domingo, 15 de marzo de 2015

El largo, tortuoso y torticero camino


El camino emprendido por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía ha sido largo y tortuoso, pero, lo peor de todo,  es que ha sido torticero sobre todo en relación a sus trabajadores. Me explico.
Todos sufrimos como profesionales y como contribuyentes una serie de medidas que, partiendo siempre del pretexto de la existentecia de unos recortes en educación impuestos por decisión del Ministerio del Gobierno central, se aplican de manera inmisericorde en Andalucía, aunque las autoridades verbalicen lo contrario. El problema viene dado a que esos recortes se están aplicando cada díacon más saña, llegando a aplicarse en la administración educación como si se utilizara para ello una auténtica guadaña, ágil para realizar la siega en los pies de la educación pública. Estos recortes, en nuestro caso, aplicados sin discriminación , eso sí, han ido contribuyendo  a que cada vez más, se manifiesten en sus negativos efectos  en el profesorado, el alumnado y las familias andaluzas, aunque entre algunas de las Confederaciones de Ampas se manifiesten como auténticos palmeros por su habitual querencia al poderoso
Es increible, pero con el pretexto de los recortes, se ha apostado por penalizar económicamente al profesorado por caer enfermo. Han entendido nuestros administradores que es posible que gran parte del profesorado sea un hábil simulador, un tahur profesional, un absentista natural de su trabajo. Con ello la administración educativa ha hecho gala , como señala algún sindicato, tanto de su afán recaudatorio como de la falta de respeto y la desconfianza que siente por el profesorado andaluz, al que encuentra sospechoso de trampear con sus obligaciones en base a su salud.
A este castigo por si nos ponemos enfernos - ¡¡¡profesores/as, potenialmente, fulleros/as!!! - se aplica otro tijeretazo  económico - no, no, si en Andalucía no hay recortes-  en lo que afecta a nuestros salarios. Y eso desde 2010, año en el que se nos recortó un 5% a los funcionarios y luego se nos congeló el sueldo. En 2011, también tuvimos el sueldo congelado. Y en 2012, se eliminaron complementos autonómicos de las pagas extraordinarias de verano y Navidad. Y lo mismo pasó en 2013, y en los de 2014. En el sector de la enseñanza, cada docente ha dejado de cobrar entre 820 y 1.590 euros cada año, convirtiendo así al profesorado andaluz es el «peor pagado» de toda España.
Es más, el viernes 2 de enero de 2015, se publicaron en el BOE las instrucciones para el pago, en la nómina de enero, del 25% de la paga extra recortada en diciembre de 2012 a los funcionarios que dependen directamente de la administración estatal. Sin embargo, estas instrucciones no eran  aplicables a los funcionarios de cuerpos nacionales transferidos a las Comunidades Autónomas, o sea, a todos aquellos que como los funcionarios  docentes andaluces, quedamos a merced de la voluntad arbitraria de la Junta de Andalucía. Sí, sí, esa misma que nos ha mermado sustancialmente la cuantía de las pagas  extraordinarias de junio y diciembre de 2013 y 2014, algo que no ha sucedido en otras comunidades autónomas, ya que los funcionarios andaluces y catalanes debemos ser los responsables de la crisis, de los cursos de formación, de los ERE, de las tarjetas Black, incluso, de la muerte de Manolete. Sí, es la misma administración, en definitiva, que no ha previsto, en los Presupuestos de 2015, el abono del 25% de la paga extra de diciembre de 2012, y que tanto el gobierno central como otras comunidades autónomas están pagando a sus funcionarios.
Además, el dinero de los recortes se está usando para mantener las empresas públicas, personal ha entrado por la puerta de atrás de la Junta . Si esos trabajadores fuesen necesarios, lo lógico es que hubiese una oferta de empleo público y todos los andaluc@s puedan optar a los puestos. 
Para seguir con estos lamentos, que por supuesto caerán en saco roto, - puesto y tengo que reconocer nadie me lee-, señalar que a todos agravios se le suma  el del aumento de la jornada lectiva y la solución empleada para ello. Con respecto al contenido de las dos horas de aumento en el horario lectivo, y del que ya hablaba ayer, y  que se le ha impuesto al profesorado de Secundaria , que ha pasado de 18 a 20 horas de clase semanales, con lo que se ha aumentado considerablemente nuestra carga docente: preparación de clases, número de grupos, aumento de alumnado y familias atendidos, etc.... hay que señalar que si dicho aumento ha sido una imposición del gobierno central, no lo es el contenido del mismo. En otras comunidades autónomas se han destinado estas horas a actividades lectivas complementarias y no a dar clase. Esta interpretación “andaluza” de la norma del gobierno central ha supuesto el despido de 4502 profesoras y profesores interinos , un golpe, un verdadero ERE a la educación pública,  por lo que parece una apuesta en favor del deterioro tanto de la calidad de la enseñanza como de las condiciones laborales y profesionales del profesorado.
A pesar de que los discursos de la Consejería de Educación, y especialmente de la Presidenta van por el lado de la negación pública de esa actividad de podadora, en la realidad cotidiana  se aplica sin mesura el recorte sobre recorte, además de seguir apostando por  parte de la administración andaluza por un aumento de las ratios, visibles especialmente en los grupos masificados de Bachillerato,  y en una sensible disminución de los recursos humanos a la atención a la diversidad, como está ocurriendo en los centros de Primaria. En este nivel, por ejemplo, se está recortando eliminando a uno de los dos profesores de apoyo con los que se dotaba al centro a inicio de curso como maestros de apoyo, y que tenían como finalidad básica atender a  las sustituciones que se produjeran en el centro y, si estas no se producían, como suele ser lo habitual, apoyar  al alumnado de necesidades educativas especiales(NEE). En esta atención a las NEE , se realiza tanto a los que presentan dificultad por déficit intelectual, como a los que hay que atender - puesto que así la ley lo contempla, aunque la Junta no lo cumpla - el alumnado de altas capacidades .  Así los proyectos educativos planteados por los centros de primaria para la atención de unos y de otros desaparecen por la falta de criterio de la administración andaluza.
La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía ha contribuido de manera activa a colocar a la educación pública andaluza en estado permanente de necesidad, con carencias estructurales graves. Así, nos encontramos con centros educativos públicos con unos recursos menguantes, mientras una parte del presupuesto se destina a financiar una educación privada, en las formas y en el fondo, y justificado en base a unos convenios que, en ocasiones, dudo de que sean convenientes, por no decir necesarios. Cabe preguntarse qué número de alumnos/as proceden de la emigración extranjera, cuánto de su alumnado se consigna como en peligro de exclusión social, etc...
Así llegamos a una situación profesional en la que el profesorado de la pública no deja de ser sino un ninguneado al que , al final, se le aumenta la carga lectiva, se le  empeora sus condiciones laborales, se le sanciona en su salario y se le trata con desprecio --¡si es que tienen muchas vacaciones! -- por un poder que demuestra una enorme  incoherencia discursiva entre lo que se dice y , realmente, lo que se hace.



No hay comentarios:

Publicar un comentario