miércoles, 22 de julio de 2015

De Harlem a Columbia

Salimos para pasar nuestro último día completo en Nueva York.  Y como era habitual nos movimos, como casi siempre al principio por el viejo / nuevo Hell’s Kitchen. Aunque en el pasado el barrio era considerado una zona ­­­­­poco recomendable, hoy en día el barrio es exclusivo y muy popular. Hell’s Kitchen, también conocido como Clinton o Midtown West, forma parte del Midtown de Manhattan.  Se accede al mismo una vez cruzado el Tunel de Lincoln. Mi conocimiento sobre el mismo era , inicialmente, cinematográfico. Recordaréis la película Slepeers, pues bien los chicos eran de ese barrio.

El barrio de Hell’s Kitchen en la actualidad está bien comunicado. Por lo pronto, en su interior hay dos grandes centros de transporte público. Por un lado, la Estación de autobús de Port Authority por la que pasamos a diario desde o para Union City, la visitada hace unos días Penn Station. Se llega hasta la 59th street por el norte, hasta la 8th Avenue por el este, hasta la West 34th Street por el sur y hasta el río Hudson por el oeste, entrando en el mismo a través del Tunel de Lincoln. Las líneas de metro A, C y E recorren la 8th Avenue.

Usando más información cinematografía o literataria, como queráis, según Mario Puzo, fue el lugar elegido por Vito Corleone para vivir en Nueva York una vez llegado desde Sicilia.

Las dos calles principales de Hell’s Kitchen para hacer compras son la 8th Avenue con muchas tiendas de moda y grandes almacenes que en su esquina con la la 59th Street se encuentra Columbus Circle, donde está el impresionante centro comercial The Time Warner Center; y la 9th Avenue.

En el barrio de Hell’s Kitchen hay muchos rascacielos, y aunque el edificio del New York Times , al que llegamos a diario a la ida y a la vuelta, no entra dentro de sus límites, si está colindando. .

Curiosamente fue un reportero del New York Times el primero que se refirió a un edificio ubicado en la calle 39 y la Décima Avenida como "Hell's Kitchen" (la cocina del infierno) y señaló que toda esa zona era, probablemente, la más baja y sucia de la ciudad. Por extensión  la calle 39 fue el Infierno, ampliándose más tarde a las avenidas Novena y Décima.

Hoy día, el barrio ha dejado de ser marginal, debido a ello el nombre Clinton ha ganado popularidad. Sin embargo, a lo largo de toda la 9ª Avenida con la calle 40ª hasta la 32ª se encuentra un núcleo de viviendas abandonadas.

Alcanzado el centro como a diario, cogimos el metro. La idea era llegar hasta Harlem, pasar por la Columbia University, bajar por el Central Park hasta la V Avenida para estar en la milla de los Museos, y , a partir de aquí lo que fuese.

Tomamos la línea hasta Harlem.Mientras nos desplazábamos recordaba nuestro viaje a la ciudad holandesa de casi el mismo nombre en diciembre de 1999. El desplazamiento por metro fue largo. Al principio el metro estaba lleno, pero conforme avanzábamos hacia Harlem el metro se fue desploblando, especialmente en las paradas de Cathedral y Museum - por el de Ciencias Naturales-. Cuando me fijé quedabamos nosotros y el resto del vagón eran afroamericanos. Tras llegar a la estación de metro preestablecida, salimos al exterior. Había poca gente eb este barrio al norte de Manhattan y que desde 1920 ha sido uno de los mayores centros de residencia de muchos afroamericanos, siendo actualmente de un 72 % de la población. Harlem está limitado por la calle 110 al sur, el río Hudson al oeste y la calle 155 en el límite con el Bronx (algunos señalan la calle 160 como límite) junto con el río Harlem al norte y el East River al este. El barrio tiene tanto población como Córdoba.  

El primer asentamiento humano en lo que hoy se conoce como Harlem se remonta a los holandeses y fue bautizado en 1658 con el nombre de Nieuw Haarlem por el gobernador holandés Peter Stuyvesant, aprovechando la riqueza del terreno, en honor de la ciudad holandesa de Haarlem.

En 1664, los británicos se apoderaron de la colonia holandesa y bautizaron el pueblo como Harlem. En el siglo XIX, en Harlem había muchas granjas, como la de propiedad de James Roosevelt al este de la Quinta Avenida entre las calles 110 y 125.

Hacia la tercera década del siglo XIX, las tierras habían perdido sus cualidades para el cultivo y abandonadas por sus propietarios. El área fue acogiendo a nuevos residentes que buscaban propiedades baratas, sufriendo el mayor aumento de población con la llegada en 1837 del New York and Harlem Railroad, que unía el sur de Manhattan con Harlem.

Nuevas instituciones educativas, culturales y religiosas emergieron al oeste de Harlem que cubrían las necesidades de unos vecinos de clase media que habían puesto de moda este sector. La gran demanda de vivienda hizo aumentar su valor t el atractivo para la residencia de una buena parte de la burguesía neoyorkina, como se refleja en muchas de sus casas. Sin embargo, no es famoso por sus burgueses, sino por su población afroamericana.

Los primeros afroamericanos llegaron a Harlem a inicios del siglo XX, habiéndose cuadruplicado su cifra en 1919. A comienzos del siglo XX, el agente inmobiliario afroamericano Philip Payton arrendó gran cantidad de inmuebles devaluados, realquilándoselos a miembros de su misma comunidad negra que habían sido desalojados de otras partes de la ciudad.

En 1920, a medida que la comunidad blanca abandonaba el barrio, surgía el famoso renacimiento de Harlem ("Harlem Renaissance") con la llegada de artistas, músicos e intelectuales negros venidos de todo el país. La alta sociedad afroamericana se instaló en el sector conocido como Sugar Hill, al oeste de Harlem. La cultura afroamericana y sobre todo su música se puso de moda en toda la ciudad gracias a clubes como el Cotton Club o el Apollo Theatre en los que actuaban músicos de color para un público exclusivamente blanco.

En los años 1960, el barrio fue radicalizándose y degenerando hasta convertirse junto con  el sur del mítico barrio  del Bronx, ya que los apartamentos eran incendiados por los mismos propietarios para cobrar el seguro y desalojar a los inquilinos creándose un ambiente desolador.

En la actualidad, Harlem está pasando por un nuevo renacimiento, transformándose con la rehabilitación y construcción de viviendas, convirtiéndose en un barrio seguro y atractivo, con nuevos vecinos, negocios y centros educativos y culturales.

Paseamos por la calle 130th entre las avenidas 5a y 7a (también llamada Adam Clayton Powell Jr Blvd.) viendo sus casas de piedra, con las típicas escaleras con barandilla en la entrada, unas abandonadas y otras rehabilitadas, que son las que utilizaba la burguesía para el veraneo.

Tomamos dirección Riverside, en el barrio de Morningside Heights - continuabamos al norte de Manhattan-, pues buscábamos la Universidad de Columbia que estaba cerca, previo paso por el memorial del general Grant y la Riverside Church..

La General Grant National Memorial, o simplemente Grant's Tomb. Es un mausoleo donde se encuentra enterrado el cuerpo del general Ulysses S. Grant, uno de los principales protagonistas de la Guerra de Secesión, y el 18º presidente de los Estados Unidos.

El memorial está construido cerca del Riverside Park, que domina el río Hudson. El edificio principal del memorial es obra del arquitecto John Duncan que imaginó una estructura en granito y mármol. Los trabajos se terminaron en 1897. La gestión del lugar, el mausoleo más grande de los Estados Unidos, está garantizada por el National Park Service por lo que su entrada era gratuita. Lo único que no estaba permitido era fotografiar las banderas. En la planta inferior staba la tumba del victorioso general d la Unión, al que se accede por unas escaleras, mientras que en la planta superior junto a las banderas había un mapa del desarrollo de la guerra y de los campos de batallas de la guerra cicil, así como las victorias de un bando o de otro. Muy interesante. 

Más de un millón de personas asistieron a la desfile fúnebre de Grant en 1885 entre ellos de diversos generales de la Unión (estados del norte durante la guerra) y de los estados del Sur, así como del presidente Grover Cleveland.

La tumba fue inaugurada el 27 de abril de 1897, con ocasión de los 75 años del nacimiento de Grant, y el acontecimiento reunió casi a tanta gente como la exhibición funeraria, pero esta vez en presencia del presidente William McKinley.

A un lado del Memorial estaba la Riverside Church, una gigantesca iglesia bautista, entre Riverside Drive y Claremont Avenue; y entre las calles 120 y 122. Fue construida gracias al impulso del magnate del petroleo John D. Rockefeller Jr., y del pastor Harry Emerson Fosdick, a principios de los años 20. Está construida en estilo neogótico entre 1927 y 1933, y toma como modelo la catedral de Chartres, y sus planos fueron dibujados por el gabinete de arquitectos Allen, Pelton and Collens. Presentaba un enorme órgano. Es un edificio de alto valor para la gente de la comunidad negra. Entramos, había operarios trabajando en su interior, la vimos en un momento. Al salir buscamos la Universidad Columbia de la que se veían sus anexos ya en la misma calle de la Iglesia. La Universidad de Columbia es una universidad privada estadounidense miembro de la Ivy League que presenta como In lumine tuo videbimus lumen, o sea, «En tu luz veremos la luz».

Es la institución de educación superior más antigua del estado de Nueva York, la quinta más antigua de Estados Unidos, y uno de los nueve colegios coloniales fundados antes de la Revolución Americana. Es una de las universidades más prestigiosas del mundo en la que estudió Obama y los dos Presidentes Roosevelt.

La universidad fue fundada en 1754 como "Colegio del Rey" por carta real de Jorge II de Gran Bretaña. Después de la Guerra de la Revolución Americana , el Colegio del Rey se convirtió brevemente en una entidad estatal, y pasó a llamarse Universidad de Columbia en 1784 que está gobrnada por una institución bajo un consejo privado de administración. Ese mismo año, el campus de la universidad fue trasladado de la Avenida Madison a su ubicación actual en el Morningside Heights (Manhattan), en el que ocupa más de seis manzanas de la ciudad, aproximadamente 32 acres (0,129 km2 ).

La universidad abarca veinte escuelas y está afiliado con numerosas instituciones.Columbia administra anualmente el Premio Pulitzer. Cuenta con 96 premios Nobel y, a partir de 2011, tenía más alumnos ganadores del Premio Nobel que cualquier otra institución académica en el mundo.

El campus se desarrolla sobre  Morningside Heights, un campus diseñado como un entorno urbano por el arquitecto Charles Follen McKim con edificios señoriales que siguen el modelo del Renacimiento italiano.


Columbia es más pequeña que Stanford, pero también nos gustó el campus de Morningside Heights  diseñado con la idea de ser el único campus de la universidad, pero poco a poco ha sido ampliado.

Seguiamos por Morningside Heights y salimos por Amsterdam Avenue. Esta enorme avenida vimos un hospital muy famoso en el mundo entero. Se trataba de Mount Sinaí Hospital, frente al mismo había una residencia de ancianos.

En la acera contraria, hacia la esquina se ncontraba la Cathedral episcopaliana o anglicana, es decir, catedral se disputa con la Catedral anglicana de Liverpool el título de ser la catedral anglicana más grande del mundo. La catedral es conocida popularmente como San Juan la Inacabada o San Juan la Interminable (St. John the Unfinished), aunque su nombre es San Juan el Divino.

La catedral fue diseñada en 1888 y comenzó su construcción en 1892. A lo largo de su historia ha estado sometida a cambios radicales en su estilo, y ha sufrido dos grandes interrupciones en su construcción durante las dos guerras mundiales. Originalmente fue diseñada en estilo neorrománico-neobizantino, siendo modificado su planteamiento a partir de 1909 a un diseño neogótico.Después de un gran incendio ocurrido el 18 de diciembre de 2001, fue cerrada para su restauración hasta noviembre de 2008 en que reabrió sus puertas. Actualmente sigue sin acabar, en un estado permanente de construcción y restauración continuo con andamios por todos lados.

En terrenos de la Catedral, hacia el sur, se encuentran varios edificios (incluyendo el Synod Hall y la escuela catedralicia) y un Jardín bíblico, así como una gran obra de bronce del escultor Greg Wyatt, conocida como la Fuente de la Paz.

Llegamos al cruce y cogimos hacia la izquierda, pues desde allí se entreveía la entrada a un viejo conocido, el Central Park.

Fuimos hacia Central Park, la parte norte que no habíamos visto y salimos despues a la quinta avenida. Esta parte norte en la que se radica gran parte de la población hispana de Harlem, es el llamado Spanish Harlem o Harlem Hispano o El Barrio. Se trata de la zona que a comienzos del siglo XX a la que llegaron sobre todo población portorriqueña en los 50.

Entramos en ese remando de paz y arbolado que es el Central Park. Hacía calor, pero no como el domingo pasado. Unos chicos de color vendían botellines de agua. Decidimos que el sitio era fantástico para comer y nos sentamos debajo de un árbol, casi frente por frente a un lago en el que estaban los chicos y chicas del Departamento de Parques y Recreación de Nueva York, y una piscina pública en la que se bañaban un montón de personas.

Comimos bajos las sombras. Nuestra intención era recorrer el Central Park para salir a la Quinta Avenida situada entre la calle 59 y la calle 96 en la parte que da al Central Park. Antes de salir vimos que había mucha gente en la cola, casi todos negros, ante la Piscina de la Lasker Rink . Me dijo un chico que la piscina era gratuita y que el requisito era hacer la cola hasta completar el aforo.

Nos desplazamos por la parte norte del Central Park menos ocupado que el pasado domingo, aunque con muchas bicis y gente corriendo, y se veían que los jovenes de Harlem eran llevados a actividades varias en su interir. Como suele ser normal en todo Central Park hay grandes espacios de césped, sobre los cuales los turistas y los neoyorquinos suelen acudir a pasar su tiempo libre, a comer - había bastantes hispanos-, con zonas reservadas a los más pequeños y por zonas ajardinadas.

Salimos para la V Avenida. Esta área contiene además dos secciones del famoso hospital Mount Sinai, en el que estaban algunos enfermeros y médicos descansando bajo la sombra de los árboles y numerosos edificios de apartamentos creados en los años 1920 por arquitectos tales como Rosario Candela y J. E. R. Carpenter.

Seguimos por la sombra, antes ayudamos a unas chicas que llevaban un transportín cargado y parecía que eran de una ONG, y empezamos a divisar la milla de los Museos. “Milla de los Museos de New York“ da inicio al Upper East Side, y es la milla de oro de la cultura.

Se iban sucediendo el Museo Judio, el Neue Galerie, el Museo Americano de Historia Natural,el Museo de la ciudad de Nueva York. A destacar de esta serie el Museo Solomon R. Guggenheim, que es de la pocas estructuras posteriores a la segunda guerra mundial y rompe la trama unificado entre las calles 88 y 89. Con su su arquitectura en forma de hélice y que no deja de ser un museo de arte moderno y contemporáneo en el que destacan colecciones de artistas tan conocidos como Cézanne, Chagall, Degas, Gauguin, Kandinsky, Mondrian, Picasso y Modigliani. Frente a este Museo nos hicimos una fotos en el Parque y frente al mismo.

Más adelante veíamos los muros del Metropolitan Museum of Art o Met que alberga más de dos millones de obras.Las colecciones abarcan desde tesoros de la antigüedad clásica, representada en sus galerías de Grecia y Chipre, a pinturas y esculturas de casi todos los maestros de Europa y una gran colección de obras estadounidenses. Están expuestas obras maestras de Rafael, Tiziano, el Greco, Rembrandt, Velázquez, Picasso, Pollock, Braque y muchos más. El museo posee un gran colección de arte egipcio- como la enorme figura que había en la entrada-, africano, asiático, de Oceanía, Oriente Medio, bizantino e islámico. Las galerías André Meyer encierran grandes obras de arte europeo del siglo XIX, con particular énfasis en los pintores impresionistas y post-impresionistas, así como una gran colección de esculturas de Rodin, como tenía el de Stanford University.

El museo se inauguró en el año 1872. Entramos únicamnte en la hall y a la tienda pero no había tiempo para verlo entero. Es tan grane y tiene tantas obras que verlo requiere otro viaje a la "Big Apple". Así que hicimos fotos en el interior, a la fachada y a la escalera de acceso. La parte trasera que daba al parque del Central park se ncontraba la zona de césped más grande del parque es la llamada Great Lawn (literalmente gran césped). Corresponde al centro de Central Park, , dos de los museos más célebres de la ciudad..  


Luego fuimos en dirección a la IV Avenida, a través de casas muy elegantes. Ante de llegar nos encontramos con la sede de la Iglesia de la Cienciaología , íabmos a entrar para preguntar por Tom Cruise y John Travolta, pero ¡ bueno, lo haremos en otro momentos! Salimos a la IV Avenida que aquí se conoce como Park Avenue buscando la boca de un metro que nos llevara hasta lo último que queriamos ver en el día de hoy, la sede de Naciones Unidas.

Nos bajamos en el metro de la Estación Central, pero desde el principio nos encontramos que muchas personas con una acrditación con el símbolo de la ONU parecían regresar a sus casas. De hecho también vimos a unos militares italianos de las boinas azules - no llevaban cascos, sino boinas- , así como apreciamos muchos coches diplomáticos que salían del edificio. Nos temíamos lo peor. Efectivamente al llegar a la puerta vimos qu cerraban a las 16:45 y eran las 17:00 así que no pudimos visitarlo. 

Decidimos regresar caminando hasta Times Square. En el trayecto pasamos por muchos lugares conocidos, ya comunes para nosotros. La Estación Central, la V Avenida, el perfil del Empire State, y, por supuesto, Broadway. Cada día me iba fijando en los muchos espectáculos que había y descubría un teatro nuevo.

Antes de llegar a Times Square entramos en la tienda de la HBO, justo al lado de la sede de la compañía. La tienda era chulísima , con camisetas de muchas de sus series, y con especial protagonismo a Games of Thrones y todos sus productos en los que identificamos a Jacko / Phantasma. Vi camisetas de otras serie como The Wire o The Sorpranos. Un señor negro preguntó por The Whire, y comenzó a hablar con el chico que vendía. Yo no tuve más remedio que intervenir, cambiando impresiones. Se fijó en la T- Shirt que yo llevaba y me dijo que la serie que yo publicitaba en la misma, The Walking Dead que no le gustaba. Claro, era de la rival, la AMC. Salimos de la tienda y fuimos para Times Square repleta de gente y con muchísimo tráfico. La gente se agolpaba frente a una de las grandes pantallas que los enfocaban, hacieno las delicias de los que allí estaban. Onanismo puro, pensé. Tras esta reflexión de bajo vientre optamos por irnos al apartamento, donde llegamos sobre las 19:00.

Antes de subir paramos y compramos Coca Cola en una tienda, Cerveza en una licorería - vaya sensación de alcohólico que se me quedaba-, y en un take away colombiano una salchipapa - "me comí una salchipapa" era la canción de mis hijos en Union City, así como un lomo en salsa con papas - que mi mujer pensaba que era pollo y nosotros llegamos a la conclusión de que si era así habían matado un Cóndor de California por lo larguísima que era en caso de ser pechuga- .

Mi mujer y mi hijo mayor se quedaron en el Colombiano y los dos pequeñs y yo, pedimos una Pizza familiar en Bari, the best pizza in Union City. Con uno de los señores del mostrador estuve hablando en castellano de la crisis portorriqueña, de España, y de los inteligentes, según él, que eran los "turcos" , vamos los del Próximo Oriente que se habían instalado en América latina montando negocios.

Tras eso subimos a la habitación para dar cuenta de la opípara comida. Estaba tremenda. Una vez cenados, mi mujer y yo bajamos a la calle con el fin de entrevistarnos con Hermann. No lo conseguimos a pesar de que su negocio estaba abierto. Había en el mismo un personaje que ya había visto el día anterior en una tienda Su apellido se que era Martínez porque en el curso de la conversación este surgió. Hermann parecía un vrso libre, pero el más versado era el tal martínez , hombr al que le hizo una ilusión tremenda hablar con dos españoles. Nos contó su vida y milagros en la ciudad. Había tenido un negocio, pero las cosas no se habían dado bin. Parecía cubano y llevaba un tiempo en Union City. Nos comentó que un amigo suyo que hace mucho tiempo que no veía era español. Se llamaba Pujol y montaba unas fiestas muy divertidas. Despu´s nos dijo que a él lo que le "pirraba" eran las leer las cartas y los astros. Nos preguntó nuestro horóscopo.¡Ay, buena combinación. También los días. Todo muy acentuado. El hombre era tan encantador como extravagante. Nos despedimos amigablemente de él y quedó que le dejaría una nota a Hermann. Nos fuimos divertidos por la calle. Entramos al piso y empezanos a preparar las maletas. Tras trinar, pedimos que fuesen a la cama todo el mundo. ¡Buenas, y pesadas noches!

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