miércoles, 2 de septiembre de 2015

La flaqueza del bolchevique


Había escuchado hablar de la película, pero no sabía a ciencia cierta que estaba inspirada en un libro. Si tengo una cosa clara, todos los días 6 de enero desde hace muchos años, posiblemente desde los años 80, solía ver el telediario nocturno de la 2. Ese día había una conexión en directo con Barcelona, pues era la noche de la entrega de los Premios Nadal y de los Josep Plá.

El Premio Nadal instituido por la revista Destino de Barcelona en el año 1944, en homenaje a la memoria del que fuera su redactor jefe, Eugenio Nadal Gaya. La primera obra merecedora de este galardón fue Nada, la obra de Carmen Laforet, que tanto se nos repetía en la materia de Literatura Española de COU. Supongo que escuché el nombre del ganador, Carlos Cañeque con su obra Quién y la del finalista, pero tanto uno como otro, así como el títulos de sus obras cayeron en el olvido más absoluto. 

Después fue la película. Desconocía que estaba basada en una obra literaria del escritor Lorenzo Silva publicada en 1997. Era su tercera novela, una obra corta, pero intensa, con un lenguaje directo que te golpea con dureza y contundencia como si de un combate de boxeo se tratara. Al menos, al principio. 

Después la obra se suaviza conforme el protagonista conoce e intima con Rosana, para acabar con una reflexión sobre la vida. El protagonista es un hombre desencantado y aburrido que trabaja en banca y cuya vida da un vuelco de manera acciental cuando decide vengarse de la chica con la que ha tenido un un accidente de circulación. No tanto por el accidente, sino por el desprecio que emanaba la conductora. Tras tener claro que ella debe ser sujeto de su venganza , algo que hace de forma acertada y brillante, su objetivo cambia cuando conoce a Rosana. En ese momento vemos como su venganza se convierte en una pulsión irreflenable, en la obsesión de un treintañero, el protagonista y narrador de la obra, descreido de todo hacia una adolescente. 

Lo primero que me ha llamado la antención es el título de la obra. la explicación viene a la mitad de la misma y hace referencia a las dudas y sentimientos que sentiría un bolchevique ante la orden de ejercutar a una de las hijas de Nicolás II, en concreto Olga. Esas dudas trasmiten la flaqueza del Bolchevique: la dificultad de concretar un amor utópico. 

Según recoge el autor de la obra en su web personal haciendo referencia al editor de la obra "La flaqueza del bolchevique sería una novela absolutamente cómica si no fuera por el carácter inquietante que adquiere a medida que se complican las argucias del protagonista. Un ritmo ágil permite a Lorenzo Silva una historia a caballo entre la comedia, la intriga y el melodrama". Esta novela fue escrita entre marzo y julio de 1995, - entre Madrid, Getafe y Dublín- y según Lorenzo Silva, una época difícil, pero La flaqueza del bolchevique cambiaría el curso de su carrera como escritor al quedar finalista del Premio Nadal en 1997. 



Desde el principio la obra tuvo críticas. Según Silva Vila,  fueron mejores que peores. Entre las buenas el autor destaca la de Ricardo Senabre en ABC "La flaqueza del bolchevique es una historia amarga y, a la vez, un relato divertido, porque el autor ha manejado con maestría sus recursos, que no son pocos, para evitar cualquier deslizamiento hacia la vertiente sensiblera (...) Pero conviene no dejarse engañar por esa faz lúdica, que es sólo una cobertura, aunque excelentemente tramada y sostenida. Hay mucho más, y más trascendente, debajo de ella: el descubrimiento del otro y del sentimiento amoroso, el aprendizaje del dolor, la conquista del recuerdo, la convicción alcanzada de que "un hombre no es más que los pedazos de sí que ha entregado en su sacrificio por otros". Existe también en estas páginas la confirmación de un novelista, de un excelente narrador del que cabe esperar aún mucho más". 

Pero en la cara B de las críticas, las malas,  el mismo autor selecciona la de José Luis Piquero, en Clarín al decir que "La flaqueza del bolchevique(...) podría ser la literatura sensacionalista del tipo me ocurrió a mí, tan recurrente en las revistas femeninas, aderezada con unas gotas de tremendismo amarillo de El caso." 

Para terminar un par de cosillas. la primera, que he leído el libro por recomendación de mi mujer , pues - segun ella- tenía una de las virtudes que más valoro yo en una obra literaria, es corta y precisa, y con un lenguaje contundente, en el que no sobra ni un punto, ni una coma. La segunda, ella sabía que el personaje protagonista me iba a gustar; y ciertamente, así ha sido. 

Por último, señalar que , efectivamente, en 2003 esta novela fue llevada al cine por Manuel Martín Cuenca y fue protagonizada por Luis Tosar en el papel de - llamemoslo Javier, o Jaime, el último nombre que escucha el protagonista de Rosana, y la joven María Valverde , no hac falta dcir de quién se trata,¿no?. 


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