martes, 28 de febrero de 2017

Georgiana despedida

Hoy toca despedirse de este Edimburgo antiguo y misterioso, escenario de  leyendas tétricas, cuya impronta aún puede percibirse entre los muros de los oscuros closes (callejones) que parten de la Royal Mile, su calle más histórica. Hoy toca decir adiós a esta "Dunedin", como le llaman los gaélicos de Escocia, Dùn Èideann. 

Por cierto, Dunedin se llamó inicialmente a Nueva Zelanda que fue identifica originalmente como "Nuevo Edimburgo" y todavía se apoda el "Edimburgo del Sur". 

Los poetas escoceses Robert Burns y Robert Fergusson , el de la estatua en la puerta de la Iglesia en Canongate, a veces usaron el nombre en latín de la ciudad, Edina, en algunas de sus obras. 

Ben Jonson describió que esta ciudad es "el otro ojo de Bretaña" y Sir Walter Scott, el de Ivanhoe o Rob Roy, se refirió a la ciudad como la "yon Empress of the North" ('lejana Emperatriz del Norte'). 

Algunos escoceses se refieren informalmente a la ciudad como "Embra", por corresponderse con el final del nombre pronunciado en inglés.

Tras desayunar en el luminoso comedor del hotel- vuelve a pedir lo mismo que otros días, incluso con la misma modalidad de huevos- para el desayuno decidimos que hoy debemos dedicarnos a dar un paseo por el barrio georgiano de la Newtown en esta mañana tan clara como fria. 

Sabemos, pues lo hemos leído, que la New Town de Edimburgo , a menudo, está considerada como una obra maestra de la planificación urbana. Por esta razón fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1995  junto con el casco antiguo. 

Fue construido en diversas etapas entre 1767 y alrededor de 1850, y conserva gran parte de la original Arquitectura neoclásica y georgiana del período. Su calle más famosa es Princes Street, pero es mucho más que esa. 

La idea de una ciudad nueva se sugirió por primera vez a finales del siglo XVII cuando el duque de Albany y York (más tarde el rey James VII y II ), cuando estaba residente en la ciudad como Comisionado Real en Holyrood, alentó la idea de tener una regencia recordada y propuso para ello extender la ciudad para el Norte de la Ciudad y realizar un puente para unirla el viejo Edimburgo y extenderla más al norte. 

Pero en 1682, el Duque dejó la ciudad y se convirtió en Rey en 1685, sólo para perder el trono en 1688. 

La decisión de construir una Ciudad Nueva fue tomada por los alcaldes de la ciudad, después de la superpoblación dentro de las murallas de la Ciudad Vieja de la ciudad ya que está había alcanzado el punto de ruptura. Además querían evitar un éxodo de ciudadanos ricos de la ciudad a Londres.

Como Gran Bretaña vivirá una época dorada en los intelectual y en lo económico durante la Ilustración, como Francia, lo cierto es que dentro de los muchos efectos que tuvo en Edimburgo se reflejó en lo urbano. La Old Town era inadecuada para los profesionales y comerciantes que vivían allí. 

Así que el preboste George Drummond logró extender el límite del Royal Burgh para abarcar los campos al norte del Nor Loch, esa zona de agua que ya no daba de beber a la ciudad dada sus altos niveles de contaminación.

Lo cierto es que como dicho lago ocupaba el valle inmediatamente al norte de la ciudad lo primero que se pensó fue drenar el Loch un proceso no fue terminado totalmente hasta 1817. 

Los puntos de cruce al norte fueron construidos para tener acceso al nuevo espacio. El Puente Norte en 1772 y junto a ello el Mound , como se conoce hoy, alcanzó sus proporciones actuales en la década de los 30 del siglo XVIII. 

A medida que se desarrollaban las etapas sucesivas de la Ciudad Nueva, los ricos se trasladaban hacia el norte  donde empezaban a levantarse grandes casas georgianas en amplios caminos. Sin embargo, los pobres permanecieron en el casco antiguo. 

El Plan para el diseño de la  Ciudad Nueva fue realizado por James Craig (1768) y lo ganó después de haberse presentado a un concurso de diseño se celebró que hubo en enero de 1766 para encontrar una disposición moderna adecuada para el nuevo suburbio.  Craig contaba con 26 años. Para ello adaptó su propuesta a los contornos naturales de la tierra y propuso una malla axial simple, con una vía principal que unía dos plazas de jardín. Otros dos caminos principales se encontrarían al norte y sur como dos calles secundarias que la enmarcaban. Varios calles menores proporcionaron carriles estables para las casas grandes. Completaban la cuadrícula tres calles con dirección norte-sur. Es decir se crean las bases de la recuperación del plano ortogonal.

El plan original de Craig no ha sobrevivido, pero se ha sugerido que está indicado en un mapa publicado por John Laurie en 1766.  Este mapa muestra una disposición diagonal con una plaza central que refleja parte del espíritu patriotico que supuso la llegada de la dinastía de los Hannover y cuyo emblema sería la Bandera de la Unión . Tanto Princes Street como Queen Street se muestran como doble cara. Un diseño revisado más simple reflejaba el mismo espíritu en los nombres de sus calles y espacios cívicos. 

La calle principal se llamaba George Street , respondiendo al nombre del rey de ese momento, George III . La calle de la reina debía ser situada al norte, y St. Giles Street al sur, como santo patrón de la ciudad. La Saint Awdrew Square y la Saint George Square fueron los nombres elegidos para representar la unión de Escocia e Inglaterra. La idea se continuó con la Thistle Street más pequeña (para el emblema nacional de Escocia) entre George Street y Queen Street, y Rose Street (para el emblema de Inglaterra) entre George Street y Princes Street. 

El rey George rechazó el nombre de St. Giles Street, alegando que St Giles era el santo patrón de los leprosos y también el nombre de una zona de tugurios o "colonia" en el borde de la ciudad de Londres. Fue renombrada entonces Princes Street pensando en sus hijos. 

El nombre de Saint George Square fue cambiado a la plaza de Charlotte , nombre de la reina , para evitar la confusión con la plaza existente de George en el lado del sur de la ciudad vieja. Los bloques más occidentales de la calle del cardo fueron renombrados como Hill Street - calle de la colina- y Young Street- calle joven-, haciendo Thistle tuviese la calle mitad de la longitud de la Rose Street. 

Las tres calles que ponían fin a la trana, Castle, Frederick y Hanover Street, fueron nombradas por su vista del castillo, Frederick , como el padre de rey George, y el nombre de la familia real respectivamente. 

Las propuestas de Craig tuvo más problemas cuando comenzó el desarrollo. Inicialmente el nuevo sitio era impopular, concediéndose una prima de £ 20  al primer constructor que obrase en el sitio. Esta fue entregada a John Young, que construyó Thistle Court, los primeros edificios en la Ciudad Nueva, en el extremo oriental de la calle Thistle en 1767. En lugar de construir como una terraza como se prevía, construyó un pequeño patio.

Las dudas fueron superadas muy pronto, y se inició con la construcción al este con St. Andrew Square. Craig había propuesto que George Street fuera terminada por dos grandes iglesias, situadas dentro de cada cuadrado. Sir Lawrence Dundas , el terrateniente, decidió construir su propia casa aquí, y encargó un diseño a Sir William Chambers . La mansión palladiana resultante , terminada en 1774, es ahora la sede del Royal Bank of Scotland . 

La St Andrew Church tuvo que ser construida en George Street. La falta de una terminación visual al final de esta calle fue remediada en 1823 con el monumento propuesto por el arquitecto William Burn creador o pionero de un estilo llamado "baronial escocés / Baronial Scottish" caracterizado por la simplicidad , las buenas proporciones exteriores e impresionantes interiores- que también levantará la iglesia de St John en Princes Street o el Edificio de la Academia en esa misma calle- y que levantará el monumento dedicado al  vizconde de Melville, aunque lo culmina una estatua dedicada a Robert Forrest,  . La primera parte de la New Town fue terminada en 1820, con la terminación de la plaza de Charlotte. 

Esto fue construido a un diseño de Robert Adam , y era la única sección arquitectónicamente unificada de la Ciudad Nueva. Adan también hizo  un diseño para la Iglesia de San Jorge, aunque su diseño fue reemplazado por el de Robert Reid . El edificio, ahora conocido como West Register House, ahora alberga parte de los Archivos Nacionales de Escocia . 

El lado norte de la plaza de Charlotte cuenta con Bute House, que en principio era la residencia oficial del Secretario de Estado para Escocia . Después Bute House ha sido y es la residencia oficial del Primer Ministro de Escocia . 

La Ciudad Nueva fue concebida como un área puramente residencial. Las casas principales ocupaban generalmente las calles en dirección este-oeste, mientras que las más populares estaban en los bloques de pisos (llamados los tenements en Escocia) a lo largo de esas calles del norte-sur. En principio, las tiendas estaban restringidas a los pisos inferiores de las calles norte-sur.


Las casas más grandes tenían maquinarias de servicio detrás y paralelas a sus terrazas. En la primera ciudad nueva este patrón era menos rígido, y tenía pocas  estancias comerciales planificadas. No tardó mucho tiempo en descubrirse el potencial comercial del sitio para ser realizado.

Las tiendas se abrieron pronto en Princes Street, y durante el siglo XIX la mayoría de las casas en esa calle fueron substituidas por edificios comerciales más grandes. La remodelación ocasional y fragmentaria continúa hasta el día de hoy, aunque la mayoría de las calles Queen Street y Thistle Street y grandes secciones de la George Street, Hanover, Frederick y Castle Streets aún están alineadas con sus edificios originales del siglo XVIII.


Después de 1800, el éxito de esta primera New Town impulsó a una extensión de la misma  con el llamado 'Northern New Town' que tenía como objetivo extender Edimburgo desde el norte de Queen Street Gardens hasta el Leith , con extensiones hacia el este y el oeste. Estos acontecimientos ocurrieron sobre todo entre 1800-1830. Los diseños iniciales siguieron la orientación original de la primera New Town de Craig, con calles enteras construidas como una construcción. El edificio continuó como una prolongada calle Hannover, en la llamada Dundas Street y, más allá de Great King Street, Pitt Street (más tarde renombrada a Dundas Street en la década de 1960), casi un kilómetro más al norte hacia el agua de Leith en Canonmills. Aquí las calles son más anchas y las grandes plazas se extendían a ambos lados. Sin embargo, esto no lo hemos visto salvo desde la distancia que supone Calton Hill

Con el fin de extender la Ciudad Nueva hacia el este,  Sir John Marjoribanks, el alcalde o su partenaire local - Preboste creo que lo llaman por aquí- logró hacer construir el elegante Puente Regent (Regent Bridge) que fue terminado en 1819 y que da lugar a la zona de Waterloo Place - aunque reconozco que no hay plaza alguna-, como comprobé el domingo pasado-. El puente cubría un barranco profundo de calles estrechas e incómodas e hizo el acceso a la colina de Calton mucho más fácil y agradable desde Princes Street. 
El Ayuntamiento de Edimburgo organizó un concurso para los planes para desarrollar la Ciudad Nueva hacie el este, pero el resultado no fue concluyente. 

Eventualmente, los diseños del arquitecto William Henry Playfair se utilizaron para desarrollar Calton Hill a partir de 1820.  Los diseños de Playfair tenían la intención de crear una Ciudad Nueva aún más magnífica que la de Craig. De ellos sólo se lavantaron la Regent Terrace , Calton Terrace y Royal Terrace fueron construidos, pero los desarrollos al norte de London Road nunca fueron completados. 

En el lado sur de la Calton Hill erigieron varios monumentos, así como la Real Escuela Secundaria en el estilo neoclásico, como casi todo en esa colina. Unos pocos desarrollos modestos en Canonmills se iniciaron en la década de 1820, pero ninguno se completó en ese momento. 

En el siglo XIX, el segundo ferrocarril de Edimburgo, - Edimburgo, Leith y Newhaven- , construyó un túnel bajo la Ciudad Nueva para conectar Scotland Street con Canal Street ( posteriormente absorbida en la estación de Waverley ). Después de su cierre, el túnel fue utilizado para cultivar hongos, y durante la Segunda Guerra Mundial como un refugio de ataque aéreo. 

La Asociación Cockburn (Edimburgo Civic Trust) es prominente en la campaña para preservar la integridad arquitectónica de la Ciudad Nueva. 

Hoy día , como hemos comprobado en estas tres jornadas. la New Town contiene las principales calles comerciales de Edimburgo. Princes Street es el hogar de muchas tiendas de cadenas, así como de los grandes almacenas Jenners de los que hablamos el primer día, toda una institución de Edimburgo. 

George Street , una vez que el centro financiero se ha consolidado aquí , pero también en otro espacios de la ciudad, está lleno de servicios y bares modernos, que hoy ocupan antiguos espacios que ocupó la banca, mientras que la zona de St. Andrew Square es el hogar de Harvey Nichols y otras tiendas de diseño. 

Lo cierto es que la New Town de Edimburgo ha actuado como el centro de esta ciudad y fue y , en parte todavía es, sede de muchas compañías, pero también es cierto que las necesidades de hoy han hecho  que muchas se hayan trasladado al oeste del centro y cerca del Aeropuerto de la ciudad se encuentra el distrito de negocios, que hoy  alberga a grandes compañías como Scottish Widows, Standard Life, el Banco Clydesdale y Baillie Gifford. De hecho a lo largo de esta mañana rumbo al aeropuerto veremos como ese Edinburgh Park es ahora ese centro económico que cuenta con propia estación de tren, la que vimos pero no usamos en dirección ida / vuelta a Stirling y que es dónde está la sede de la HSBC, Royal Bank of Scotland y HBOS han establecido sus grandes centros de oficinas en esta zona.

He leído que Edimburgo es una de los territorios  más prósperos del Reino Unido. La llegada del Parlamento Escocés a la ciudad en 1999 le favoreció y ha tenido un efecto positivo en el empleo local, por estar la sede de gobierno en la ciudad y otras oficinas del gobierno. El nivel de desempleo es uno de los más bajos del país. 

Eso sí como ocurre al menos en la parte de la ciudad que nosotros hemos conocido la economía de Edimburgo está basada en el sector de servicios, siendo el turismo uno de sus buenos ingresos. 

Antes de abandonar George Street nos ocurre una cosa curiosa. Vemos un bar español. De hecho es un bar andaluz. Aprovechando el día, es el día de mi comunidad, nos hacemos unas fotos delante del mismo y tras cantar el himno que creó Blas Infante terminamos levantando las palmas de las manos para pedir lo que siempre pidió esta tierra: Tierra y Libertad, que no hemos conseguido tras 35 años de necaciquismo perfecto por parte de un partido que anuló en andalucismo , sus principios y su identidad , y al que sólo le interesa el poder y el folklore. Canal Sur es una buena muestra del control por parte del poder. Ya sabemos que Andalucía en España pinta poco ya que comprobará lo mucho que contamos en los presupuestos del estado. Sólo cuenta para el "partido", el único. Terrible. Dan ganas de decir lo que decían los andalucistas de siempre ¡ Viva Andalucía libre! , que, por cierto, era compatible con la idea de España y la Humanidad.

Volvemos a la habitación del hotel , pagamos la cuenta , recogemos los bártulos y ¡cómo no! me olvido de algo. Una rabia, los cascos. Tengo otros, pero estos son los que me gustan. Miramos hacia atrás volvemos la vista al hotel, y nos vamos. 


Cruzamos no sólo frente al edificio de la Academia sino que no encaminamos a un edificio que no hemos dejado de ver todos estos días, el monumento de Walter Scott


El Monumento a Scott (Scott Monument) es un monumento de estilo gótico de corte victoriano erigido en honor del autor escocés sir Walter Scott. Se levanta en los Princes Street Gardens delante de los almacenes Jenners muy cerca la estación de ferrocarriles de Waverley hacia donde nos encaminamos para tomar el Airlink.

Nos fijamos como hemos hecho todos los días en su enorme torre, construida en pizarra de Livingston y con una altura de 61'1 metros, y que - según dicen- dispone de una escalera de caracol interna que permite acceder a los diversos pisos del edificio, desde los que se puede divisar la ciudad y alrededores. El piso más alto, al que se llega tras 287 peldaños, permite alcanzar la cúspide del edificio-. 

Es un monumento oscurecido posiblemente por la atmósfera del Edimburgo victoriano, que entonces era conocido como Auld Reekie (o la vieja [ciudad] humeante) debido a la gran contaminación industrial, provocó que las piedras perdieran su color original, adquiriendo una tonalidad negruzca. En la actualidad una especie de aceite sigue rezumando por sus paredes, que conservan el tan característico color negro. 

Después del fallecimiento de sir Walter Scott en 1832, se convocó un concurso público para elegir el diseño para un monumento conmemorativo en su honor. El ganador fue George Meikle Kemp, un hombre de cuarenta y seis años dedicado a la ebanistería y al dibujo técnico pero carente de formación oficial en arquitectura, disciplina que había aprendido de forma autodidacta. Como su falta de instrucción pudiera descalificarle, usó el pseudónimo de John Morvo, el arquitecto de la Abadía de Melrose. 

No obstante, el diseño, que era similar a uno que había presentado tiempo atrás para la Catedral de Glasgow y que había sido rechazado, alcanzó gran popularidad entre los jueces y el público, logrando la primera mención (1838) y el consiguiente premio: la concesión del contrato de obras para su ejecución. 

A John Steell se le encargó la ejecución de una estatua monumental de Scott, que sería colocada en el espacio central existente bajo los arcos del monumento. La escultura, realizada sobre mármol blanco de Carrara, plasma a un Walter Scott sentado, descansando después de haber escrito una de sus obras con una pluma, y acompañado por su perro Maida, situado en uno de los lados. La primera piedra fue colocada el 15 de agosto de 1840 y la construcción comenzó en 1841, después de la aprobación del decreto The Monument to Sir Walter Scott Act" en 1841  finalizando cuatro años más tardeen otoño de 1844, tras la colocación en agosto del florón por el hijo de Kemp. 

El monumento se inauguró el 15 de agosto de 1845 sin que George Meikle Kemp pudiese asistir, dado que el 6 de marzo de ese mismo año, mientras regresaba a casa durante una tarde con densa niebla, cayó al Union Canal, donde murió ahogado. El coste total del edificio fue de 16.154/7/11 libras esterlinas. 

Durante la década de 1990 el monumento fue cerrado de forma periódica para poder llevar a cabo diferentes trabajos de restauración, que supusieron tener que levantar un andamiaje y cerrar el acceso al público de 1998 a 1999. Para conseguir la mejor restauración posible, la cantera original de la que se había extraído la roca fue abierta de nuevo, permitiendo adquirir roca de tonalidades similares. El coste total de la restauración ascendió a 2,36 millones de libras, financiado por la National Heritage Lottery Fund, Historic Scotland y el Ayuntamiento de Edimburgo.

En la actualidad está bajo la administración del departamento de museos del Ayuntamiento de Edimburgo.



Así que mientras nos vamos desplazando nos vamos despidiendo del Castillo, de la Princes Street y sus edificios georgianos , de sus comercios, especialmente los de souvenirs a los que hemos entrado, de la Saint John Church , la iglesia diseñada por el arquitecto del estilo baronial escocés Richard Burn para embocar al aeropuerto y embarcar a la hora programada.






Rumbo al aeropuerto y mientras voy mirando por los cristales del piso superior del autocar, que para eso estamos en Gran Bretaña, aunque ya veremos como acaba esto del "Brexit" para Escocia, voy pensando en las muchas cosas que he ido aprendido. Repaso en mis apuntes y releo que el origen del nombre de la ciudad se cree que procede del británico Din Eidyn ('Fuerte de Eidyn'), de los tiempos en que únicamente era un fuerte y que fue el lugar de una tribu británica local que en el poema del siglo XII Y Gododdin y que tras ser atacada y conquistada por los bernicianos anglosajones, el nombre cambió a Edim-burh, procedente del anglosajón y que significa «Fuerte de Edwin», en hipotética referencia al rey del siglo VII Edwin de Northumbria. Sin embargo, es muy improbable que esto sea así, pues el nombre es anterior al rey Edwin. El elemento burgo es muy común entre los nombres de ciudades escocesas y en todas las lenguas germánicas, pues denomina a una clase de ciudad caracterizada por haber crecido alrededor de una estructura central fortificada, como un fuerte o castillo. 



Nos vamos pues de esta ciudad del siglo XI , mientras que en la mía, brillaba un califato efímero y aquí el rey Malcolm II aseguraba la región de Lothians de los Northumbrianos y que se consolidó el siglo XII con David I de Escocia.  Mientras salimos alrededor de los Princes Gardens veo sus estatuas que lo enmarcan. Veo igualmente sus museos, que , al parecer, no hemos entrado en ninguno son gratuitos. Vemos la Biblioteca Nacional de Escocia (National Library of Scotland), la biblioteca más importante de Escocia y una de las más grandes del Reino Unido, mientras el autobus para en algunos semáforo y nos desplazamos hacia el oeste en dirección aeropuerto. Volvemos a pasar por alguna mansión relevante a mi derecha y por Murray Field que queda a mi derecha. Las montañas siguen nevadas, no mucho, pero algo tienen. Vemos campos de golf en las proximidades del aeropuerto. Al que , finalmente, llegamos en un tiempo adecuado.

Pasamos el control de seguridad, mucho más severo que en Barajas. Me obligan a quitarme- ahora sí- la sudadera con capucha quedándome en camiseta, momentáneamente. Me da igual. Las botas también me las quito, pero me separan de la fila. No tengo muy claro el por qué hasta que descubro el motivo. Me he dejado la botella de agua. Tras quitármela entro en la zona internacional. Buscamos Easyjet, la compañía que nos trajo y esperamos unos minutos. Tomo un periódico y nos colocamoos en la fila, tras haber rellenado la botella que nos quedaba. No tendrán que enviar nuestra maletas a la bodegas. Veo que a otros sí lo tendrán que hacer.

Subimos las escalerilla del avión y nos sentamos. Llevo mi tablet a mano y creo que terminaré de ver The vikings. De cualquier manera me pongo en la ventana por si puedo ver algo.

El avión despega en tiempo y forma. Sobrevuela la ciudad, veo sus fábricas y el fiordo de Leith. Las montañas siguen nevadas como comprueba en estos primeros minutos el día es claro. Se ven en el horizonte los High Lands por supuesto nevados, pero poco a poco las nubes lo van cubriendo. Han quedado cosas por ver , pero considero que el viaje está terminando.






























Dos horas y poco después llegamos a Madrid. Tras tomar el coche pienso que tengo ganas de ver a mis hijos y darles un fuerte barazo. Ahora sí que puedo decir en estos momentos que el viaje ha terminado. ¡Hasta pronto!

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