martes, 22 de octubre de 2013

El fracaso del “Plan Aurora”


En los papeles aparece como fecha el 18 de septiembre. A las 17´30 horas. Ese era el día y la hora. Lo cierto es que el libro había sido empezado días antes, no muchos más y lo he acabado pasado un mes. Y es sorprendente, puesto que el mismo podría haber sido terminado en un par de días. Pero esta claro que ya no estamos en verano y que cuando empieza el trabajo se reduce la lectura muchísimo quedando como elemento residual. Y lo cierto es que el libro es interesante. 

Conocía parte de la trama, pues a finales de los ochenta- creo que en 1989- fue llevada al cine. Contaba con Michael Caine y con Pierce Brosnan en los principales papeles. Sin embargo, ahora sé que el libro fue tremendamente modificado por el guionista. Centrándonos en el libro podemos decir que El Cuarto Protocolo es un libro de Frederick Forsyth, autor de Chacal, uno de los grandes clásicos de la novela de intriga o suspense. 

The Fourth Protocol (El cuarto protocolo) fue publicado en Inglaterra en el año 1984. Estamos en los años finales de la guerra fría y de la división del mundo en dos bloques. El libro trata de la amenaza terrorista por parte de los servicios secretos soviéticos en la Inglaterra de Margaret Tharcher. En pleno dominio del mandato de los conservadores británicos, elementos descontrolados de la Unión Soviética encabezados por su máximo dirigente, el Secretario General del PCUS, intentan poner una bomba nuclear cerca de una base aérea americana en el Reino Unido. 
Casualmente, lo que empieza por el robo de un ratero en casa de un aristócrata británico acaban con la participación de los servicios secretos británicos, que alertados por la aparición de unos documentos “Top Secret” no tienen más remedio que encargar a uno de sus agentes , Preston, que descubra a un traidor que actúa dentro de la organización. En este momento , en Gran Bretaña la Thacher está a punto de adelantar las elecciones generales para asegurarse un nuevo mandato y los soviéticos , gracias a un informe del traidor Kim Philby, pretenden con un golpe de efecto lleguen al poder el sector duro del Partido Laborista, dominado por una facción de izquierda. Para ello, el jefe del Kremlin en medio de unos momentos en que se estudia el desarme nuclear envía a un agente secreto a Inglaterra con el propósito de activar una bomba atómica y hacerla estallar antes de las elecciones. Todo ello ante un Kremlin en el que se manifiesta la decadencia de sus líderes, las diferencias entre la sociedad y los miembros del partido y de un Estado como el soviético que se sostiene tocado tras su fracaso en Afganistán. 
Como en otras ocasiones estamos ante un autor, Frederick Forsyth, surgido del periodismo y con conocimientos militares. Tras su paso por la BBC como corresponsal en París y Berlín, así como en el conflicto armado de Biafra, optó por la novela. Por los temas tratados, vinculados con la actualidad, la política y el suspense logró ser autor de éxito sobre éxitos como lo demostró con su primera novela, Chacal (1970), y las siguientes que fueron llegando ( Odessa, Los perros de la guerra, El emperador o El Cuarto Protocolo),  su último gran bestseller. 
El cuarto Protocolo – dice el libro en su página 231- en una conversación entre el profesor Krilov y Karpov, el jefe de la KGB, está vinculado al Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares firmado en 1968 entre las tres potencias militares de la época: Estados Unidos, Gran Bretaña y la URSS. Las tres naciones se comprometían a no llevar a cabo el punto cuarto, el secreto, de ese Tratado, hablaba de la posibilidad de realizar bombas nucleares de gran potencia , pero miniaturizadas y de que pudieran montarse y utilizarse las mismas en uno de estos países con el fin de estallar un nuevo estallido mundial. 
Se trata de una novela que engancha, aunque no exenta de complejidad visible en los vericuetos de los servicios secretos británicos y en la compleja administración soviética. La novela cargada de personajes reales de los ochenta, nos lleva a través de otros ficticios al mundo de la guerra fría, de los bloques, de la pesadilla nuclear. 
Una novela que vista a día de hoy puede resultar algo naïf debido a sus espías, los idealistas- especialmente en el bando comunista- pero que en el momento de su lanzamiento pudo plantear todo tipo de inquietudes y temores. Llama la atención de alguna manera como el autor presiente que algo en la URSS estaba ocurriendo y que, sin dar el toque nacionalista, sí presenta ya la fractura en una administración , la soviética, ya en plena decadencia para el año 1984. 
La historia entretiene, los personajes están bien construidos como Valeri Petrofsky, el agente ilegal que tiene como misión recoger las diversas partes de la bomba sin dejar huellas, o eficaces funcionarios como John Preston o el propio general Karpov, se mezclan con tontos útiles como Berenson, o traidores del establishment británico como Philby y maestros de espías como Sir Nigel Irvine que dan un tono interesante a la novela. Igualmente queda bien resaltado ese mundo en donde la verdad puede ser tan incierta como la naturaleza de uno de sus protagonistas, Marais, el hombre creado de la nada durante la Segunda Guerra Mundial, que casi nos parece inconcebible. Pero todo era posible en los ochenta.

viernes, 18 de octubre de 2013

Encuentro en el Carrefour


Me encontré con él en el Carrefour la Sierra. Tenía prácticamente el mismo aspecto que presentaba cuando era un alumno: alto, bien peinado , con su enorme sonrisa y su fuerte acento cordobés. Amable en el trato y locuaz en su discurso, me comentó que actualmente vivía en Sevilla. Entre lo que hablamos, me relató que, entre otras muchas cosas, su actual actividad profesional como presentador de informativos de una cadena local de Sevilla. Era septiembre de 2012. 
Entre los detalles de su actividad profesional me comentó que había participado como documentalista en la serie Trajano, un documental realizado en parte entre diversas productoras y entre las que participaba canal sur. En el año 2004 ese documental de tres capítulos fue emitido por la 2 de televisión española. 
En el día de ayer tuve la oportunidad de volver ese documental. Durante los mismos conocimos los orígenes hispanos del gran emperador romano, de sus vínculos con el mundo turdetano y del peso de la clase senatorial hispana en la Roma de finales del siglo I. El reportaje pasaba por Siria, la ciudad en la que su padre había sido Gobernador, y por la provincia de Germania, en la que Trajano acabó con el mismo cargo que su padre, consolidando ese territorio para el Imperio. Allí él, como el Imperio dejaron mella en su intento de civilizar y romanizar sus ciudades. Su vínculo con miembros de la familia Flavia le permitiría su asimilación a la familia imperial, y finalmente acceder al trono imperial. 

En el segundo capítulo se centra en dos de los aspectos más destacados de su mandato, el dominio de la Dacia, en una doble fase y con una fuerte resistencia, y el levantamiento de un impresionante foro en la capital imperial. 

Mientras que el tercero va de la labor de consolidación de Trajano en el imperio a través de grandes obras públicas, desde el puerto de Ostia hasta las vías de transporte al sur, en concreto a Brindisi, pasando hasta sus villas de descanso en los alrededores de la capital imperial. 
Por último, los últimos envites expansivos del imperio con el control de la provincia autónoma nabatea que acabará por convertirse en la Provincia de Arabia, terminando con el ascenso al poder de otro hispano, Adriano. Por cierto, explicado magníficamente por esa maravillosa profesora que tuve que responde al nombre de Pilar León, Doña Pilar, como siempre precisa en las descripciones, y unas de las personas más amables y encantadoras en lo personal que encontré durante mi etapa universitaria. 
En definitiva un buen documental - que todavía se puede ver en la web de televisión española- , que se hizo con motivo del 1.950 aniversario del nacimiento de este emperador nacido en Itálica, bien documentado, ágil en su desarrollo y con la duración adecuada para mantener el interés. Felicitar expresamente a Manu Guerrero por su trabajo, el pasado, y el más importante, siempre el presente, ahora en 8tv. También por su blog titulado La vida nos conoce.
Tengo que reconocer la suerte que he tenido por haber participado en la formación educativa de dos buenos periodistas: el señalado Manu Guerrero y mi querida Antonia “Toñi” Ceballos. Los dos tenían algo en común: su inquietud por el saber. ¡Qué buenos alumnos/as eran!

jueves, 17 de octubre de 2013

Los 80

Ayer noche pude ver una serie que me remitía a una década con la que me identifico absolutamente. Se trataba de la serie de explora que trata sobre los ochenta y que en mi caso me llevó de los 15 a los 25 años, nada más y nada menos. En esa franja de edad se puede decir que es el principio de todo. Evidentemente la serie no hablaba de mí, pero sí del contexto en el que se desarrolló parte de mi vida. 
Impresiona ver lo que supuso para la sociedad algunos efectos tecnológicos con los que hoy resultaría prácticamente inconcebible la vida. Estamos hablando de la informática- del spectrum al IBM acabando por Microsotf y Appel- , de la música y sus aparatos de reproducción - de los walkman a los CD´s pasando por los "loros"- , al sintetizador como prototipo de invento e instrumento musical, del video - ese que acabó y de  verdad con la estrella de la radio- , pero también del cubo de Rubik, de Pac man, o de los personajes que han marcado la historia empresarial hasta la actualidad. Llama la atención como los magnates del mundo, algunos vinculados con la informática, Bill Gates o Steve Jobs, o con los medios de comunicación, Ted Turner, se dieron a conocer en esta década. La aparición de la televisión por clave con la CNN o con la MTV en la vanguardia, o el éxito de series con un rico poderoso y malo como protagonista, que tiene como modelo al JR de Dallas, se completa con la llegada al poder de Ronald Reagan y el cambio de mentalidad que dará lugar su llegada en la sociedad norteamericana. 
La música cambiará igualmente con la mezcla entre la música blanca y la negra, que manteniendo el rock a un lado, y a la música disco en el otro, buscará su tercera vía en el hip hop y en los movimientos urbanos. Artistas como Haring tan populares- y ahora tan olvidados- son iconos de la década.Y todo ello enmarcado con música de Queen y de otros muchos que nos impactaron. Hoy cuando me he encontrado con un compañero de trabajo lo primero que me ha comentado es que anoche zapeando descubrió el programa y que no se levnató del sofá hasta que acabó.  
No se si la serie dará mucho de sí, pero lo sí es cierto es que me ha remitido a una época y a un mundo del que yo participé y disfruté y que como ser en evolución pasé de ser un adolescente con acné para creer que se ha transformado en un hombre. En lo personal fue duro, por circunstancias, pero oye ¡Qué década!.