lunes, 4 de noviembre de 2013

Esta semana he puesto fin a una historia y he abierto otras dos. La que he terminado se vincula al premio Nobel de Literatura del año 1988, que lejos queda aquella. Se de este señor que murió en 2006 y que era relativamente frecuente verlo en el Café Luxor de la capital cariota hasta que sufrió un criminal atentado que lo alejó de su espacio en los últimos años de su vida. Era un gran fabulador y un magnífico literato y el más importante e influyente en lengua árabe.

Ramón Sánchez Lizarralde  en la colección que publicó con el título de Millenium en 1999 “El Mundo” dentro de su décimo aniversario, nos comenta que Naguib Mahfuz concibió esta novela de 1944 como un relato de la historia de Egipto, pero planteada desde la realidad contemporánea. Por eso este relato que nos acerca al fin del segundo periodo intermedio, en el fondo, es un marco para presentarnos la ocupación occidental del territorio egipcio que realizaban las potencias que estaban en guerra en esos años.  

En La batalla de Tebas  el autor nos narra una apasionante historia en la que se cruzan la humillación del oprimido, la prepotencia del invasor, la sed de venganza, el anhelo de libertad y el amor apasionado. En tres momentos o capítulos nos presenta inicialmente la victoria de los hicsos sobre las autoridades del sur de Egipto. En el capítulo siguiente, la estrategia del legítimo heredero. Por último, la gran victoria de los egipcios sobre los extranjeros invasores.

Tras una terrible revuelta del pueblo egipcio contra el invasor, Sekenenre (legítimo emperador egipcio, pero con el cargo de gobernador a merced de Apofis, rey de los hicsos), muere en el campo de batalla tras el ultimátum inaceptable presentado por los hicsos. Su familia se ve obligada a huir a Nubia.

Diez años después, Ahmose- Isfinis en este capítulo- , el joven nieto de Sekenenre logra obtener un salvoconducto de entrada libre en Egipto expedido por el propio Apofis, que lo tiene por un rico comerciante, sin sospechar siquiera que su propósito es reclutar a un ejército para que luche contra los hicsos. Sin embargo, los sentimientos se interponen en los planes políticos de Ahmose cuando conoce a la hija de Apofis. Con todo, su proyecto está por encima de su amor y regresa a Nubia para iniciar la reconquista.

La expedición de toma de territorios será rápida, pero cruel. Además dolorosa para Ahmose por la muerte de su padre Kamose antes de la conquista de Tebas. El triunfo de la capital del sur será sólo el paso previo para la expulsión definitiva de los hicsos de su capital Awaris. Su salida es la de su amor, pero es más gratificante la unidad de Egipto y lel regreso de la familia real a su ciudad sagrada.

Un magnífico  libro el de Mahfuz (El Cairo, 1911-2006) que no se plantea la reconstrucción de la rebelión y guerra de los egipcios contra los hicsos (s. XVI a.C.) con un espíritu arqueológico, sino situando en un primer plano a sus protagonistas, mostrando sus sentimientos y el ambiente espiritual de una época, y probablemente sea este enfoque el que ha convertido La batalla de Tebas en una de las novelas históricas más logradas e intensas del siglo XX. Escrito con un estilo ágil y en subcapítulos cortos, muy cómodos de leer.

La triple corona se completa con el inicio de la segunda temporada de American Horror Story y la tercera The Walking Dead y sus caminantes, de las que hablaré en breve tiempo.

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