sábado, 12 de enero de 2013

Divorciado con niños

Hoy he tenido una triste sensación a lo largo del día, y de la noche. La de ser un divorciado con hijos para el fin de semana. Empezaremos por el final, ¡qué mala noche he pasado! Desde las cinco y media despierto y, claro, el rabo - el de la mosca, vamos- no ha parado de moverse. Uno está acostumbrado a dormir acompañado y la cama se hace grande, inmensa y fría. 
Pues bien, al final he conseguido quedarme traspuesto. Y tengo que preparar con prisa los desayunos de los niños. Por suerte son rutinarios y eso me facilita el trabajo. No hay sorpresas y a gusto de todos. Seguidamente a vestirse que tenemos fútbol a las 10'30 horas; catequesis al mediodía, y cumpleaños, sí, cumpleños, media hora más tarde. Revisión de peinado, vestido, dientes, regalos, camisetas adecuadas, zapatillas, eh ...desodorante y alguna cosa más. Tras ello el partido. Como la Junta es como es, a la intemperie. Me imagino que nuestra administración educativa quiere a los niños recios y con aguante al frío y, en primavera, al calor.  ¡Andalucía, imparable!
Retorno a casa, con victoria y pocos minutos de juego. Descansar media hora que queda un segundo partido. Ahora a tomar el coche que vamos a un centro concertado ¡Bien, en pabellón! Nada de eso, como somos del colegio público, jugamos en la calle y, además, ahora con lluvia. Ganamos, con frío, helados, pero ganamos. Seis puntos en tres horas. No está mal.
Aparcamos y a comprar el pan que son las dos. Previamente a buscar al pequeño al cumple. ¡Ah, que no está! Está pendiente sólo de la tarta y las chuches( sí, sí, las del IVA de Rajoy). Bueno a comprar que el tiempo pasa. Aquí no hay pan, probaré allí. No, aquí no hay guerra de precios con el pan, pero da igual necesito dinero. No tengo un duro. Saco dinero y compro.
Llegada a casa, me informan que unos de Iberdrola con mala pinta han subido y han preguntado por el señor de la casa ¿Me pregunto quién será?. Orden (en alemán) : ¡No abrir a nadie, salvo a tu hermano! 
Preparar la comida. Opto por el populismo facilón. Populista es, pero hay que echarle tiempo. Preparo unas tapas, que me las como yo antes que ellos. Preparo más tapas y me tomo una cerveza. ¡Qué sean dos!. La comida avanza, el tiempo también. El del cumpleaños se demora, pero llega. La familia que invitaba es de confianza. Menos mal.
Comida, nada de tele, escucho la pregunta clave ¿y la Play? Después. ¿Después de qué? Habrá que barrer y recoger la mesa. Barre uno, pero con poco ánimo. Se nota, me obliga a asumir la responsabilidad y tomo el testigo. No han recogido. Me acuerdo de su madre. Encima, se lo estará pasando bien. Quedan por lavar platos, vasos y tenedores, ...y está pendiente la cena, el desayuno y la comina. Llego a las cinco de la tarde. No me rindo y apuesto por el cine. Buena apuesta y acierto con la Historia de Pi. Por cierto, ¡qué risas nos hemos echado antes de la película! Lo mejor del día, llorábamos de risa los cuatro.
Fin de la peli. Contraste de hipótesis. Afortunados somos , pero hay que comprar molletes para el desayuno. Muy buenas, saludo a una compañera, que va con una antigua amiga. Ahora es cuando yo quisiera salir y no a las 10 de la mañana. Compramos, y a casa. Redacto algo para mi blog de cine y también esto que leéis. Me queda la cena, arreglar la cocina, que los niños se pongan los pijamas. Ben 10 aplaca el hambre, y, buenas noches, que voy a prepararla. Mañana, ya veremos. Un saludo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario