novela policiaca, de un thriller, en el que el protagonista es un policía retirado, David Gurney, que se enfrenta a un asesino en serie cuyas victimas tienen en común un pasado vinculado con el alcohol. Gurney se enfrenta a un criminal inteligente que moverá sus fichas con gran astucia. 
El resultado final es un libro ágil en su lectura con capítulos no excesivamente largos que permiten engancharte a la trama desde el primer momento. La obra comienza cuando un hombre recibe una carta que le urge a pensar en un número, cualquiera. 
Cuando abre el pequeño sobre que acompaña al texto, siguiendo las instrucciones que figuran en la propia carta, se da cuenta de que el número allí escrito es exactamente el que había pensado. Se pondrá en contacto con un antiguo compañero, Gurney, un policía que después de 25 años de servicio se ha retirado a una zona rural del norte del estado de Nueva York con su esposa. Lo que en principio parecía poco más que un chantaje se ha acabado convirtiendo en una amenaza contra su vida. 
Gurney deberá desentrañar el misterio de cómo este criminal parece capaz de leer la mente de sus víctimas en primer lugar, para poder relacionarlo con casos parecidos del pasado y llegar a establecer el patrón que le permita atraparlo. Él es marido y padre, pero ante todo, es una mente aguda que disfruta hilando las piezas de un rompecabezas, como lo es un asesinato. 
Pero retirado, sus días son vacíos y sin sentido pese a tener un hobbie fotográfico artístico .Sin embargo, cuando le llega el caso no puede resistirse al misterio que le ofrece. 
Pronto se encuentra sumergido en una gran investigación cuyas víctimas habían sido atemorizadas con un truco infalible: descubrir el número que pensaban. Señal de que el psicópata los conoce muy bien. 
Como decía al principio, nos encontramos ante un thriller que destaca por su enfoque psicológico. 
Mientras que en su trabajo es brillante, David es consciente de su falta de compromiso en las relaciones sociales con los suyos. Su matrimonio con Madeleine, pasa por una crisis de la que nos hace partícipe en pequeñas dosis. No obstante, ambos forman un buen equipo, su mujer tiene la clave de muchas incógnitas.
En conclusión, “Sé lo que estás pensando” es un thriller recomendable, posiblemente seguiré leyendo la trilogía. Por ahora Verdon ha sacado otro con Gurney de protagonista: No abras los ojos.

Escrito el 4 de Julio de 2012 en la entrada  Un regalo de Navidad