jueves, 30 de mayo de 2013

El viaje de Marco


Intento que mayo sea un mes de relax en la medida de lo posible. Y coincidiendo con la feria de Córdoba, y al arrullo del mar, me gusta leer algo ligero y amable. El año pasado no lo conseguí, pues fueron dos libros brutales y dramáticos los que concluí y empecé en Chiclana. El que acabé fue el Sangre de Mayo de Arturo Pérez Reverte, mientras que empecé al abrigo de las olas fue el Arca de Schindler de Thomas Keneally. Este año llegué a la playa con un libro recién empezado. La autora desconocida para mí una inglesa, y sin embargo, la novela, o mejor dicho, el protagonista, no. Hace unos años, uno de mis cuñados me habló de una colección en la que el protagonista era un investigador romano. Hoy sé que el investigador es Marco Didio Falco, y que u primera aventura llevaba como nombre la Plata de Britania. 
El libro ameno donde los haya es una novela de la escritora británica Lindsey Davis. E como he dicho un libro del género de ficción histórica policial. Está ambientada en Roma y Britania en el año 70, durante el mandato del Emperador Vespasiano. 
Esta es la primera novela de la serie de libros dedicado al informante, más bien, detective privado Marco Didio Falco. En ella, al parecer, se introducen a los principales personajes y se establecen las primeras relaciones entre los mismos que se irán desarrollando a lo largo de toda la serie. 
En Roma, en el año 70 d.C., Marco Didio Falco es un cínico y jeta informante de ideas republicanas que un día observa a una joven de apariencia patricia: Sosia Camiliana. Tras salvarla se entera que ella está envuelta en una conspiración para derrocar a Vespasiano relacionada con el tráfico de lingotes de plata comúnmente conocidos como cerdos de Britania. Pero Falco no consigue salvarla y acepta ser contratado por el tío de la chica, el senador Décimo Camilo Vero, y por el emperador Vespasiano, para embarcar hacia Britania, destapar la conspiración y resolver el asesinato. 
Una vez allí, Falco conoce a una mujer de clase alta, Helena Justina, hija del Senador que le contrató. Ambos se profesan una mutua aversión desde el primer momento: él odia su clase y ella odia sus prejuicios. Para acometer su misión Falco se infiltrará en una mina de plata como un esclavo, donde conocerá el significado de las palabras "odio", "miedo" y "abuso" y en la que iniciará una intensa investigación de una posible traición relacionada con las minas de plata imperiales. En su viaje de vuelta a Roma comenzará una atracción entre el protagonista y Helena Justina que tendrá el puerto de la vieja Massalia como entorno. Finalmente Didio Falco logrará deshacer el embrollado ovillo oculto entre las relaciones familiares de su amada en asuntos de alta política y míseros negocios. 
La recreación histórica de Roma como de los oficios o la vida cotidiana es grandiosa. El estilo es directo y ágil. Un libro que me ha encantado y muy recomendable.

lunes, 27 de mayo de 2013

Cuatro por dos


Hoy he terminado con “El Ocho”. Este libro es una novela de Katherine Neville, y que fue publicada en 1988, y que desde entonces ha sido una de las novelas más leídas en el mundo. Ya llegué a ella por recomendación de mi mujer y también porque quería cerrar el círculo que había abierto con la anterior novela que había leído de esta escritora norteamericana. 
El libro cuenta la historia del ajedrez de Montglane y el ansia de ciertas personas por conseguirlo a lo largo de la historia. Por un lado la que se mueve en la historia y por otro la actual. 
La estructura de la novela es similar a la del círculo mágico con continuos viajes en el tiempo y en el espacio – ya sea en pasado - (la Francia revolucionaria, la Rusia de Catalina, la Grande, el Londres de finales del XVIII, se unen a la isla de Córcega, al desierto del Tassilli o el Egipto de la batalla de Abukir) , - ya sea en presente- (con el Nueva York de 1973, Argelia en ese año, pero también Formentera) . Pasamos en un momento por una abadía de los días previos a la efervescencia revolucionaria, al París del Terror, o del Consulado. En esa Francia la protagonista, la pelirroja Mireille de Rémy, conoce para bien o para mal a los protagonistas del momento: el Obispo de Autum, Talleyrand, el pintor Louis David, revolucionarios como Saint Just, Marat o Robespierre aparecen y desaparecen de la escenas. Todos interesados en el ajedrez de Ajedrez de Montglane. Se les unirán otros protagonistas de la historia de Francia como Napoleón, Rousseau, Volaire y muchos más. 
Por otro lado está Catherine Velis, una mujer que, sin saberlo, se verá envuelta en la búsqueda del ajedrez casi 200 años después de que éste salga de la abadía de Montglane. La protagonista se introduce en la historia del ajedrez, y sobre todo de este ajedrez, y con una historia en la que no faltan los asesinatos, los misteriosos jugadores como Solarin, pasará de la supuesta seguridad de Manhatam para llegar a un Argel, en fechas cercanas a la crisis de la OPEP, en donde el ajedrez de Montglane y su extraña historia revive con unos personajes que optan por jugar una partida en el tiempo entre blancas y negras en el tablera de la vida.
Historia complicada y entretenida que acaba como el anterior libro que leí de Neville con fantasías animadas de ayer y hoy, como la inmortalidad, la alquimia e historias parecidas. No está mal, la lectura se hace agradable y ágil. La escritora sabe como acabar los capítulos para despertar interés. Pero cuando reflexionas sobre lo que has leído llegas a la conclusión de que Katherine Neville sigue escribiendo la misma novela en el tiempo, que las historias de amor son más patéticas que atractivas, que la vida está llena de casualidades, pero ¿tantas? Y que no sólo Tolkien tomaba algo para escribir algunas de sus obras.

viernes, 10 de mayo de 2013

Viaje de ida y vuelta


Hay libros que ves una y otra vez y dudas. Éste apuntaba bien, el título atractivo; el número de páginas, adecuado, y el autor un –para mi- desconocido japonés. Hace unos meses, pocos, había visto una de las película clásicas de Kurosawa, y creo que esto me impulsó a elegirlo. 
El autor es Shusaku Endo(1923-1996). Sin haber leído nada de él, sabía una cosa, que no sólo era japonés, sino que además era católico. Y es que el libro que pudiera denotar por su nombre un libro de aventuras caballerescas al estilo japonés, no es nada de eso. Es ante todo la historia vital de un grupo de caballeros de la baja nobleza japonesa embarcados- en este caso literalmente- en un viaje que realmente sólo les permitirá conocerse interiormente, pues las insatisfacciones, las tradiciones y los engaños inherentes a la condición humana fluyen en cualquier circunstancia. 
La historia del libro es bien simple. En el mes de octubre de 1613, cuatro pequeños samuráis, peones de un damero controlado por los señores de la guerra, se hicieron a la mar por mandato del Consejo de Ancianos de su señorío, con destino a Nueva España, acompañados de un sacerdote español, el franciscano padre Velasco, que debía actuar como intérprete. El propósito de esta misión inaudita, aparentemente era la de negociar los privilegios comerciales del Japón con el mundo occidental; a cambio, los misioneros europeos serían autorizados a predicar libremente el cristianismo en Japón. Sin embargo, los intereses espurios del “gobierno”, vamos, de las autoridades, y la evanescencia de la misión hacen que el proyecto fracase inicialmente, y que los emisarios continúen su viaje hasta España, y por último a Italia para solicitar audiencia al Papa. Se trata de una historia real que se nos concreta en el Post Scriptum firmado por Van C. Gessel. Es en este punto en donde se nos confirma lo que a lo largo de la narración sospechaba: era una historia real de Hasekura

"El Samurai", constituye una profunda exploración de la fe o la falta de la misma, la fragilidad, la curiosidad de Nishi, la ambición y la lealtad de Yozo o de Hasekura Rokuemon o Tsunenaga, temas todos ellos que Endo abordó siempre con incomparable agudeza y brillantez. Especialmente brillante desde mi punto de vista es el paso de un capítulo a otro, así como la agilidad narrativa. 

En este libro no encontramos ni luchas ni espadas contra otros, en todo caso, contra sí mismos. Es un retrato ejemplar de un país y de sus gentes hecho por uno de ellos, Endo, pero presentado por uno de nosotros, Velasco. Tras la lectura he leído una crítica que dice que es triste y hermoso. Sí, creo que es verdad.
Leyendo igualmente algo sobre su autor he podido entender el por qué de la simpatía que Shusaku muestra hacia San Pablo, puede ser que sea por ser su nombre en católico, Paul, ya que fue bautizado a los doce años. Igualmente he leído que fue el primer japonés que salió a estudiar fuera de Japón tras la segunda guerra mundial. 
En definitiva, un buen libro, una buena elección que, a través del título, he llegado a una historia que sólo conocía a través de la serie Shogún y, curiosamente, por el hecho de que exista y sea publicamente conocido que una de las familias que llegaron con la embajada de Kasekura optará por quedarse en Andalucía y darán lugar a un apellido muy sonoro y conocido como el de Japón.