martes, 4 de junio de 2019

El amante de la China del Norte


Cuando un libro presenta indicaciones sobre cómo ha de llevarse a la gran pantalla determinada escena te planteas que ha escrito el libro para eso, para ser llevada al cine. En este caso era normal, la autora Marguerite Duras lo cierto es que escribe pensando en cine. Es lógico ella era integrante de la Rivière gauche, la margen izquierda, la otra corriente paralela a la Nouvelle Vague pero que contaba con grandes escritores guionistas, críticos y directores que respondían a la izquierda ideológica. 

Del libro del que hablo en cuestión, El amante de la China del norte responde a la misma historia que ya contara Marguerite Duras en El amante, una obra que fue premio Goncourt en 1984. Una obra que fue un auténtico best seller mundial con más de 1,6 millones de ejemplares vendidos sólo en Francia. 

Octavi Martí en El País dice sobre la presencia de los dos libros "Entre los dos Amantes de Duras existe una relación que nunca se había dado públicamente en la obra de un autor: el segundo libro existe por razones estrictamente literarias, para desafiar el tabú de la repetición, porque la escritora desea transgredir esa norma no escrita que prohibe que ese mismo libro del que hablábamos antes realmente sea el mismo, con las pequeñas variaciones de un estilo que se complace precisamente en la repetición, en ir descosiendo las costuras de las frases y del sentido, en convertirse en un texto de apariencia errática y distraída". 

Y le doy la razón en esta segundo entrega la redacción y el lenguaje parece errático e ido. En este caso de hecho justifica el por qué volver con una historia de amantes: "Cuando, en 1990, supe que el amante chino de El amante había muerto hacía ya muchos años abandoné el trabajo que estaba haciendo. Escribí la historia del amante de la China del Norte y de la niña. (…) Escribí este libro en la enloquecida felicidad de escribirlo. Permanecí un año en esta novela, encerrada en aquel año de amor entre el chino y la niña" 

El amante de la China del Norte fue publicada en España a finales de octubre de 1991 por Tusquets, aunque la versión que he leído es la de , publicada por RBA en la colección narrativa actual en 1992. 

La obra ha sido fue traducida por la propia editora, Beatriz de Moura. Ella fue la que señaló "Me llegó el original este verano y me entusiasmó tanto que decidí traducirla. Me animé a ello porque me encantó. Fue una de las maneras más agradables de pasar unas vacaciones de lluvia". 

La historia que nos cuenta es terrible. Es una historia de pederastia en la que está presente la pobreza, casi la prostitución, las diferencias culturales entre el mundo asiático y el occidental, la necesidad y la admiración de una adolescente, una quinceañera, ante su amante. Pero es más que eso es una descripción de una compleja familia: la de Thanh, el honrado y honesto huérfano de las montañas de Siam al que le da dinero del chico para que busque su familia, o del adorado hermano pequeño, Paulo, el niño «diferente» al que protege de su hermano y con el que tiene finalmente una relación incestuosa, o de una madre, ligeramente ida, o de Hélène Lagonelle, su compañera rica de la pensión Lyautey, con su amistad «rara»apunta cercana al deseo lésbico, o de Pierre, el terrible hermano mayor que tiene deudas por consumo de drogas (el opio). 

Un libro que se había prometido escribir desde el mismo momento en que su aventura estaba sucediendo en aquella “garconnier”. Nos habla de los que yo conocí, aunque no lo son "petits blancs", los blanco coloniales que fracasan y condenan al fracaso a sus descendientes. 

Es el casi de la madre de la protagonista, Anne-Marie Stretter, enloquecida, empobrecida, estafada que levanta su dique contra el océano, que condena a su pobre hija a un amor escandaloso. y que acepta el dinero que le ofrece el Chino, hijo de un comerciante y con un matrimonio de conveniencia, como si fuera algo natural comprar la deshonra de su hija. 

Duras nacida en Indochina en 1914, de padres franceses, quería imaginar y revivir su pasión de niña, su aventura terrible de escolar blanca y pobre, de 14 años, con un amante chino, millonario, de 27. Su relación con el Chino además de darle placer, le da poder Los recuerdos de ese amor o esa pasión desenfrenada son el motor de la novela. Es más la propia escritora dijo en alguna ocasión que "ser escritor es insostenible porque la vida está en otra parte. ¿Por qué empeñarse en ese doble de la vida que es la escritura?", le preguntaba Duras a Bernard Pivot-, de un motor que utiliza como combustible el deseo de venganza: "De entrada, se escribe para vengarse. Todo el mundo lo hace, aunque luego haya un proceso detrás que te aleja de ese objetivo. Pero el móvil más poderoso y habitual para escribir es el arreglo de cuentas". 

El amante puede leerse, pues, como el resultado de la ira de Duras contra su madre y contra su pasado, como esas ganas insostenibles de sacar a la luz unos trapos sucios. 

El Amante la China del norte, vuelve a ser un escrito contra la pobreza, contra su madre, contra su pasado , pero también para recrear lo que sintió y recordó de aquella relación con el asiático lleno de placer, amor, pleno de sentidos. En esta segunda historia del Amante Marguerite Duras, que murió en París en 1996, tiene como objetivo "el cine de los millones, esos señores para los que hice tres guiones de El amante". 

También fue un libro contra el realizador francés Jean-Jacques Annaud que hizo su adaptación de la novela El amante, una adaptación que no fue para nada del agrado de Marguerite Duras. Una obra que costó 150 millones de francos (casi 3.000 millones de pesetas) y cuya versión original está en inglés. 

Contra esa película, es contra lo que escribió El amante de la China del norte, un libro cuyo primer título era Le cinema de 'L'amant'. De hecho en muchas páginas hay directrices, instrucciones, de como presentar la escena: “Es un libro, es una película, es de noche.” o “En caso de película, este detalle se reproduciría cada noche cuando volviera la niña…” o “Es el inicio de la historia. La niña todavía no lo sabe”. Puede que por eso el libro está lleno de frases cortas, descriptivas, reiterativas, poco desarrolladas. 

A Marguerite Duras el éxito le llegó como escritora, pero en esta obra da directrices cinematográficas para envolver una historia de sexo, escandalosa por el carácter pederasta que describe, de una niña tratando de escapar de su destino, pobre , pero carnal y no tanto por la la tristeza y a la rabia que sintió hacia su madre. 

Y todo ello tras retornar a su Francia de origen en 1932 instalándose en la Rivière Gauche de su París, para estudiar derecho, matemáticas y ciencias políticas. En 1943 publicará su primera obra, La impudicia, a la que seguirían mientras aumenta su capacidad con la bebida más de veinte novelas, guiones cinematográficos y textos dramáticos. Entre ellos, Moderato cantabile, El vicecónsul, El arrebato de Lol V. Stein, Los ojos azules pelo negro, Emily L., Los caballitos de Tarquinia, El amor, El hombre sentado en el pasillo, El mal de la muerte y El amante Destruir, dice, El amante de la China del Norte y Un dique contra el Pacífico.

Un libro muy duro, pero muy recomendable. 

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