martes, 27 de diciembre de 2016

El ojo del faraón


Si quieres conocer aspectos claves del Antiguo Egipto éste es tu libro. Y   te recomiendo que leas El ojo del faraón , una novela escrita por un egiptólogo y un poeta que colaboraron en el mismo. Boris de Rachewiltz, mejor dicho el príncipe Boris de Rachewiltz o Boris Baratti (1926-1997) era un egiptólogo y escritor ruso-italiano especialista en el mundo antiguoy en el continente africano que estudió Egiptología en el Instituto Bíblico Pontificio (1951-1955). 

Vinculado por matrimonio con Ezra Pound, el poeta y crítico estadounidense expatriado y una de las personalidades más peculiares del siglo XX, una figura importante en el movimiento modernista temprano y que ayudó a descubrir y dar forma al trabajo de contemporáneos como TS Eliot , James Joyce , Robert Frost y Ernest Hemingway , habiendo casado con una de las hija de Pound, Olga Rudge , de nombre Mary. 

Junto a ella y a Boris dio cobijo al escritor quien se retiró a la propiedad de ambos en Brunnenburg en el Tirol italiano, vinculada con la familia de Rachewiltz desde 1927 y propiedad de Boris y Mary, después de su salir de la cárcel y del psiquiátrico en Estados Unidos y ser liberado de 1958 . Boris de Rachewiltz estudió en el Instituto Pontificio Bíblico de Roma y la Universidad de El Cairo. A lo largo de su carrera ejerció la docencia en Jordania y Roma. Su labor divulgativa sobre egiptología es asumida por su hijo Siegfried de Rachewiltz, nieto de Ezra Pound. 

En 1996 se unió al poeta y escritor Valentí Gómez i Oiver , profesor jubilado (2003) de Lingua e Letteratura Spagnola en la Università degli Studi Roma III en el Departamento de literatura compañarada de esa Universidad romana , crítico literario y traductor, tras haber publicada años antes una serie de cuentos infantiles titualdo Sherit en el país de los faraones. 

Boris como buen conocedor del mundo de la egiptología, nos hace una narración transversal del reinadi de Neferkara Pepi o Pepi II- Neferkara en la Lista Real de Abidos y en la Lista Real de Saqqara- , el faraón de más larga duración de la IV dinastía y de la historia del Egipto faraónico, y con cuyo mandato acaba el Imperio Antiguo y se llega al llamado primer Periodo Intermedio. El Canon de Turín le asigna 90 años de reinado. Manetón, según Julio Africano, comenta que Fiops comenzó a reinar a la edad de seis años y continuó haciéndolo hasta los cien años. 

El protagonista de la historia es Ipuwer, un hombre de corazón honesto que nos acerca al presente de este crítico reinado en su parte final, al momento lúcido y esplendoroso de los inicios y a la decadencia absoluta de la que es protagonista y notario indirecto. El es único hombre capaz de decirle la verdad al anciano monarca que muere casi de inmediato, pero también atestigua el glorioso pasado. Durante su largo reinando que se inicia tras la muerte de su hermanastro y antecesor en el trono, Merenre I, se fue deteriorando el poder central menfita y acrecentándose el de los nomarcas, o gobernadores locales. 

Durante los primeros años se realizaron expediciones a Nubia. Aún se conserva un papiro que describe el interés de un faraón, todavía niño, por los pigmeos como se narra en el libro en la figura de Deneg que se traían desde el sur para ser empleados como bailarines o su enorme interés por los mau o gatos, el levantamiento de su pirámide en Saqqara, la descripción del primer y segundo festival Sed del rey, sus relaciones con varias como su madre Anjesenpepi II o Anjnesmeryra II, esposa de Pepy I o sus relaciones afectivas con otras mujeres como su esposa Iput, Al final de su vida su salud se deterioró y los nomarcas terminaron convirtiéndose en virtuales soberanos de sus provincias. Pepi II no tuvo los medios necesarios para poder abolir las inmunidades concedidas a dignatarios de provincias y a los sacerdotes por lo que los altos funcionarios de la Administración local se convirtieron en "principes provinciales". 

Tras su muerte le sucedieron por un par de reyes de corto reinado y poca relevancia histórica, tras los cuales se desintegró definitivamente lo poco que quedaba del centralizado estado faraónico y Egipto se fraccionó en varias comarcas independientes, que en ocasiones luchaban entre sí, dando comienzo al Primer Periodo Intermedio de Egipto. 

El texto egipcio Las admoniciones del sabio, describe un estado de las cosas caótico y muestra nostalgia por el pasado; ha sido situado por algunos estudiosos durante su reinado, aunque otros afirman que se trata en realidad de una obra del primer periodo intermedio. 

La longevidad de Pepy II ha dado pie ha destacar como la vida media de los egipcios rondaría los cincuenta años, cuando en otras partes del mundo raramente sobrepasaban la treintena; esto se fundamenta en dataciones efectuadas de restos exhumados.

La novela fue publicada como El Occhio del Faraone y publicada por Newton Compton, en 1991 y traducida al castellano: El Ojo del Faraón, Edhasa, 1993, No es del todo fácil su lectura, pero insisto, si eres aficionado al Egipcio de su periodo Antiguo merece la pena leerla.

lunes, 26 de diciembre de 2016

Dirty Dancing


Dijo de ella The Observer que se trataba de " La mayor sensación en teatro de todos los tiempos". Dicen que los andaluces somos unos exagerados, pero quién escribió esto creo que o es un andaluz de pura cepa o es el culmen de los exagerados. Hablamos del musical Dirty Dancing. 

Reconozco que este musical que he podido ver en el Nuevo Teatro Alcalá, una sala de teatro de la ciudad española de Madrid, ubicada en la calle Jorge Juan, número 62 y que originalmente se llamó Coliseo Pardiñas y después Alcalá-Palace, ha satisfecho mi interés de ver un musical, otro, pues hace años pude ver el de Queen, en el Broadway español que está en los teatros de la capital de España. Pero simplemente se deja ver. 

Me explico;  está muy bien que los chicos y chicas , especialmente la que hace de Frances "Baby" Houseman, o sea, Amanda Digón, lo hace bastante bien, al igual que Jonnhy Castle, Christian Sánchez, pero claro todo queda lejos de los protagonistas de aquella película hoy mítica de los ochenta protagonizada por el ya desaparecido Patrick Swayze y Jennifer Grey en aquel infausto 1987. 

La historia es la misma y se centra en el mismo momento, principios de la década de los 60, en concreto el verano de 1963, con esas marcadas diferencias entre la clase trabajadora y la media-alta norteamericana, el comienzo de la ruptura de las «normas sociales» y el despertar de la libertad sexual auspiciada por una música más cálida e inspiradora. La lucha de ella por lo que es justo -que le causa varias dificultades- encarna la inocencia americana del momento, inocencia que termina cuando descubre que no siempre lo que triunfa es lo justo, sino la realidad, que suele ser bastante cutre. 

Y volvemos a ver la historia entre Johnny Castle (Patrick Swayze) ese experto profesor de baile y un amante consumado y la idealista e inocente adolescente Baby Houseman (Jennifer Grey) de 17 años en un hotel durante las vacaciones de verano junto a sus padres y su hermana mayor : ella como huésped del lujoso Hotel Kellerman´s en los Catskill, en las montañas interiores del Estado de Mueva York. Él cómo profesor y bailarín del centro. Cuando la joven, que inicialmente ignora las actividades recreativas del lugar, pero todo cambia cuando ve al bailarín en una desenfrenada fiesta llena de baile y música en la que participan los empleados del hotel. 

Ella queda prendada de él , de sus pasos de baile y los hipnóticos ritmos musicales , a pesar de las diferencias sociales entre ambos. Ella, por circunstancia, se transforma en la compañera de Jonnhy tanto en el escenario como fuera de él, y se forma entre los dos una atmósfera cómplice a través del baile. Cuando una situación comprometida le aleja de su padre, Baby y Johnny inician un camino juntos en el que ella descubre el sexo y él el amor y la confianza el , como dice , el prospecto el "más desafiante verano de sus vidas". 



Para empezar comenzaré que lo que realmente me dejó prendado fue la sala que se abrió el 20 de febrero de 1926, según el proyecto de Luis Ferrero; en aquel entonces su nombre era «Coliseo Pardiñas». 

Entre 1991 y 2001 permaneció cerrado y se temió su desaparición. El empresario argentino Alejandro Romay lo adquirió ese año, encargando su recuperación al estudio de arquitectura DAU, con Margarita Massó como arquitecta principal. El 29 de enero de 2003 volvió a levantar el telón con el espectáculo Tanguera. Actualmente tiene capacidad para más de 1.300 espectadores. Con la reforma se ganó una segunda sala, situada en el sótano y bautizada con el nombre de la actriz Margarita Xirgu. 

El musical llevaba en cartelera desde el 1 de diciembre y , vamos , se deja ver no tanto por la historia en sí, sino por su música, la que fue elegida por el supervisor musical de la película: Jimmy Ienner. Lenner, y que optó por adoptar gran parte de la música ya elaborada por lo que fue necesario obtener los derechos de autor de las canciones que habían sido elegidas por la guionista de la película, Eleanor Bergstein.

Además, Ienner convenció a Patrick Swayze para que interpretara la canción «She's like the Wind». Swayze la había compuesto, junto a Stacy Widelitz, algunos años antes para que esta apareciera en la película Grandview, U.S.A. (1984).

El coreógrafo Kenny Ortega y su ayudante Miranda Garrison se encargaron de escoger la canción de la escena final, para ello tuvieron que escuchar una por una todas las cintas de casete de una caja. Según Ortega, en el último casete había una canción titulada «The Time of My Life» —perteneciente a un álbum de Franke Previte publicado en 1981— canción que enseguida vieron como la opción definitiva. Una vez escogido el tema, Ienner insistió en que fuera interpretado a dúo por Bill Medley y Jennifer Warnes. En 1988, la canción ganaría el premio Grammy a la mejor actuación pop vocal de grupo o dúo, así como el premio Óscar y el Globo de oro a la mejor canción original.

La banda sonora de Dirty Dancing permenció durante dieciocho semanas en el número uno de Billboard 200 y fue disco de platino once veces, tras vender más de cuarenta millones de copias en todo el mundo.

Y sus veinte canciones que aparecen en la película y , más o menos, en el musical son
 «Be My Baby» – The Ronettes
«Big Girls Don't Cry» – Frankie Valli y The Four Seasons
«Where Are You Tonight?» – Tom Johnston
«Do You Love Me» – The Contours
«Love Man» – Otis Redding
«Stay» – Maurice Williams and the Zodiacs
«Hungry Eyes» – Eric Carmen
«Overload» – Zappacosta
«Hey! Baby» – Bruce Channel
«De Todo Un Poco» – Melon
«Some Kind of Wonderful» – The Drifters
«These Arms Of Mine» – Otis Redding
«Cry to Me» – Solomon Burke
«Will You Love Me Tomorrow» – The Shirelles
«Love Is Strange» – Mickey & Sylvia
«You Don't Own Me» – The Blow Monkeys
«Yes» – Merry Clayton
«In the Still of the Night» – The Five Satins
«She's Like the Wind» – Patrick Swayze
«(I've Had) The Time of My Life» – Bill Medley y Jennifer Warnes.

Esta ha sido para mí el mayor pero a la obra. Ellos bailan, y lo hacen magníficamente pero apenas cantan. Y eso, en un musical, lastra un pelín el mismo. Pues sabes que la música, magnífica, está enlatada, pero no es en directo, algo que cabría esperar de un musical. Pero , bueno, que se le va a hacer.

Tras un buen día con los amigos, una cena frugal en un Subways cercano , y un espectáculo calificado como "Sexy, sensual , atrevido" en  The indepent , con "Escenas de baile que vibran con color y energía " como declaró ¿Metro? , o siendo - como dijo - una crónica en Birmingham Mail "La versión en vivo de la película es electrizante" hemos disfrutado de la misma. Eso sí, no hemos alucinado.  

sábado, 24 de septiembre de 2016

Mamma Mía


Aunque sea con años de retraso voy a realizar esta entrada sobre el Musical Mamma Mía, que es lo que me permitido ver con comodidad y por primera vez la película que cobra ahora sentido tras ver el musical. La primera vez que vi la película en el año 2009 me pareció un auténtico horror. Una historia sin pies ni cabeza, un sinsentido en la que me parecía inexplicable que actores de la talla de Meryl Streep, Pierce Brosnan, Stellan Skarsgård o Colin Firth (al resto, Amanda Seyfried, Christine Baranski, Julie Walters, ni las conocía) participaran en este majadería. Claro, la música una maravilla, pero cantada por ellos, era como ver un mal karaoke. 

Pero ¡torpe de mí! desconocía que era la traslación al cine, casi literal del musical de ABBA, del que sí sabía su existencia, aunque este provinciano que escribe esto estaba al margen de haberla visto. Ni me plantear volver a verla, pero claro - reconozcámoslo - aunque parezca un moñas, la música me encantaba. ¡Cómo no me iba a gustar a mi , teniendo la edad que tengo canciones como"Dancing Queen", "Super Trouper", "Thank You for the Music", Lay All Your Love on Me", "Voulez Vous", "SOS", "Knowing Me, Knowing You", "The Winner Takes It All", "Take a Chance on Me" "Mamma Mia" o "Money, Money, Money". Eso sí, faltaba Fernando. 

Estaba claro que había que darle tiempo al tiempo...y se lo di. Así que este sábado 24 de septiembre de 2016 llegaba al Gran Teatro de mi provinciana ciudad este musical de Mamma Mía .

Una obra teatral que se había estrenado en España en 2008 en el Teatro Lope de Vega de Madrid y que ya había visto más de 2,5 millones de personas , entre los que yo no me encontraba. El espectáculo en el que trabajaban 75 personas tenía como gran actriz protagonista a la cantante Nina, que venía en el papel de Donna, y junto a ella, actrices y actores como Eva Diago, Olga Hueso, Nando González, Albert Muntanyola, Paul Berrondo, Carlos Solano o Clara Albarribia. Se trataba de un montaje, producido por Stage Enternainment e inspirado al 100 % en el Mamma Mia! , el musical teatral dirigido por Catherine Johnson en 1999 y escrito por Benny Andersson y Björn Ulvaeus, dos de los fundadores de ABBA autores de las canciones, y que estuvieron involucrados en el proyecto desde sus inicios, mientras que Anni-Frid Lyngstad, una de las vocalistas, también ha participado en la financiación. 

Lo cierto es que , conociendo toda la historia por la película, el musical sí que me gustó , especialmente por la música y por como se desarrollo en el escenario, así que era el momento de volverle a dar otra oportunidad a la versión cinematográfica del año 2008 y que tanto repudié , sí aquella que estuvo bajo la dirección de Phyllida Lloyd y que fue protagonizada por Meryl Streep, Amanda Seyfried, Christine Baranski, Julie Walters, Pierce Brosnan, Stellan Skarsgård, Colin Firth y Dominic Cooper. 

La historia que presento aquí es la de la película que empieza poco antes de casarse, Sophie Sheridan (), una joven de veinte años que vive con su madre Donna que regenta un hotel en la isla griega de Kalokairi, invita a tres hombres a su boda con Sky ( ) con la esperanza de poder averiguar quién de ellos es su padre, ya que su madre, Donna (Nina), nunca le ha dicho quién es su padre y decide invitarlos a su boda sin que su madre se entere. 

La víspera del enlace, Sophie muestra el diario de juventud de Donna a sus damas de honor Ali y Lisa, y les cuenta que hay tres hombres que podrían ser su padre — Sam Carmichael ( ), Bill Austin ( ) y Harry Bright () — y que los tres vienen a la celebración sin que su madre lo sepa (mientras suena "Honey, Honey"). 

Mientras tanto, Donna comienza a recibir a los invitados en la taberna que regenta en la isla. Las primeras en llegar son sus viejas amigas Tanya() y Rosie () . Tanya es una mujer rica y tres veces divorciada, mientras que Rosie es una soltera empedernida y escritora de éxito, especialmente de temas culinarios. 

En el pasado, Donna, Tanya y Rosie formaron un grupo musical llamado Donna y las Dynamos. Las tres amigas se ponen al día y Donna confiesa las dificultades que ha tenido para sacar adelante el hotel ella sola ("Money, Money, Money"). 

Poco después llegan los tres posibles padres de Sophie, en un barco capitaneado por el más aventurero de los tres Bill. Vemos la personalidad de cada uno de ellos. Sam (es un arquitecto que abandonó a Donna, ya que tenía un compromiso de boda con otra mujer), Bill (un escritor y aventurero que visitó la isla en su juventud puesto que vivía allí su abuela) y Harry (un banquero británico, que en su momento era rockero). 

Tras un primer encuentro de los tres con Sophie les pide que no le cuenten a su madre que ha sido ella quien les ha invitado , y a los que coloca en el cobertizo de la casa, algo que se hace bajo la canción "Thank You for the Music". 

Al descubrir a sus examantes, Donna se queda en estado de shock ("Mamma Mia") y se encierra en su habitación llorando, ante lo que sus amigas Tanya y Rosie intentan consolarla ("Chiquitita") y, cuando Donna admite que no sabe quién es el padre de Sophie, le dicen que no tiene nada de qué avergonzarse y la animan a que vuelva a ser la mujer alegre que fue en el pasado ("Dancing Queen"). Sophie confiaba en que reconocería a su padre nada más verlo, pero después del primer encuentro con los tres candidatos se siente más confundida que nunca. 

La joven intenta hablar con su prometido Sky, pero no se atreve a confesarle el lío que ha organizado. Sky trata de animarla y le dice que no hay que complicarse tanto. Pepper, Eddie y el resto de amigos de Sky se lo llevan para celebrar su despedida de soltero ("Lay All Your Love on Me") en el baile más hortera de toda la película. 

En la despedida de soltera de Sophie, Donna y las Dynamos interpretan una canción vestidas con los trajes que utilizaban en la época del grupo ("Super Trouper"). 

De pronto, Sam, Bill y Harry que se han pasado el día navegando ya que Donna no quiere verlos por la isla, aparecen a la fiesta y, aunque en principio la celebración es solo para mujeres, las invitadas les convencen para que se queden ("Gimme! Gimme! Gimme!"). 

Sophie se dirige a Sam y cuando él le pregunta el motivo por el que lo ha traído a la isla, la joven se siente culpable y se va a hablar con Harry. Harry le pregunta que si su padre estará en la boda y ella le confiesa que no sabe quién es. 

Finalmente, charlando con Bill, Sophie descubre que la mujer de la que su madre heredó el dinero con el que montó el hotel - que, por cierto, diseñó Sam, es en realidad la abuela Sophia de Bill. Los dos llegan a la conclusión de que Bill es el padre de Sophie, ya que Bill sabe que su abuela se lo dejó a un pariente el dinero de la herencia. Sophie le pide a Bill que la acompañe al altar. Sophie insiste en no contarle nada a su madre y finalmente Bill acepta ("The Name of the Game"). 

En ese momento, los chicos llegan de la despedida de soltero de Sky con unas mascaras y todo el mundo se pone a bailar. Sam aparta a Sophie a un lado y le cuenta que ha averiguado el motivo por el que le invitó a la boda. Él ha deducido que es su padre y le promete llevarla del brazo hasta el altar. La joven no sabe qué decirle. Entonces Harry se acerca a Sophie y le pide disculpas por haber tardado tanto en darse cuenta de que es su hija e igualmente se compromete a acompañarla al altar. Sophie abandona la fiesta totalmente disgustada, ya que ha cogido cariño a sus tres posibles padres y no quiere rechazar a ninguno. Mientras las chicas y los chicos bailan al son de "Voulez-Vous". 

Por la mañana, Sophie está de mal humor así que Donna da por hecho que quiere cancelar la boda y se ofrece para hacerse cargo de todo. Ofendida por la proposición, Sophie le dice que, a diferencia de ella, sus hijos no crecerán sin saber quién es su padre y se marcha muy cabreada. Donna rememora su romance fallido con Sam cuando éste llega de improvisto ("One of Us"). El arquitecto trata de acercase a ella, pero Donna todavía le guarda rencor por haberla abandonado y al que responsabiliza de todo lo que pasó después con sus otros dos amantes, casi por despecho. Aun así, parece que Sam fue su verdadero amor y, aunque ninguno lo reconoce, a los dos les gustaría poder retroceder en el tiempo ("SOS"'). 

Mientras en la playa, Harry le pregunta a Tanya que qué se supone que tiene que hacer el padre de una novia y ella le cuenta que el suyo le dio algunos consejos y pagó la boda. Poco después,  Pepper, intenta ligar con Tanya, ya que anoche algo hubo, pero ella lo rechaza bajo la interpretación de "Does Your Mother Know". 

Sky descubre el plan secreto de Sophie y se enfada con su prometida al pensar que sólo ha querido casarse para descubrir quién es su padre. Sky se marcha enfadado. 

Harry, por su parte, ofrece a Donna un cheque para correr con los gastos de la boda y juntos recuerdan su romance de juventud ("Our Last Summer"). Tras ello Donna va a la habitación de una cansada Sophie y le ayuda a vestirse de novia sin creerse todavía que su hija vaya a casarse ("Slipping Through My Fingers"). 

Donna le cuenta que su propia madre la repudió cuando se enteró de que estaba embarazada. Madre e hija se reconcilian y Sophie le pide a Donna que sea ella quien la acompañe al altar. Rosie poco a poco se va sintiendo atraída por Bill que reafirma su preferencia por la vida de soltero, pero Rosie, que ha empezado a sentirse atraída por él, le insta a reconsiderarlo. Cuando están a punto de tener algo, los invitados comienzan a llegar, dejando a Rosie sofocada ("Take a Chance on Me"). 

La boda va a tener lugar en un santuario al borde del mar situado en los alto de un escarpe. Para llegar a él hay todo un camino. Hacia allí se encaminan todos . Donna y Sam se encuentran en el trayecto, y Sam tiene intención de hablar de nuevo con Donna, pero ella no quiere verlo y le pide que se marche. Él se niega y entonces estalla una amarga discusión entre los dos. Donna confiesa a Sam que le rompió el corazón cuando la abandonó para casarse con su prometida ("The Winner Takes It All"). Ambos siguen enamorados, pero Donna no lo reconoce. 

La boda empieza con Sophie caminando hacia el altar del brazo de su madre. Antes de que el cura comience la ceremonia, Donna les hace saber a todos que el padre de Sophie está presente en la sala. Sophie confiesa que ya estaba al tanto y entonces Donna se da cuenta de que fue su hija quien invitó a la boda a sus tres antiguos amantes. El misterio de la identidad del padre biológico de Sophie queda sin resolver, ya que en realidad, nadie la sabe a ciencia cierta, pero los tres involucrados están encantados de compartir tal honor y de formar parte de la vida de Sophie. Harry de hecho reconoce que fue su primer y único amor, al menos con una mujer. 

De repente, Sophie detiene la ceremonia. No se siente lista para casarse y Sky está de acuerdo. Sam ve la oportunidad y le propone matrimonio a Donna para no desaprovechar la boda que ya está organizada. Él confiesa que siempre la ha querido y que cuando se marchó para casarse, se arrepintió, canceló la boda y volvió a la isla, pero se encontró con que Donna estaba liada con Bill. Entonces regresó, se casó con su prometida y tuvo dos hijos, pero el matrimonio no funcionó y terminó divorciándose. Sorprendentemente, Donna acepta y finalmente se casa con Sam ("I Do, I Do, I Do, I Do, I Do"), y por la noche tiene lugar la cena de cualquier manera en ella están Sam con Donna, ya casado, Harry que revela que es gay está tonteando con un lugareño y Bill que es perseguido por Rosie, hasta que finalmente caen mientras todo el mundo baila y brota la fuente de Afrodita que, según la leyenda, estaba en la isla. 

A la mañana siguiente Sophie y Sky deciden dejar la isla para conocer el mundo ("I Have a Dream") . Tras los saludos finales,salen los títulos de crédito mientras que Donna y las Dynamos se disponen a interpretar tres canciones como un añadido final ("Dancing Queen", "Mamma Mia" y "Waterloo") con Donna, Tanya, Rosie, a los que se unen Sam, Bill y Harry vestidos al estilo de ABBA, invitando a todo el público a unirse a la fiesta, acabando así la obra. 

Hasta la fecha es uno de los musicales que más dinero ha recaudado en la historia del cine. Yo decir que , realmente lo que más valoro de la película, ¡vale, soy un poco moñas en esta ocasión! su música integrada por los éxitos de ABBA, inolvidables como I Have A Dream , Honey, Honey Sophie,, Money, Money, Money , Mamma Mia , Chiquitita , Dancing Queen Our Last Summer Sophie, Lay All Your Love On Me , Super-trouper , Gimme! Gimme! Gimme! (A Man After Midnight), The Name Of The Game , Voulez Vous , S.O.S. , Does Your Mother Know? , Slipping Through My Fingers , The Winner Takes It All, I Do, I Do, I Do, I Do, I Do , When All Is Said And Done , Take A Chance On Me, Waterloo y Thank You For The Music. 

En la versión cinematográfica no aparecen  varios números musicales que en el musical sí están presentes como "Under Attack", "One of Us", "Knowing Me, Knowing You" o "Thank You for the Music", aunque "Knowing Me, Knowing You" puede escucharse tocada por la banda en la escena de la boda y "Thank You for the Music" suena en los créditos finales tras un reprise de "Dancing Queen" y "Waterloo". La canción "When All Is Said and Done", que no está presente en el musical, mientras que "Our Last Summer" cambia de lugar y pasa a ser cantada por Harry, Sam, Bill, Sophie y Donna poco después de la llegada de los tres posibles padres a la isla. "

Tras ver en el musical, que por cierto se ha entrenado en cerca de 500 ciudades del planeta, mi resistencia hacia la película sucumbió , así que he vuelto a verla en dos ocasiones más. Anoche la vi con mi mujer, y efectivamente, es una inyección de energía positiva . 

El musical  invita a sonreír más que a reír, pero sobre todo a cantar y a bailar. Al fin y al cabo, son 43 años los que llevo escuchando la música de ABBA tras su éxito con Waterloo  con una música y unas canciones que están presente en la memoria colectiva de muchas generaciones.

En España, Mamma mía! es hasta la fecha el musical más exitoso y se reestrenó en noviembre del 2015 en Barcelona. Después de tres meses en la capital catalana, inició su gira por más de 25 ciudades españolas. A mi ciudad  llegó desde Salamanca y después viajará a Zaragoza. Sobre el escenario vimos cinco cambios de ambiente y hasta 17 cambios de escenografía marcados por la banda, compuesta por siete músicos y que junto a Nina interpretó el elenco de 30 actores y actrices.  

El vestuario está compuesto por más de 300 trajes confeccionados y diseñados especialmente en Londres con un coste de 6.000 euros cada uno. Los trajes que lucen las tres actrices que encarnan a las Dynamos llevan cristales de Swarovski, ofreciendo al público destellos de colores. Además,  se emplearon  más de 75 focos móviles y 30 micrófonos inalámbricos.  Fue, ha sido, todo un espectáculo que invitaba a bailar y a cantar y así fue hasta llegar a mi casa...y así sigue y seguirá.  


miércoles, 17 de agosto de 2016

Historia de un idiota, una idiotez


Asumiendo que este verano no siento grandes estímilos para la lectura he elegido un libro del escritor, columnista - también polemista- ciudadano y académico Félix de Azúa titulado La historia de un idiota contado por él  mismo y que lleva como subtítulo de "El Contenido de la Felicidad". La he elegido por ser corta, ya que es una novela breve publicada en 1986 y que se lee en unas horas-

El protagonista de Historia de un Idiota contada por él mismo nos narra en primera persona las diferentes fases por las que pasa a lo largo de toda su vida en la incansable búsqueda de la felicidad: desde que es un crío y sobrevive a su entorno familiar, para pasar a continuación a la adolescenciael inicio del sexo, el aparente compromiso social y el activismo político durante sus años universitarios, más tarde el amor  de un adulto joven, el paso por la mili o la madurez cuando solo queda el arte como reducto último donde encontrar la tan deseada felicidad. 

Es posible como he leído por ahí que aquí el término "idiota" tiene mucho más que ver con su etimología griega  - pues viene del griego ídios, 'propio', 'peculiar',  por lo que para ellos un idiota era el que se preocupaba sólo de sus propios asuntos, dejando de lado sus deberes de ciudadanía. Esta dejadez era una falta muy grave en las poleis, orgullosas de sus libertades. Eso para un griego era grave, pues como reconoce Aristóteles sostiene en la Política que los seres humanos vivimos en ciudades porque no nos bastamos a nosotros mismos: quien no puede vivir en sociedad o no lo necesita no es humano, sino una bestia o un dios. 

Así que las experiencias de un joven que basa su periplo vital en la búsqueda de la felicidad,  ésta concebida como una forma de supervivencia. Esa búsqueda de la felicidad a toda cosa llena a veces de sinsabores al protagonista de la historia, esclavo de esa permanente búsqueda. 

El libro está escrito en primera persona y podría casi considerarse como un ensayo autobiográfico salpicado de reflexiones filosóficas llenas de sarcasmo , análisis de la sociedad actual del momento - años 80- , y de las muchas frustraciones que provoca esa búsqueda angustiosa de la felicidad.

La verdad es que el libro no me ha aportado nada. En sí mismo la historia es la de una idiotez, a lo peor la mía, por haberla leído. Puede que sea impecable en la forma, pero ni me ha enganchado ni me ha interesado lo más mínimo. Es más, corta y aburrido. Mal asunto.  

lunes, 15 de agosto de 2016

Brujas y Antropología


Hablar de Julio Caro Baroja es hablar de Antropología, de Historia, de Cultura , de Etnografía o de Brujería. Todo un portento y leerlo es todo un lujo, así como el descubrimiento de tu grado de ignorancia. 

Este verano tras haber estado por Zugarramurdi, Urdax y haber llegado a la localidad de Sara en Francia y recordad todo lo que hablé con la sobrina del aita José Mikel Barandiaran y Ayerbe, el aita entre los aita, me parecía necesario buscar entre mi librería un clásico de la antropología cultural como era la obra Las brujas y su mundo. 

Se trata de un estudio clásico de Julio Caro Baroja escrito en 1961 acerca de las brujas y su mundo cubre un amplio ámbito histórico y cultural. Se trata de un libro solvente, documentado y académico no exento de buena literatura en la que que se nos presenta las características de ese mundo mágico grecolatino en el que he descubierto el papel de Diana, la hechicería femenina entre los pueblos germánicos y eslavos, la adoración del demonio en la Europa medieval, la importancia de la creencia en la brujería en el siglo XIII, la extensión de la idea de práctica del sabbat - o Akelarre- a partir del siglo XIV, la brujería vasca en el siglo XVI y los grandes procesos inquisitoriales de comienzos del XVII como el de las brujas de Zugarramurdi u otros realizados en el Lapurdi, en el actual País Vasco Francés, así mismo nos presenta la crisis de la brujería ligada a la lógica y racional de la Ilustración que supuso la crisis en la concepción mágica del mundo y la persistencia en el siglo XX de ese género de creencias especialmente en el mundo rural vasco, donde ese cruce entre fe y sentido mágico ha pervivido mucho más de lo que uno sospecha. 

Un gran libro y un gran acierto presentar los hechos desnudos, sin tratar de añadirle dramatismo. De este modo muestra cómo la Inquisición española no fue, contrariamente a lo que se piensa, la institución que persiguió de forma más cruenta a brujos y hechiceros y que, incluso dentro de las filas de los "cazadores de brujas" hubo hombres razonables que, conforme avanzaron los siglos, contribuyeron a frenar la persecución.

Interesante es también en este estudio trasversal la diferenciación que hace Baroja entre la brujería o hechicería, como conocimiento de medios de curación naturales y de prácticas esotéricas "tradicionales" (o supersticiones), frente a la demoniolatría, como el trato con el demonio enemigo de la cristiandad.

Es una obra escrita por un escéptico , por un hombre de ciencia. Baroja como etnógrafo indudablemente formado con Barandiaran, Aranzadi y CiA  y, por o tanto, sabedores de ese mundo mágico que pervivió en algunos pueblos de Goierri , de los que algunos somos descendientes y tenemos historias familiares que nos llevan a ese mundo.  A destacar sobre manera la documentación que aporta el autor. Una maravilla. 

viernes, 5 de agosto de 2016

Las historias del Kronen


He tenido este libro mil veces en la mano, pero he desestimado su lectura recordando lo impresentable que fue para mi Carlos, el protagonista  Historias del Kronen cuando vi la película allá por 1996. Me pareció repulsivo este depravado sexual, potencial violador, chico sin escrúpulos y sobre todo ser sin  alma , sin moral y son ética. La película basada en la novela del madrileño José Ángel Mañas, fue  dirigida por Montxo Armendáriz.

Era la primera novela del escritor madrileño con la cual llegó a ser finalista del Premio Nadal en enero de 1994 y fue publicada por la editorial Destino en 1994 —cuando el autor sólo tenía 23 años. Fue el verano de las Olimpiadas de Barcelona, del segundo Tour de Francia de Miguel Indurain y de la dimisión del entonces gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, tras el escándalo del Caso Ibercorp. El año, 1992, en que un joven recién licenciado en Historia decide tomarse un año sábatico para escribir. José Ángel Mañas (1971) concibió la novela 'Historias del Kronen' cuando tenía 22 años; Ya se han cumplido 22 años de su publicación.

Declaraba Mañas al mundo que "La escribí aquel verano. Pasé el primer semestre de 1993 corrigiendo y en septiembre ya no sabía qué hacer con lo que tenía en las manos. Me fijé en las condiciones del Premio Nadal y luego observé mis folios. ¿200 páginas? Sí, las tengo. El plazo terminaba el día siguiente pero mi padre viajaba a Barcelona por la mañana así que llevó el manuscrito por mí hasta las oficinas de Destino, entonces un edificio boyante". Fue también su padre quién le avisó de que había quedado finalista del Premio Nadal que, por aquel entonces, no estaba aún entre las responsabilidades del Grupo Planeta y qie todavía tenía en cuenta su origen: descubrir autores noveles. "Mi padre se enteró por la televisión. Y yo di un salto mortal y sin red".  

La novela fue considerada un éxito y calificada como best seller. Pero lo importante era colocar en el centro del protagonismo a un chico bien de La Moraleja que parece representar a un miembro de la Generación X. 

La novela tiene lugar durante el mes de julio de 1992 en la ciudad de Madrid. Carlos es el protagonista principal de la obra, un joven estudiante universitario de apenas veintiún años y que es descrito como un «niño de papá», egocéntrico, machista y violento y  que sólo le preocupa, el sexo,  el alcohol, y las drogas , todas las drogas. 

Carlos y sus colegas se reúnen frecuentemente con sus amigos en la cervecería Kronen, El final es brutal  y acaba con la muerte de uno de sus amigos —Fierro, con una personalidad débil y diabético, al que la pandilla considera homosexual, además de masoquista— en su propia fiesta de cumpleaños, a raíz de forzarle mediante un embudo a beber una botella de whisky y con la asistencia al Psiquiatra de Roberto.

La novela se abre y se cierra con la letra de «Giant», una canción de la banda británica The The y está narrada en primera persona —a través del punto de vista de Carlos—. La novela destaca por su trepidante ritmo, muy fluido, muy ágil, gracias al uso de diálogos cortos y contundentes alternados con fragmentos narrados. 

Historias del Kronen se caracteriza por su neorrealismo. también por describir con precisión el lugar en el que transcurre la acción, citando localizaciones reales de Madrid, sus circunvalaciones - como la Emetreinta- y todo ello con un estilo empleado por Mañas lleno de expresiones propias de la jerga juvenil, poniéndolas en boca de los protagonistas; como «cerdas» para referirse a las mujeres, neologismos o bien la aparición de coloquialismos referidos al mundo de la droga, por ejemplo: «costo», «chocolate», «tripi», «farlopa» o «nevadito»; a el empleo de expresiones malsonantes o disfemismos es común en la jerga de los jóvenes de la novela o la permanente castellanización de lo anglosajón y a, con trabajar con material diario.

También destaca por el uso de numerosas referencias cinematográficas tales como La matanza de Texas, Henry, retrato de un asesino o La naranja mecánica, y musicales  como The The, Nirvana , Siniestro Total o Los Ronaldos.

Las críticas positivas y fue muy bien recibido por los lectores, gracias a su «autenticidad».Historias del Kronen vendió más de 100 000 ejemplares,  lo que supuso un éxito sin precedentes en la literatura española en su momento. 

La novela retrata a la juventud española de los 90, el «vacío existencial» e incomunicación de muchos jóvenes y el desencanto característico de estos al no encontrar su lugar en el mundo, con una visión pesimista de la existencia y de la condición humana —aspectos comunes en los escritores de la Generación X—,  a lo que se añade una perspectiva influenciada de nihilismo.

La sexualidad es un tema fundamental en la obra de Mañas, describiendo relaciones sexuales entre sus personajes de «forma explícita y desinhibida». Varios de los personajes masculinos que aparecen en Historias del Kronen exhiben una visión negativa de la homosexualidad, a lo que se contrapone la revelación de la homosexualidad de uno de ellos —Roberto— y la posible bisexualidad de Carlos, el protagonista principal. 

De todas las frases , de las muchas y buenas que he leído me quedo con esta que aparece un par de veces en la novela, y la reciuerdo especialmente al final cuando Roberto habla con su psiquiatra y aquel les traslada una idea motriz en Carlos: «Cualquier película, por mediocre que sea, es más interesante que la realidad cotidiana. Somos los hijos de la televisión, como dice Mat Dilon en Dragstorcauboi» Puede resultar repulsiva, pero se deja leer. Muy recomendable. 


sábado, 30 de julio de 2016

Lo que no te mata, te deja vivo



Que en la obra de Larsson habían quedado alguno flecos no había dudas, pero que no era necesaria la continuidad, tampoco. Pero resulta que David Lagercrantz (Suecia, 1962) ha tenido el valor de continuar con lo creado por Stieg Larsson, y lo ha realizado muy bien.

La popularidad de este escritor y periodista empezó en 2011 cuando publicó la polémica biografía del exfutbolista del Barcelona, Zlatan Ibrahimovic, que publicará Roca en otoño, y una novela sobre el matemático Alan Turing.

Larsson nos encandiló a millones de lectores. Acertó con el tema —violencia de género, espionaje, indignación con los poderes fácticos—. Acertó con un personaje a priori secundario como Lisbeth Salander y con el principal, Mikael Blomkvist que vuelven a ser los protagonistas de “Lo que no te mata te hace más fuerte” y lo cierto es Lagercrantz ha hecho bien su trabajo centrado ahora en el mundo de los hackers, el espionaje industrial y gubernamental y , la violencia doméstica,niños savant, añadiéndole viejas historias de familias enfrentadas creando un relato con acción, buen ritmo, David Lagercrantz escribió en año y medio Millennium 4. 

Lo que no te mata te hace más fuerte (Destino). Se lo propusieron hace tres años. El desafío era enorme: continuar la serie de libros creada por Stieg Larsson, fallecido en noviembre de 2004, pocos meses antes de la publicación de sus exitosos libros de novela negra. 

Lo mejor que ha hecho el escritor suecos ha sido el retomar la atmósfera y sus personajes principales, Salander, Blomkvist, Erika Berger, el tutor de Lisabeth, Holger Palmgren.... “ha incluido personajes nuevos como el profesor Badler, especialista en inteligencia artificial, o miembros de diversos servicios de seguridad que compiten entre sí, o un asesino a sueldo realmente espectacular o el niño savant August”. A mi , personalmente, me ha gustado bastante, aunque como ice uno de mis hijos en sus estados de Whatsapp, Lo que no te mata, te deja vivo. Y vivo ha dejado . Lagercrantz a los personajes e historias creadas por Larsson.

martes, 21 de junio de 2016

Discurso final de curso

Buenas tardes. Antes de nada quiero expresar mi agradecimiento a la dirección del centro por querer contar conmigo y convertirme hoy en portavoz de todo el profesorado; agradecer igualmente a mis compañeros y compañeras por cederme ese protagonismo. Igualmente agradecer la presencia al alumnado aquí presente así como a los familiares que han venido para acompañaros, especialmente, en una calurosa tarde - noche donde existe una lógica e interesante competencia con el fútbol.

Cuando me decidí a escribir las primeras notas para este discurso lo primero que pensé fue en el curso anterior. Para estas fechas del pasado curso escolar me estaba despidiendo de la comunidad educativa del que había sido mi centro una vez pasado allí casi una década. Sin embargo, en esta ocasión, y dado que llevo en este centro menos de un año, he dudado- y mucho- sobre en qué centrar este discurso. 

Tras reflexionar algo sobre lo que hablar, pensé que podía hablar en lo que supone el IPEP. Bajo esas siglas de IPEP, hay un Instituto que aparentemente se centra en la Enseñanza de Personas Adultas. Sin embargo, yo creo que toda la Comunidad Educativa de este centro pretende que sea mucho más que eso. Como ya sabéis IPEP literalmente significa Instituto Provincial de Educación Permanente. Subrayo eso de Educación Permanente que lo entiendo en un sentido casi contrario al que pudiera tener en castellano. Lo permanente está ligado a un estado o situación que no experimenta cambio alguno. De hecho, nuestra esperanza como docentes es la contraria: que el alumnado que se forme aquí experimente una mejora en su situación intelectual y esta le permita progresar en su vida profesional o personal. En ese sentido el IPEP tiene como objetivo prioritario la promoción y el desarrollo de las personas adultas a través de la formación en su doble ámbito vital y laboral. Es aquí donde parece cumplirse lo que, en su momento, fue defendido por el escritor, médico y dramaturgo ruso Anton Chejov quien decía que “La sabiduría no viene de la edad, sino de la educación y del aprendizaje”. 

Pero como he dicho anteriormente, un centro educativo, y mucho más un centro como éste, tiene que aspirar a más. No sólo debemos centrarnos en lo estrictamente formativo, sino que nuestras aspiraciones han de ir, además, en la gran idea defendida por Aristóteles cuando escribía que “Educar la mente sin educar el corazón no es educación en absoluto”. 

Ante esa concepción que, al menos, tenía el filósofo griego, y que coincide en gran medida con la idea que yo tengo de la educación, opté, en mi primera experiencia como profesor de personas adultas, por marcarme un par de objetivos. El primero de ellos fue el que fueseis adquiriendo una mayor autoestima como estudiantes, es decir, en recuperaros para el estudio, pues muchos lo habíais abandonado hacia años. Las razones que llevaron a abandonar el sistema educativo han sido variadas. El trabajo, la familia, los vericuetos de la vida o el mismo sistema educativo os pudieron excluir en su momento. En ese sentido, tengo que reconocer que es cierto que la vida nos lleva siempre por caminos que en ocasiones son tortuosos, largos y tormentosos. Pero que si uno supera esas dificultades, muchas veces vitales, podemos concluir en la misma idea a la que llegó uno de los principales filósofos norteamericanos de la primera mitad del siglo XX, John Dewey, quien dijo que “La educación no es preparación para la vida; la educación es la vida en sí misma”. 

Una vez cubierto el primer objetivo, engancharos a los estudios, me marqué un segundo: administrar eso que yo, a veces, he comentado en clase y que le llamado la resiliencia. En alguna ocasión a mis alumnos y alumnas de tutoría les he hablado de esa capacidad que tenemos todos los humanos para sobreponernos a las situaciones adversas. Durante estos últimos nueve meses, hemos vivido en no pocas ocasiones momentos de dudas y zozobras, pero es, en esas circunstancias, en las que ha de surgir nuestra capacidad de superación, para seguir, seguir y seguir. 

Para ello, y eso me consta, los profesores y profesoras os hemos animado en múltiples ocasiones a mantenernos firmes antes estas dudas e inquietudes que han ido surgiendo, especialmente, en febrero, durante el meridiano del curso escolar. Una vez aclarados estos dos objetivos, que en principio, me marqué, he de reconocer que a lo largo del curso se han ido produciendo para mí algunos alumbramientos procedentes de mi alumnado. 

El primer descubrimiento de la realidad de la Educación de las personas adultas que me ha ido influyendo en este primer año de servicio aquí, ha sido poner en valor el enorme mérito que supone el sacrificio de vuestro tiempo que, en la mayoría de los casos es muy limitado, y que ha supuesto un elemento de superación en lo personal y que se extiende a vuestras familias. Indudablemente es un sacrificio adecuado, muchas veces incómodo, pero que es precisamente ese esfuerzo realizado con inteligencia y conciencia el que ha dado sus frutos o compensaciones. Ese sacrificio de vuestro tiempo libre va mucho más allá de aprobar un examen o entregar un trabajo – cosas que también son importantes- , ya que en gran medida os habéis transformado en hombres y mujeres modélicas ante los que os rodean. 

Mi segundo descubrimiento ha sido la enorme satisfacción que he sentido cuando alguno de vosotros me habéis dicho lo muy orgullosos y orgullosas que os sentís cuando vuestros hijos e hijas os han preguntado dudas en sus estudios y vosotros habéis podido responder a ellas, cuando antes os sentíais inseguros o impotentes. En ese sentido os habéis convertido en trasmisores no sólo de conocimientos sino de valores. Suponéis, en muchas ocasiones, referencias para vuestros hijos e hijas por ese carácter modélico que os comenté anteriormente. Ahora sois su referencia de futuro. 

Por lo demás, y como en cualquier nivel educativo, he visto en este último año que hemos tenido tiempo para todo. Para trabajar y para reíros, para estudiar y para salir, y para presentar quejas o discrepar, o para sufrir angustias, sinsabores, pero también alegrías. Desde septiembre hasta hoy he comprobado una evidencia: que en la educación de adultos se repiten las mismas funciones básicas que en la escuela ordinaria. Hemos ido desde lo esencial, adquirir las habilidades básicas instrumentales, hasta la adquisición del conocimiento, pasando lo que para muchos ha sido lo más importante: la socialización. De aquí parecen haber surgido amistades inquebrantables, aunque también en ocasiones, fricciones. La Escuela o la Educación de Adultos no tiene que ser la Arcadia Feliz, pues es un extracto de lo que contiene toda la sociedad, y si ésta funciona, la educación funciona, y viceversa. 

Un año da para mucho, incluso para titular en la ESO o en BTO. A los que lo habéis conseguido os tengo que felicitar; a los que no, os tengo que pedir que perseveréis en la consecución de un título que está en vuestras manos. Como afirmaba un líder de la comunidad negra de los años sesenta Malcolm X “La educación es nuestro pasaporte para el futuro, porque el mañana pertenece a la gente que se prepara para el hoy”. Especialmente ese pasaporte es importante para los adultos ya que la formación nos rejuvenece externa e internamente. Y lo importante en la vida, y de eso soy consciente como adulto, es vivirla aunque sólo sea para poder contarla. 

Para acabar, y de cualquier manera, a unos y otros, a todos y todas, os tengo que dar las gracias por haberme enseñando tanto. Nunca he conseguido olvidar – ni quiero- lo que aprendí hace tiempo, y es que, en el fondo, siempre se está en una fase de aprendizaje y en proceso de construcción. Ante esto uno entiende que es difícil ser maestro en algo, y esa imposibilidad es la que te obliga a seguir formándote y aprendiendo, y a disfrutar de ese aprendizaje cosa que yo he sentido en este curso escolar. 

Por último, recordaros algo lo que dijo alguien más trascendente que yo, Confucio, un pensador chino en el siglo V antes de Cristo “La educación genera confianza y la confianza genera esperanza (…)”. 

Yo añado que de la esperanza muchas veces surgen los sueños y, como una vez me dijo se preguntaba una de mis compañeras ¿No estamos aquí para que nuestros alumnos y alumnas cumplan sus sueños?

Muchas gracias a todos y todas, pues ha sido todo un placer haber compartido este año.

jueves, 9 de junio de 2016

Las cerezas del cementerio

Gabriel Miró, para mí, es casi un escritor a pie de página, que estudié en una magnífica materia de COU que se llamó Literatura española y que me permitió conocer a muchos y grandes autores. A unos se le daba mucha importancia y a otros, apenas, unas líneas. Este era el caso de este escritor alicantino nacido en 1879 y que falleció en Madrid , muy joven, en 1930 cuando tenía 50 años. Era un hombre de familia acomodada, que cursó Derecho en Valencia y Granada y que colaboró en varios periódicos y revistas de la época como La Publicidad, El Heraldo, Los Lunes de El Imparcial, ABC y El Sol de Madrid, así como los argentinos Caras y Caretas y La Nación de Buenos Aires. 


Como novelista el escritor alicantino publicó su primera novela a los 22 años, La mujer de Ojeda, y en 1903 editó Hilván de escenas. En su siguiente libro, Del vivir (1904), apareció por primera vez el personaje de Sigüenza, «alter ego» del autor que le acompañó en otras obras posteriores: Libro de Sigüenza (1917) y Años y leguas (1928). Para la mayor parte de la crítica, la etapa de madurez de Gabriel Miró comenzó con el libro que acabo de terminar, escrito en 1910 y que lleva por título Las cerezas del cementerio. 

Recuerdo el título del libro , pues junto Las Figuras de la Pasión de Señor (1916-17) al Obispo Leproso (1926) pudieran ser sus obras más reconocibles. Fue Premio Mariano Cavia, dedicado a las narraciones breves. Sin embargo, como comenta Horacio Vázquez Rial en el prólogo de Las cerezas del cementerio será relegado a uno de los rincones oscuros de la narrativa española, no llegando a ser ni tan siquiera académico de la RAE Gabriel Miró fue un autor leído tanto por sus admiradores como Vale Inclán, Pérez de Ayala, Azorín, o Juan Ramón Jiménez así como sobre la generación del 27 -dado su lirismo- por sus detractores entre los que destaca José Ortega y Gasset. 

Ricardo Gullón ha calificado los relatos de Miró como novelas líricas. Son, por tanto, obras más atentas a la expresión de sentimientos y sensaciones que a contar sucesos, en las que predominan:la técnica del fragmentarismo,el uso de la elipsis la estructura del relato en escenas dispersas, unidas a través de la reflexión y la rememoración en la que la temporalidad incorpora el pasado a un presente continuado, por medio de las sensaciones, la evocación y el recuerdo. Todo ello creó un estilo mironiano caracterizado por la riqueza plástica de su obra, el uso de sinestesias y de imágenes sensoriales, una adjetivación y un léxico excelso, que , a veces, hace que los fragmentos cuesten trabajo entender. En su obra hay mucho del hombre melancólico e introvertido que era, pero también un fuerte sentido crítico contra lo eclesial ; una sensibilidad exacerbada a colores, aromas, texturas y sonidos que refleja en sus obras, de tiempo lento, casi moroso y carácter muy lírico y descriptivo; su estilo, muy elaborado, se halla esmaltado de palabras castizas, arcaísmos y sinestesias. 

Las cerezas del cementerio (1910) está considerada una obra de madurez creativa del autor cuya trama desarrolla el trágico amor del hipersensible joven Félix Valdivia por una mujer mayor (Beatriz) y presenta —en una atmósfera de voluptuosidad y de intimismo lírico— los temas del erotismo, la enfermedad y la muerte.En esta novela intimista y de introspección se aborda el tema del amor o, mejor dicho, la ausencia de ésta . 

El eje central de la historia . aunque no siempre presente, Félix Valdivia, joven de gran encanto y sensibilidad, cuya existencia se orienta claramente a la naturaleza y la mujer, especialmente de Beatriz, mujer mayor casada y de una extraordinaria belleza, que van a encontrarse con el rechazo y la incomprensión de todos.. 

Sin embargo, frente al amor y la vida, Félix topa con la rígida moral imperante en la Valencia de principios del siglo XX, tan avanzada y represiva a un mismo tiempo. Son las barreras morales y religiosas que le impedirán alcanzar la felicidad. Es un libro sobre el amor y la falta de amor, y en él se suceden las historias de enamoramientos. 

Es un libro complejo, abierto a diversas interpretaciones, hace efectivo el propósito del autor de insinuar las cosas y de trazar una novela trémula de emoción y muy personal. Aquí el paisaje valenciano se convierte en un personaje más, sino el principal, a través de descripciones que semejan acuarelas vivas, donde además de los colores, percibimos aromas y sonidos. Estilo pausado, casi lírico, con uso de sinestesias y palabras arcaicas. Una obra literaria para saborearla lentamente. 

El protagonista, enamoradizo y mujeriego, pero de un modo muy espiritual, sufre la incomprensión de todos los que le rodean, que esperan otras cosas de él y no comprenden su sensibilidad ni su amor por la belleza. La historia nos depara un final inesperado, triste pero bello a la vez. Félix muere y es enterrado en el cementerio de Posuna, conocido por sus cerezos de cuya fruta, por respeto o por asco, nadie come. Beatriz e Isabel, joven que también amó a Félix, visitan su tumba y comen la fruta de los «árboles sagrados», sorbiendo y comulgando de esta manera la esencia del amado con la fruta de los cerezos.

Para Miguel Ángel Lozano Marco, este libro “es un ejemplo acabado de novela lírica; posiblemente sea el título representativo por excelencia de esa modalidad narrativa en la literatura española. Si la novela es lírica no lo es sólo por su intensidad y belleza del lenguaje, sino por haberse centrado el narrador en la conciencia de un personaje, Félix, que percibe y da sentido al mundo.” 

Miguel de Unamuno en su prólogo a Las cerezas del cementerio, en Obras completas de Gabriel Miró, 1932 comentó que «A las veces leyendo a Miró le sobrecoge a a uno el misterio de una religiosidad búdica, de un eterno recuerdo, de una eternidad hacia el pasado, de un principio de la conciencia. Y este mismo Félix, ¿qué es sino un recuerdo de su tío Guillermo? ¿Qué es esta novela sino un cuento plenilunar de aparecidos, de fantasmas, de ánimas que se ahogan en la vida que pasa, que se ahogan añusgándose con cerezas del cementerio?» «Las cerezas del cementerio es un libro sobre el amor y, cosa que preocupaba hondamente a su autor, la falta de amor. En él se suceden las historias de enamoramientos, correspondidos y no correspondidos, realizados y no realizados, o realizados torcidamente. 

Constantemente late en sus páginas el deseo, la esperanza del encuentro erótico; pero el eros mironiano no es únicamente físico: está lleno de piedad, de necesidad de consuelo, de ternura, de don, las más veces don de una sola de las partes. Las cerezas del cementerio es una gran novela. Uno confía en que su llegada a manos de un lector apasionado contribuya en algo a hacer justicia a su autor.» 

No es una obra fácil de leer, te obliga a estar permanentemente con un diccionario dada la enorme riqueza léxica que maneja el escritor y la difícil lineal argumental que tiene. Eso sí, las descripciones son maravillosas, inigualables. 

Para Horacio Vázquez-Rial es un libro complejo abierto a diversas interpretaciones, que hacen que sea una novela intimista y de introspección en la que los cerezos del cementerio adquieren un papel casi de comunión con los protagonistas como destaco aquí «Dejaron la aldea, internándose por el cerezal; y ya junto al cercado del cementerio, oyeron voces y, de pronto, Belita y tía Constanza quedáronse pasmadas viendo a las damas de mucha hermosura que estaban alcanzando y comiendo cerezas de los árboles sagrados, la última fruta, la más grande y sabrosa. Las desconocidas, ajenas al entredicho que para todos tenían esos frutales, arrancaban cerezas con infantil donaire y complacencia, y al ver a Silvio y Félix les llamaron pidiéndoles ayuda. […] Y entonces Isabel le gritó que viniese. —Te llaman, Félix. ¿Es ésa tu prima?—le dijo Beatriz. —Sí; la pobrecita me ha pedido que nunca coma fruta de estos árboles. ¡Les tiene mucho respeto de santidad o de asco a la muerte! —Y bajó, dándole a su madrina una rama cuajada del dulce coral de sus guindas. Ella buscó y ofrecióle la más redonda y encendida. Isabel les miraba. Félix adivinó su angustia, y vaciló. ¡Pero es que hasta lo menudito había de inquietarle y torcer su espíritu! ¡Una cereza le llenaba de vacilaciones! Y la comió…» 
Lo desconocía pero la novela fue adaptada para la pequeña pantalla en parte por la Televisión Autonómica Valenciana dando lugar a una miniserie de 120 minutos que fue dirigida en 2004 por el alicantino Juan Luis Iborra, coautor del guión junto a Pedro Gómez y Antonio Albert, e interpretada en sus principales papeles por Concha Velasco, Félix Gómez, Xabier Elorriaga, Juli Mira, Álvaro de Luna, Raúl Julvé, Empar Ferrer y Gretel Stuyck, Empar Ferrer, Rebeca Valls, Anna Moret, Teresa Soria, Concha Hidalgo, Elisa Matilla, Jesús Cabrero, Magüi Mira, Paco Vila.


miércoles, 20 de abril de 2016

Querido Eduardo en el Parnaso

Cuatro o cinco años. No soy capaz de precisar, pero fueron suficientes para ver y comprobar que  nos unía mucho más que unos alumnos, unos recreos, unas guardias o unos cafés. Me lo había avisado mi mujer, cuando llegues a tu nuevo centro te vas a encontrar una magnífica cobertura en lo profesional y lo personal con Eduardo. Y efectivamente, así fue.

No era un profesor más. No quería serlo.  Dominaba su tema, la filosofía, pero lo realmente era la palabra, y junto a ella el encerado y la comunicación, al fin y al calvo, la trasmisión del pensamiento. Podía establecer un hilo de comunicación con sus alumnos y lo que empezaba en lo humano y terrenal acaba en el tratamiento de lo divino en un sentido sublime. Grupo al que daba clase, grupo que quedaba subyugado intelectualmente y bajo su control afectivo, abierto de manera absoluta al aprendizaje.

Fue mi compañero y amigo desde que lo conocí en septiembre de 2006. Nos intercambiamos horas y confidencias, ajustamos horarios para que pudiera ir a una lectura poética de su obra, para ser jurado o para leer sus poemas acá y allá. Estuvo en México en la Feria del libro de Guadalajara y nos trasmitió su experiencia entre lo más granado de los escritores.

Cuando intervenía en alguna mesa, nos transmitía antes su agitación previa y después su satisfacción. Lo suyo, a pesar de su nacimiento y estancia hasta la adolescencia en Brasil, a nivel de conversatorios , palabra que no existye pero que me gusta,   no era el fútbol,sino otros temas como el cine, la filosofía y sobre todo la poesía. En ese sentido era muy celoso de su intimidad. Nunca nos comentaba qué estaba escribiendo ni de dónde se había inspirado ,aunque en una ocasión, rompiendo con su silencia creativa, nos lo comentó.

En nuestro caso, al estar en las trincheras de la educación hablábamos más de lo humano que de lo intelectual. Como ser rabiosamente humano que era, le angustiaba lo cotidiano, le indignaba la política, le abrumaba la administración  y no consentía la mala educación. La familia para él era un tema, hablando en su pasado más remoto, en cierto sentido doliente. Recuerdo una intervención suya en un claustro que nunca tuve claro si hablaba de  sí mismo, en una sufriente primera persona,  o de nuestra labor profesional.

Fue premiado, y en múltiples ocasiones, pero lo que más ilusión le hizo, lo sé, fue verse dentro de una antología de la nueva poesía española. Un recuerdo imborrable para mí está en ese taller de caipirinha en junio de 2007 que se nos ocurrió montar: Cachaça hielo, azucar y lima... Y tras ello risas...

Hoy al saber de su muerte no he podido evitarlo.He buscado algunos de sus poemas y me he decantado por estos dos pues, al fin y al cabo, ambos fueron escritos en ese momento en que nuestros caminos profesionales se cruzaron. El primero se llama Física Aplicada y el segundo el Arte del encuentro.
Suponiendo que un hombre, una mujer
parten de puntos divergentes, dispersos en un plano,
lugares que se ignoran entre sí,
y a la velocidad del entusiasmo 
emprenden la aventura, se ponen en camino, 
van por ahí remando en aguas turbias, 
van por ahí escuchando el vasto germinar de las semillas, 
al acecho, en sigilo, ahuecando la tierra a la esperanza, 
suponiendo que trazan trayectorias de curso irregular, 
cada cual a su amor, virando al viento, 
quebradas trayectorias cuyo sentido puede 
al mínimo temblor girar hacia el vacío, 
suponiendo el afán, la búsqueda, la sed, 
el ensueño del goce, la ilusión y la ausencia, 
calculemos, a golpe de intuición, 
cuántas veces tendrán las trayectorias 
que cruzarse en el brillo de unos ojos, 
unos labios que invitan, unas manos que asienten, 
para incendiarse a un tiempo, hombre y mujer, sembrar la tierra 
de llamas como ráfagas de lluvia. 

 Eduardo García: La vida nueva. Madrid, Visor, 2008.

Estés dónde estés, aunque seguro que ahora habitas en el Parnaso, esa morada de Musas que te inspiraron en tantas ocasiones, en esa patria de los poetas, te envío desde aquí, el mundo terrenal,  un fuerte y eterno abrazo. 


EL ARTE DEL ENCUENTRO

Yo que nací para la vida nómada,

yo que he soñado el don de las navegaciones,
he sido un funcionario. Disculpad, compañeros,
si me visteis sonámbulo vagar por los pasillos,
distraído atender vuestras razones,
si se me emborronaba la mirada
y escaleras abajo
se me fugaba el alma a otro país.

Y sí, tenéis razón, ya me hago cargo.
Erré la perspectiva, ahora lo sé.
Creía que el trabajo 
era tan sólo una hipoteca,
un cautiverio a plazos, el precio de la vida
que más allá de la verja me aguardaba.

Y sin embargo
lo cierto es que no hay verja ni frontera
que rasgue nuestra vida en dos, no hay muro
capaz de contener el entusiasmo. Somos 
a un tiempo aquí y allá, 
con la entraña empeñada en todos los peldaños,
en la cama, en la calle, en la camisa.

Quizá por eso
me he dejado la piel entre estos muros,
derrochando el afán y los zapatos 
no menos que en mi más secreta intimidad, 
psiquiatra improvisado
probando a conservar la calma en el delirio, 
en la perpetua marejada adolescente.

Si no me he derrumbado en el intento
a vosotros lo debo. Tenéis mi gratitud
por la mano tendida en el momento justo,
por la palabra cómplice y el guiño,
por mirarme a los ojos
cuando me atenazaba el desaliento,
por arrojarme el salvavidas del humor.

Mas ya me conocéis, 
lo mío es navegar de puerta en puerta,
arrojarme al sendero, estar de paso,
escapar al carril de la costumbre
para sentirme vivo, 
para recomenzar.

Dondequiera que vaya vendréis todos conmigo,
poblaréis mi memoria de ocasiones.
Con sangre pagaré el billete para el viaje. 
Pues la vida es el arte del encuentro
celebro cuanto pude vivir a vuestro lado.
Me quedo mi agujero. Os dejo mi amistad. 



Eduardo García
en Córdoba, a 15 de Septiembre de 2010


miércoles, 13 de abril de 2016

Razones para leer al chivo


Son varias las razones que me llevaron hasta esta joya de la literatura en castellano que es La fiesta del chivo novela escrito en el año 2000 por el escritor hispano-peruano Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura en 2010. 

Las dos razones principales para ello tienen que ver con dos experiencias personales. La primera, estrictamente familiar. La República Dominicana era algo cercano a mi familia. Desde pequeño me habían parecido alucinantes los muchos sellos que había en casa timbrados desde este país caribeño, Esto se debía a un tema familiar. Una tía abuela, hermana de mi abuela Joxepa, llevaba allí desde tiempo inmemorial, Vivía en Santiago y ejercía allí su docencia como maestra y la espiritual como monja dentro de la orden de las Mercedarias de la Caridad. La vía de comunicación con su hermana y sobrina, mi madre, era la epistolar y desde las mismas nos llegaba información sobre la vida en la isla.

La segunda razón es también personal, Me encontraba en octubre de 1992 en el aeropuerto de barajas, haciendo hora para tomar un vuelo que se dirigía a Vigo, por razones que ahora no vienen al caso. La larga espera  me llevó a iniciar la lectura de un libro. Se trataba de la obra la Muñeca Rusa, un libro de relatos cortes de un  escritor argentino, Adolfo Bioy Casares.  Mientras lo leía un señor se sentó a mi lado. Yo, inicialmente no le hice mucho caso. Pero al cabo del rato descubrí que la persona en cuestión era Mario Vargas Llosa. Me puse nervioso, mientras el escribía en un cuaderno. ¿Qué escribía? No lo sé, pero cuando tuve valor me presenté y le declaré que era un admirador suyo desde que había leído uno de sus primeros libros: La ciudad y los perros y La guerra del fin del mundo. Tras cruzar una conversación banal en la que el marchaba a Londres , pues creo que, por entonces vivía o daba clases allí- lo cierto es que me despedí de él y en respondió muy cortés, levantándose, dándome la mano   y diciendo que estaba encantado de conocernos. Entiendo que era cortesía y educación americana, pero fue todo un placer.

Vargas Llosa, ya por entonces Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1986, más tarde publicó Los cuadernos de don Rigoberto (1997), que no leí, aunque el siguiente sí que cayó en mis manos. Era La Fiesta del Chivo (2000)   

El libro se ambienta en la República Dominicana y retrata la preparación del atentado que culminará con el asesinato del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo y sus secuelas, desde dos puntos de vista con una generación de diferencia: durante e inmediatamente después del asesinato en sí, en mayo de 1961, y treinta y cinco años más tarde.

En todo, también hay una amplia reflexión sobre el apogeo de la dictadura, en la década de 1950, y su importancia para la isla y sus habitantes.

La novela sigue tres líneas narrativas entrelazadas. La primera se refiere a una mujer, Urania Cabral, que está de vuelta en la República Dominicana, después de una larga ausencia, y lo hace para visitar a su padre enfermo en el presente - 1996-, y que termina recordando un miserable incidente de su juventud que reactiva un viejo recuerdo en virtud del cual descubrimos su violación siendo una niña por parte del Chivo.

La segunda historia se centra en el último día en la vida del generalísimo Trujillo tras 31 años en el poder en ese mayo de 1961, desde el momento en que se despierta en adelante, y nos muestra el círculo interno del régimen, con Joaquín Balaguer a la cabeza y entre los que se encuentra Cabral, el padre de Urania, una vez perteneció y los familiares del dictador.

La tercera historia describe a los asesinos de Trujillo, muchos de los cuales habían sido leales al gobierno, mientras esperan el coche del Presidente tarde esa noche.

Después del asesinato, esta historia nos muestra la persecución y la brutalidad con la que se reprimieron a los participantes en el atentado, especialmente llevado por los hijos del dictador: Rafael Leonidas (Ramfis)y Rhadamés.

El libro es un retablo de la República Dominicana en el que descubrimos la posición omnimoda del dictador, la capacidad del régimen para perpetuarse en el poder, la vida del megalómano Trujillo, pero también nos acercamos a sus conspiradores.

La novela trata del poder y de la corrupción del sometimiento, de la cobardía, del machismo y la perversión sexual  de la memoria, en ocasiones dolorosa y de la necesidad de no olvidar,

La historia de Urania acaba cuando ella termina narrando los terribles acontecimientos que condujeron a su salida del país a la edad de 14 años.

Vargas Llosa a la hora de narrarnos el relato mezcla la realidad de unos acontecimientos , así como la ficción. Es un libro sobre algo que pudo ocurrir pero no hay constancia de que ocurriera.

Por supuesto en la novela si aparecen personajes reales y el escritor los describe tanto desde el punto de vista físico sino desde el punto de vista moral, en este sentido casi los desnuda.

En palabras de Vargas Llosa, "es una novela, no un libro de historia, por lo que me tomé muchas, muchas libertades. [...] He respetado los hechos básicos, pero he cambiado y deformado muchas cosas con el fin de hacer la historia más persuasiva y no he exagerado."

La fiesta del chivo recibió comentarios positivos en gran medida, con los comentaristas del libro destacando la representación de la relación entre la sexualidad y el poder, y las descripciones explícitas de hechos violentos. 
De aquí salté a otro libro con contagio, Galíndez, del año 1990, una crónica de una investigación sobre el secuestro, tortura y asesinato de Jesús Galíndez creada por Maneul Vázquez Montalbán. Libro que por cierto recomiendo, aunque siempre me preguntaré si aquel compañero de viaje que durante unos minutos lo fue estaba escribiendo algunas páginas de este libro.